2.000 años de historia

He vuelto a Nimes a saborear en la paz del estío el pétreo anfiteatro de Les Arènes, donde en la pascua de Pentecostés y en la feria de la vendimia se celebran luminosas corridas de toros en el marco de un espectáculo colorista.

Al presidente de la República francesa Gaston Doumerge se deben las corridas en el Mediodía francés. Henri de Montherlant, ilustre escritor francés, apasionado de los toros que, como la duquesa de Abrantes, Gautier y Peyre recrearon en la literatura francesa la estética de la fiesta, escribió Los bestiariosy llegó a torear en Nimes. «En la catedral, el arco de Augusto, el circo, donde se luchaba con los cornúpetos en tiempos de Suetonio, las piedras tienen esculpida la bestia mágica. He visto a 20.000 almas en la plaza aclamando al Sol, al salir de entre las nubes». Y añade Montherlant, un punto chauvinista, que «en el Mediodía taurino la pasión de los toros tiene raíces aún más hondas que en la misma España».

Me confundiré entre los turistas que visitan Les Arènes, subiré por sus gradas y, desde lo más alto, miraré la frondosa ciudad que tanto me seduce. Por la noche recorreré los bulevares y acabaré cenando una pizza en los aledaños de la Maison Carrée, donde al anochecer aparece un niño magrebí de mirada humilde, portando un ramo de claveles que ofrece a los turistas a cambio de la voluntad.

En Nimes, 2.000 años de historia esperan a los visitantes.

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Este billete se publicó en El Periódico de Cataluña, el 28 de julio de 1994. Su autor es Juan Soto Viñolo

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