Blade Runner 2049: ¿continuación argumental o simple secuela?

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Cartel del film

Resulta fácil intuir que millones de personas en el mundo nos echamos las manos a la cabeza cuando años atrás Ridley Scott anunció su intención de llevar a cabo la segunda parte de una de las películas de culto de la ciencia ficción por antonomasia, dirigida por él mismo en sus años de esplendor (1982), y máxime cuando habían pasado más de 30 años del rodaje de una película atemporal e inimitable. Hoy en día, y con una trayectoria muy depauperada, la circunstancia resultaba todavía más dolorosa si añadíamos la posibilidad de que el veterano realizador inglés se pusiese al frente de la dirección, habida cuenta de su reciente retahíla de despropósitos cinematográficos.

Sin embargo, a mediados de 2015, con el guión ya escrito y el proyecto echado a andar, Scott anuncia que sólo se encargará de la producción ejecutiva, cediendo el testigo de llevar de nuevo a la pantalla a los personajes creados en el ideario de Philip K. Dick, al canadiense Denis Villeneuve, solvente director con una trayectoria internacional reciente más que interesante con títulos como Prisoners, Sicario o Arrival. Asimismo se desvela que el personaje principal sería protagonizado por el siempre eficaz Ryan Gosling, junto a un Harrison Ford cuyo peso en el film permanecía envuelto en un halo de misterio.

El rodaje fue finalmente llevado a cabo en la segunda mitad del 2016, con un amplio abanico  de localizaciones tales como instantes reseñables del desierto de Almería en España, Islandia o el desierto de Mojave en California. Sin embargo, el grueso principal  del metraje fue rodado en la capital de Hungría, Budapest.

La trama argumental nos sitúa 30 años después respecto a su predecesora, con la ciudad de Los Ángeles todavía impactada por la revolución generada por los Nexus 8, y que supuso el fin de la Tyrell Corporation, encargada de su diseño y producción.

En su lugar se erige una nueva corporación regida por Niander Wallace (Jared Leto), encargada de la concepción de nuevos replicantes, además de encargarse del control global de la producción alimentaria y de la industria del entretenimiento a través de la realidad virtual.

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Amor en tiempos de realidad virtual

Nuestro protagonista, el policía conocido por K (Ryan Gosling), descubre un secreto que podría significar la definitiva expansión del hegemónico dominio de la corporación de Wallace. Este descubrimiento le lleva a iniciar la búsqueda de Rick Deckard (Harrison Ford), antiguo Blade Runner en paradero desconocido.

Estrenada en Octubre de 2017, comparte con su predecesora una fría acogida en términos de espectadores y recaudación en cines. Y es que es más que palpable que la cinta original alcanzó parte de su leyenda coincidiendo con la expansión del fenómeno del videoclub, donde adquirió una difusión espectacular que no había conocido en las salas comerciales. Sin embargo, en la actual película, el fenómeno es fácilmente explicable debido a su extenso metraje que condiciona la cantidad de proyecciones del film, a la vez que retrae a una notable cantidad de espectadores de cine de consumo más rápido e inmediato.

¿Conclusiones? Un metraje que resulta a todas luces resulta excesivo (163 minutos), junto a una continua búsqueda de una carga emocional frecuentemente no lograda, penalizan a un producto visual brillante y eficaz,  pero que a la vez termina por convencernos de que se trata de una película con identidad propia, y en ningún caso una mera secuela. Los que somos fans incondicionales, respiramos en su mayoría aliviados a la salida del cine, con la sensación de haber visto una película con un evidente y buscado nexo argumental con su predecesora, pero sin necesidad de emularla e intentar conseguir sus hitos, consiguiendo así aparcar al conjunto de comparaciones innecesarias. Llegados a este punto, Denis Villeneuve ha dejado la puerta abierta a una posible continuación de Blade Runner 2049, esperando que esto no genere una sucesión de secuelas prescindibles e innecesarias.

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Ambientación futurista de estética impecable.