Clonación. Apuntes de 2001 (VI): ¿por qué clonar a seres humanos?

The freak Seed y Antinori il clonatore

A principios de 1998 Richard Seed salta a los titulares de los periódicos por afirmar que será el primer hombre que clone a humanos. El doctor Seed tiene el aspecto de los científicos locos de las películas, de los viejos charlatanes de ferias que iban de pueblo en pueblo vendiendo pócimas milagrosas. Quizá en otra vida vendía Coca-cola por las aldeas, quién sabe.

Seed argumentaba que su postura era la de ayudar a las parejas estériles a tener descendencia con sentencias mesiánicas y bienaventuranzas para con la especie humana, cuando en realidad lo que tenía en mientes era crear un negocio, que nada tendría que envidiar a las cadenas de supermercado. Pensó en abrir una veintena de clínicas en EEUU y unas cinco a nivel internacional. Declaró que la clonación era el primer paso para convertirse nada más y nada menos en el mismísimo Dios. En mi opinión, si el hombre quisiera acercarse o parecerse a Dios debería imitar sus proezas, no sus errores. Lo que tiene que predominar en la especie humana para que esta sobreviva es la variedad. Si no hay variedad corre el peligro de extinguirse, y la clonación no es sino la no variedad. Igual de absurdo sería provocar “errores” como terremotos o maremotos y creer que así somos equivalentes a Dios, en particular cuando la ciencia ha trabajado tanto para crear una vida mejor y más duradera para los seres humanos.

El shelleyniano Seed dio paso al doctor Severino Antinori y a su séquito, entre ellos el biólogo molecular israelí Avi Ben Abraham y el médico griego Panaiotis Zavos, del Instituto Americano de la Andrología (EEUU). En marzo de 2001 el ginecólogo italiano anunció públicamente que sería él (y no Seed) el primero en clonar humanos. Adujo, como Seed, que lo hacía por el bien de las parejas estériles, “nuestra intención es aplicar esta ciencia a la gente que sufre, seremos responsables”[1]. Antinori, que ya había saltado a los medios de comunicación anteriormente por conseguir que una mujer de 62 años diera a luz a un bebé, afirmó que no se puede detener a la ciencia. Asimismo su equipo realizó una encuesta entre hombres de parejas estériles. Según ésta, los hombres que carecen de espermatozoides “en un 70% de los casos están dispuestos a dar vida a seres iguales”[2] . Posteriormente en unas declaraciones recordó que “la clonación está teóricamente autorizada en 48 estados de los Estados Unidos y en Israel. Y tengo que decir que en Italia tampoco está prohibida expresamente por ninguna ley”[3], y que clonar no suponía mayor riesgo que cualquier otra técnica de reproducción asistida. Algo que da que pensar, quizá este hombre no sabe de lo que está hablando realmente.

Clonaid: la fábrica de clones

Clonaid es una empresa que fue fundada en febrero de 1997 por Raël y un grupo de investigadores con sede en las Bahamas. Actualmente la sede se ha trasladado por las presiones del gobierno de las Bahamas, a los Estados Unidos, aunque su paradero es desconocido. Raël es el líder de una secta, llamada los “raelianos”, son unos 25.000 en todo el mundo y desde 1974 han conseguido reunir “alrededor de siete millones de dólares para la construcción de una embajada donde visitantes extraterrestres podrían ser bienvenidos a nuestro planeta”[4]. La historia de esta secta es esperpéntica. Su líder declara que “la vida en la Tierra fue creada científicamente a través de ADN e ingeniería genética por una raza humana extraterrestre, cuyo nombre es “Elohim””[5]. Su religión sostiene del mismo modo que “Jesús resucitó con una avanzada técnica de clonaje elaborada por Elohim”[6].

Clonaid propone que con la clonación se creará un mundo en el que nadie tendrá que trabajar, supongo que a excepción de los propios clones. No especifican exactamente cómo se llevará a cabo esto, pero me parece que la palabra exacta es “esclavismo”. Algo que de todos modos, siempre ha estado presente en la historia de la humanidad. Clonaid, por tanto, no inventa nada nuevo. No voy a centrarme en este punto, ya que el cine y la literatura se han extendido anteriormente largo y tendido. Tan sólo mencionaré la obra Un mundo feliz de Aldous Huxley , en la que se recrea un mundo “perfecto” en el que los hombres son creados producidos en serie y manipulados genéticamente y se les administra una droga para mantenerlos contentos y distraídos. La empresa de los raelianos afirma que será capaz de crear este tipo de tecnología en los próximos 20 años.

¿Qué ofrece Clonaid?

Clonaid ofrece la vida eterna, con un sencillo método: “Una vez podamos clonar réplicas exactas de nosotros mismos, el próximo paso será transferir nuestra memoria y personalidad en nuestros nuevos cerebros clonados, los cuales nos permitirán verdaderamente vivir para siempre”[7]. Ray Loriga plantea en Tokio ya no nos quiere una situación similar. Transplantan el cerebro de un hombre al cuerpo de una niña. Lo curioso de la situación es que el hombre permanece “vivo” en una pantalla de ordenador. Menos complicada, aunque no por ello menos interesante es la película La muerte os sienta tan bien (1992) de Robert Zemeckis, en la que dos mujeres se hacen con el elixir de la eterna juventud y sus cuerpos acaban convirtiéndose en un manojo de remiendos, para siempre. Moraleja: la vida eterna no es tan fantástica como la pintan.

Asimismo Clonaid ofrece óvulos para mujeres infértiles. En la página web se puede leer: “THE RIGHT TO CHOOSE THE APPEARANCE OF YOUR FUTURE BABY!”[8]. La empresa da la oportunidad a estas mujeres a escoger a sus futuros hijos de un ¡catálogo! en el que se muestran fotos e información sobre la inteligencia y personalidad de la madre. La empresa puntualiza que este procedimiento sí es legal y que se realiza en los Estados Unidos.

Clonaid ofrece sus servicios de clonación por tan sólo 200.000 dólares a personas que quieran ser clonadas, cualesquiera sean las razones que tengan -parejas estériles, parejas que han perdido a su hijo prematuramente, parejas homosexuales a las que la ley no les permite la adopción-. En primer lugar me gustaría adentrarme en la situación de aquellas parejas que han perdido a su hijo. Brigitte Broisselier, directora de científica de Clonad, afirma que “si un chico muerte antes de tiempo, entonces es un don darle su vida de nuevo”[9]. Sin embargo, la milagrosa técnica de la clonación no resucitará jamás a los muertos. Lo único que puede llegar a conseguir es una copia de un individuo, pero nunca dar la vida de nuevo a ese individuo.

Por lo que se refiere a las parejas homosexuales, la solución más adecuada y racional me parece que sería la instauración de una ley que les permitiera adoptar a niños. La respuesta más sensata para este grave problema me parece la vía legislativa. En segundo lugar, me gustaría pararme un momento en las parejas estériles que buscan en la clonación, en general, y en Clonaid , en particular, la solución a su problema, ya que me parece preocupante dado que existe una lista de espera de más de cien personas.  Cualquier persona en su sano juicio no pondría la vida de su futuro hijo en las manos de unos individuos que afirman que la vida en la Tierra la han traído del espacio unos extraterrestres. Así que no estaría de más preguntarse por la salud mental de estas parejas.

A pesar de que se trata de un tema muy serio, cuando se adentra en la página oficial de Clonaid, una no puede hacer otra cosa que echarse a reír. Ofrecen un servicio llamado “Insuraclone”, que se dedica a conservar material genético para si algún día nos apeteciera clonarnos o necesitaramos las células para cualquier imprevisto (un transplante, una enfermedad actualmente incurable hoy en día, pero que en un futuro pueda haber un remedio, etc.), por el módico precio de 50.000 dólares. Se da la posibilidad de pagar a plazos y existe una oferta por la cual si se aseguran más de un miembro de la familia se le aplica un descuento. Igual que en las rebajas de enero.  En su catálogo de ofertas está el “Kit de reparaciones”, que le permite al usuario abastecerse de sus propias células en un futuro.

De todas formas, lo que más me ha sorprendido en mi búsqueda sobre el maravilloso mundo de Clonaid fue su servicio “Cloanapet”, que garantiza la clonación de mascotas que han muerto y que según ellos pueden volver a la vida. Pienso que de hacerse así, al final las mascotas acabarían enterrando a los dueños.



[2] Ibídem.

[3] Ibídem..

[4] http://www.healthig.com/polemica/polemica48.html

[6] Ibídem.

[7] Ibídem.

[8] Ibídem.

[9] http://www.healthig.com/polemica/polemica48.html