Dead Kennedys: «In God We Trust Inc.»

Con las pilas saturadas de potencia alkalina, los Dead Kennedys aportaron con In God we Trust Inc. (Alternative Tentacles, 1981) su granito de arena al asentamiento del hardcore en los años ’80. Publicado durante el mismo mes de diciembre de 1981 que la obra más reconocida de este género musical, el imponente Damaged (SST, 1981), de Black Flag, su brutal impacto quedó tristemente ensombrecido. Por otro lado, sólo unos meses antes, desde la orilla de Washington D.C., el mensaje straight edge conseguía hacerse escuchar más que nunca por medio de otro de los puntales más influyentes del hardcore: el Out of Step (Dischord, 1981) de Minor Threat.

1981 fue el año más importante en la historia del hardcore, tanto como 1966 para el pop. Dentro de un grado de importancia menor que las dos obras anteriormente citadas, In God we Trust Inc. poco, o nada, les tenía que envidiar en cuanto a resultados e impacto.

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Señoras y señores, !los Dead Kennedys del siglo XXI¡

Grabado en un ocho pistas durante un solo día, el 22 de agosto de 1981, los Dead Kennedys alumbraron en los estudio Möbius Music una de las obras que más ha ganado con el tiempo de toda su trayectoria. Pero éste era el segundo intento para poder llevar a buen puerto el disco. Anteriormente ya lo habían intentado el 19 de junio, pero problemas derivados con el óxido de la superficie de la cinta echaron por tierra el resultado final. Sobre el proceso de esta sesión fallida existe el DVD “In God We Trust, Inc.: The Lost Tapes” (2003). Providencial casualidad, la existencia de este valioso documento se debe a que Eric Goodfield estaba preparando un documental punk con varios grupos. Para incluir a los Dead Kennedys, fue invitado el mismo día del incidente. Publicado más de dos décadas después del suceso, este vídeo cuenta con el agradecido añadido de una versión de cada tema, a lo largo de diferentes actuaciones en directo. Una de las pocas pruebas visuales que existen de los Dead Kennedys, se hace fundamental esta obra, tanto para el completista como para el que quiera comprobar cómo se las gastaban en un estudio de grabación, y más para tan señalada ocasión. Y es que In God We Trust Inc. es un regalito envenenado para conmemorar la llegada al poder del nuevo presidente de los Estados Unidos, Ronald Reagan. Para tan remarcable ocasión Biafra se pega un chute de mala hostia, incluso, superior de lo habitual. Precisamente, en torno al nuevo dueño del mundo, los Dead Kennedys recuperan ‘California Über Alles’ y cambian a Jerry Brown por Reagan, como portavoz del mensaje fascista encubierto por su política de alienación social.

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Con un revelador título nuevo para la ocasión, ‘We´ve Got a Bigger Problem Now’ se desmarca del resto del ritmo frenético del disco mediante sorprendentes ropajes jazz, en la primera parte de la canción. Este tremendo cambio de registro responde a la casualidad y a unas críticas realizadas por William Shatter, vocalista y bajista de Flipper: “Fue el resultado de una metedura de pata de la banda durante una prueba de sonido. William Shatter era uno de nuestros críticos más duros, ¡y uno de los más duros de todos! Él nos dijo, ‘sois siempre tan rígidos, tocando de la misma forma, ¡porque no la tocáis de esta otra manera!’”[1]. Punto y aparte de excepción, los siete hermanitos rabiosos que le acompañaron no le fueron a la zaga, precisamente.

Recuperando algunos de sus primeros temas, como ‘Rawhide’, éste es una sátira en clave cowboy-punk de la serie ambientada en el oeste con mismo nombre, emitida entre 1959-65, con Clint Eastwood como uno de sus protagonistas. El final más cachondo posible a este EP, lo que viene antes es de una virulencia pocas veces vista. Amoldándose al modelo “Washington D.C.” de escupir los temas en un minuto de tiempo, ‘Moral Majority’, ‘Religious Vomit’, ‘Hyperactive Child’, ‘Kepone Factory’, ‘Nazi Punks, Fuck Off’ y ‘Dog Byte’ -el único tema compuesto por Flouride en toda la historia del grupo- entraron por la puerta grande de esta ley no escrita de ataque y derribo en un suspiro. Ráfagas imparables de crítica enardecida: la religión, el tele-evangelista Jerry Falwell, los neo nazis o los pesticidas son solo algunos de los objetivos con los que Biafra siguió sumando amigos en su agenda particular.

Inyectados por un revitalizante plus de velocidad en la ejecución, mucha culpa de esto tuvo la consolidación del nuevo batería, D.H. Peligro. Propulsados por una marcha más en la caja de velocidades, East Bay Ray y Klaus Flouride se contagian de tal despliegue de speedico, rebajando los acordes y suprimiendo sus míticos cambios de ritmo en pos de un ataque más frontal, cruento y deshilachado que nunca. En cuanto a Biafra, el histrionismo del que hacía gala en su forma de cantar en Fresh Fruit For Rotten Vegetables (Alternative Tentacles, 1980) es rebajado en favor de una concreción más directa y violenta.

Revitalizante cambio de rumbo en su molde sonoro, In God We Trust Inc. salda muchas deudas con los que los veían como un grupo perdido en una franja sin señalizar, delimitada entre el punk y el hardcore. Arrimándose más que nunca a esta segunda orilla, la no continuidad por este sendero nos hace ver esta obra como una isla de desierta dentro de su obra discográfica.

Por supuesto, tanta ira contra el sistema tendría sus negativas consecuencias. De lleno en la “época Reagan”, muchos promotores de conciertos harían oídos sordos ante la posibilidad de organizar conciertos a Biafra y sus secuaces durante la gira correspondiente.

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Epílogo: “La grabación casera está matando la música”

La mayor curiosidad de esta obra está marcada por su formato en casette, que añade otra de esas inolvidables anécdotas tan representativas del continuo activismo en el que los Dead Kennedys vivían. Campaña promovida desde 1980 por de la industria musical británica, más conocida como BPI -British Phonographic Industry-, bajo el lema de una casete negra acompañada de las palabras “home taping is killing music, and it’s illegal”, sus cabecillas estaban comenzando a preocuparse por los frutos de las grabaciones caseras. Esto fue debido a la profusión del formato en casette, que daba muchas facilidades para que los consumidores pudieran grabar la música de las emisoras de radio. Con la mosca detrás de la oreja, tal acto les hizo pensar en un descenso de las ventas discográficas. Si llegaran a imaginarse lo que pasaría con internet dos décadas después…

Ante tal despropósito, el primero en manifestarse fue Malcolm McLaren mediante su último invento, conocido como Bow Bow Bow. Tras sacar el single C30, C60, C90 Go (EMI, 1980), el formato en casette guardaba una pequeña sorpresa: la segunda cara estaba en blanco. Este acto de “vandalismo”, provocó que EMI, su mecenas discográfico, le diera la espalda al grupo, ya que, según ellos, era una provocación que incitaba a la piratería…

Con semejante precedente, una serie de grupos no tardaron en empezar a manifestar su total rechazo ante esta nueva persecución. Como ejemplos, ahí unos cuantos. A continuación enumero los más curiosos: la banda anarco-punk The Ex, cambiando la coletilla “y es ilegal” por “y además iba siendo hora”; Venom, que para su álbum de 1982, Black Metal, también cambiaron la última coletilla de la frase por “también Venom”; la banda de post-punk alucinado Devo, quienes crearon un contra-slogan con el lema “La grabación casera es una habilidad en la música”; o el Billy Bragg de sus comienzos, más críticos, mediante la publicación de su álbum Workers Playtime (Go! Discs, 1988), en el que se incluía una nota advirtiendo, “el capitalismo está matando la música, no pagues más de 4’99 libras por este disco”.

Pero como no podía ser de otra manera, la palma de estos actos de rebelión se la llevaron los Dead Kennedys. Aprovechando el lanzamiento en casette de “In God we Trust Inc.”, no se limitaron a estas palabras impresas por su cara B, “!La grabación casera está matando los beneficios de la industria musical! Dejamos este lado en blanco para que puedas ayudar”, sino que además, y como bien rezaba esta nueva parodia del lema original, la cara B era virgen. Todo sea dicho de paso, una idea que, como decía más arriba, Malcolm McLaren ya había utilizado anteriormente.



[1] Ogg, Alex: “Jello Biafra of the Dead Kennedys interview”, The Quietus en http://www. thequietus.com/…/02543-jello-biafra-