«Dream Team» de Jack McCallum, una joya del baloncesto

Dream-Team-smallEl día que el “Dream Team” se hizo realidad, quedaron abiertas para siempre las fronteras entre el baloncesto FIBA y el de los superhéroes que, noche tras noche de madrugada, admirábamos por la televisión. Larry Bird, Magic Johnson, Pat Ewing, Clyde Drexler… La nómina de participantes en aquel equipo dejó un reguero de envidia en el resto de combinados posteriores formados por la selección de los Estados Unidos. No era para menos, en los Juegos Olímpicos de Barcelona 92 quedó forjada la leyenda del equipo que se impuso con mayor solvencia en toda la historia del baloncesto. Únicamente la Croacia de Drazen Petrovic y Toni Kukoc tuvieron bemoles para disputarles 15 minutos, que rápidamente fueron seguidos por una exhibición de talento ofensivo imposible de contener.

Que aquella selección fuera denominada como “Dream Team” fue un acto de justicia. De hecho, no cabía otra posibilidad; es comprobar los porcentajes de tiros de campo de Chris Mullin y darse cuenta de que su aparición en la Ciudad Condal se correspondía más con un alunizaje extraterrestre que con una simple concentración de jugadores de baloncesto.

Para que se hiciera realidad el sueño de reunir al elenco de baloncestistas más imponente de la historia,  fueron clave figuras como el periodista Jack McCallum, autor de este vibrante documental sobre las interioridades de este equipo irrepetible. De su pasión por este deporte y un análisis apoyado en su gran habilidad para convertir toda anécdota o reflexión en una historia de alto empaque, surge esta versión original de los hechos.

Imprescindible para todo buen amante del verdadero “deporte rey”, entre sus páginas se destila un enfoque documentalista que hace un sueño realidad: trasladarnos en primera persona a la concentración de los U.S.A. De su mano, nos convertimos en público VIP de los (contados) entrenamientos que tuvieron; entre los que se encuentra el mítico duelo generacional entre los Magic Johnson y Larry Bird contra Michael Jordan y los suyos. Pero también de la inesperada amistad surgida entre Pat Ewing y el pájaro de los Celtics o las declaraciones de Clyde Drexler clamando que él era mejor que Jordan.

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El Dios de la canasta en su gran despedida.

El cúmulo de historias contenidas entre sus páginas timonea al lector por una combinación perfectamente equilibrada entre reflexión, un anecdotario sin parangón y continuos destellos de humor. No hay más que darse una vuelta con el tosco Karl Malone por los restaurantes de Barcelona… O asistir a una sesión de fotos del equipo mientras Bird se dirige a los periodistas y fotógrafos con el “chupapollas” en la boca. El estilo de McCallum bebe del periodismo de la vieja escuela, ése que siempre ha sido crítico, pero también ha sabido conjugar todas sus crónicas con el verbo “transmitir”. Dicha sensación late en cada una de las 400 páginas que conforman esta obra maestra del ensayo baloncestístico. Una más que añadir a “Pistol. La increíble historia de Pete Maravich”, de Mark Kriegel, también publicado por Contra.

Como apunte final, no puedo dejar de adscribirme al sentimiento destilado por McCallum cuando compara el baloncesto de la década de los 80 con la era actual de las “estadísticas”. Ni siquiera necesito pronunciarme al respecto; simplemente, subrayar dos de las evidencias incluidas en el arranque del libro: la referida al tipo que pidió que su sentencia de 30 años la subieran a 33 en honor a un tal Larry Bird, o que se esté preparando un musical inspirado en el gran icono de los Celtics y sus duelos con Magic Johnson. Y no digo más, mejor léelo por ti mism@; aquí no estamos ante un pick and roll en bucle, sino ante una gran sinfonía baloncestística donde la nostalgia no es tal, sino una reivindicación porque vuelvan tiempos mejores para el deporte de la canasta.

 

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