El Fútbol, el Youtube y otras hierbas

Con el enorme crecimiento que ha tenido Youtube en los últimos años, era cuestión de tiempo que protagonistas de un medio más tradicional, como puede ser la televisión, acabaran dando el salto a la plataforma digital. No, no vamos a hablar de Bertín Osborne y su habilidad con la plancha, ya que eso quizá lo dejemos para otro día, sino que hoy hablaremos un poco del tema deportivo y del fútbol en concreto, pero sin olvidarnos de la televisión.

Como digo, en cuanto a fútbol digital tenemos a Iker Jiménez que abandona de vez en cuando su nave para echarse unas partidas en su canal de Youtube. Según él, un neófito en la plataforma en la que según él no es nadie… y no puede estar más equivocado, ya que su bagaje televisivo le da una enorme ventaja respecto a cualquier otro canal que empiece a la par que él. En ese sentido tenemos otro caso similar en Maldini, que también se ha creado su propio canal y está teniendo un rápido crecimiento, lógico sabiendo la fama que ha cosechado a lo largo de tantos años.

Pero en el caso de Maldini hay que decir que más allá de ser una figura ya popular, a añadido un tremendo valor al apoyarse en un tesoro que tiene en casa y que es la envidia de cualquier organización o federación de fútbol: su archivo. Sí, más de 100.000 partidos almacenados en una instalación más propia de una multinacional que maneje infinidad de datos, guardados de tal forma que los tiene al alcance de un único click.

 

Vale, que Maldini no es el más certero en los pronósticos y que no lo recomendaríamos como secretario técnico, es cierto. El tipo se ha visto chorrocientos mil partidos a lo largo de su vida, pero sus análisis sobre la calidad de los jugadores son demasiado genéricos. Pero sí, ese archivo es un tesoro y como apoyo para hablar sobre la historia del fútbol tiene un valor incalculable. De algo le tenía que valer grabar hasta la segunda división de Singapur, pues así es que él puede mostrarte cosas como el primer gol de un jugador con la selección sub-15.

¿Qué le ha llevado a este hombre a consumar esta Diógenes digital y almacenar tal cantidad de fútbol? Pues la respuesta es fácil: pasión, la pasión por este deporte. Pero la pasión bien entendida y no el cerrilismo. Loable es cómo la transmite dando la visión positiva de este juego universal, y con eso es con lo primero que deberíamos quedarnos. Porque, por otro lado, está la pasión mal entendida, la del grito y el aspaviento que parece dominar el actual panorama audiovisual.

Ya se sabe, el líder de audiencia marca la tendencia a seguir, y si alguno se quejaba en tiempos del Butano por el excesivo protagonismo de algunos periodistas o locutores, seguramente ahora ya añorará aquellos tiempos ante las corralas que se montan para debatir hasta lo más absurdo de los partidos… o mejor dicho del partido, porque en eso sí que no se ha cambiado mucho y se tiende a monopolizar toda la información entre dos o tres equipos. Lo cierto es que además he de pedir perdón por haber usado el verbo debatir en este contexto, ya que en estos programas más pareciera que hay una mano por detrás azuzando a los contertulios para que expulsen su bilis, para hacernos creer que eso es pasión. No lo es, es un espectáculo, simple y llanamente eso, y para nada enriquecedor.

Por eso, frente a la desmesura verbal muchos preferimos la desmesura digital de Maldini. Seguro que nunca aparecerá llorando porque Cristiano se va a Turín, o porque a su equipo el VAR le ha anulado un gol, y vaya que si se lo agradecemos. No es que Maldini sea el mejor comunicador, o el mejor periodista o el mejor analista de partidos, es que ni falta que le hace serlo para que gente como él o como Áxel Torres, por poner otro ejemplo, crezcan ante la mediocridad generalizada.

Hay que buscar, pero siempre se puede encontrar otra forma de encauzar esta pasión. Mucho más sana y sosegada.