El salto al vacío de Gaspar Noé

Gaspar Noé

 

Gaspar Noé es un director argentino nacido en Buenos Aires en 1963, aunque afincado en Francia, donde ha desarrollado la mayor parte de su trabajo cinematográfico, en concreto es donde ha realizado la totalidad de sus largometrajes. Tras varios cortos y mediometrajes, se puso manos a la obra con su primer largo: Seul Contre Tous (Solo Contra Todos). Pero fue realmente con Irreversible cuando Noé se dio a conocer de forma más general.

Irreversible (2002) es una película cuya narrativa transcurre en una secuencia temporal inversa. De esta forma la película comienza con unos tonos de imagen rojizos y muy fuertes, además usa sonidos con una frecuencia extremadamente baja, también con la insana intención de causar malestar en el espectador, y todo sazonado con movimientos de cámara bruscos y rápidos, tratando de crear sensación de frenesí. Estas primeras escenas transcurren en un club homosexual sadomasoquista, donde Marcus (Vincent Cassel) y Pierre (Albert Dupontel) protagonizan una alocada carrera en busca de venganza, y donde nos muestran nuevas maneras de usar un extintor en una de las escenas más comentadas y controvertidas de la película, donde golpean repetidamente a su objetivo hasta deformarle el cráneo.

Irreversible

Pero si esta primera parte de la película se hace difícilmente tolerable por la situación de estrés que genera, la siguiente es aún más cruel y desgarradora. En ella Alex (Monica Bellucci), novia de Marcus, acude en ayuda de una prostituta que está siendo amenazada. Alex es reducida y violada durante nueve eternos minutos en una secuencia sin cortes. En esta ocasión la cámara está fija, seguramente para obligarnos a mirar y trasladarnos más aún el sentimiento de impotencia por no poder hacer nada para evitarlo, para acentuar más aún esta sensación, se recurre a la presencia de una tercera persona que aparece al fondo de la imagen, se da cuenta de lo que está ocurriendo pero opta por huir.

Gaspar Noe Irreversible fotograma

 A partir de aquí la película suaviza progresivamente los tonos usados en la imagen, la música se vuelve más armoniosa e incluso termina recurriendo a la 7ª sinfonía de Beethoven. Cada escena se vuelve más idílica que la anterior, pero también descubrimos que Alex estaba embarazada, lo que provoca mayor sensación de desasosiego al espectador.

Su peculiar montaje puede ofrecernos dos lecturas, por un lado puede darte a pensar que Noé trata de suavizar su mensaje poco a poco para acabar ofreciéndonos sensaciones agradables e intentar hacernos olvidar lo ocurrido al principio, pero por otro podemos entender que es una forma de mostrarse aún más cruel, ya que puede ser bastante escenificar el fin de una persona, para a continuación mostrarte cómo era en plenitud, y que de esta forma puedas imaginar lo que podría haber sido si una fatal coincidencia no hubiese puesto punto y final a su vida.

Como era de esperar, Irreversible causó una gran controversia y dividió tanto a crítica como a público. Por un lado estaban quienes creían que ofrecía violencia de modo gratuito y sin contenido alguno, por otro lado estaban aquellos que veían en la película una audaz narrativa y una apología contra la violencia y la violación.

Tras esta producción, Noé se embarcó en su nuevo proyecto, pero tardaría nada menos que siete años para poder verla hecha realidad. Su nombre: Enter The Void.

Gaspar Noe Enter The Void

Basada en el Libro Tibetano De La Muerte, y concebida inicialmente cuando el director vio La Dama Del Lago de Robert Montgomery, Enter The Void es un viaje alucinógeno rodado en primera persona, rodada en inglés y japonés, con un Tokio como marco inigualable para mostrarnos un mundo lleno de colores fosforescentes. La película tiene como protagonista a Oscar (Nathaniel Brown), que se ha reencontrado con su hermana Linda, tras ser separados de niños después de la muerte de sus padres en un accidente de tráfico. Oscar gana dinero vendiendo drogas, y además es adicto tal y como comprobamos al principio de la película, donde somos partícipes de alucinaciones psicotrópicas. Oscar es traicionado por uno de sus clientes, visiblemente molesto porque éste ha tenido relaciones sexuales con su madre, y da un chivatazo a la policía. Durante la persecución, uno de los agentes dispara y mata a Oscar, dando así inicio a su viaje como ente incorpóreo.

Gaspar Noe Enter The Void fotograma

Según el Libro Tibetano De La Muerte, al morir inicias un viaje entre tu presente y pasado para finalmente posar tu alma sobre un nuevo cuerpo, y esto es precisamente lo que nos muestra Noé desde la muerte de Oscar. Durante el resto de la película iremos viendo flashbacks, incluyendo la impactante escena del accidente de tráfico que termina con la vida de sus padres, salpicándolo con escenas en tiempo presente, en el que puede ver las muestras de dolor de su hermana y de la gente que le conocía. A su vez, la visión se vuelve más irreal mientras Oscar viaja por el espacio y el tiempo, se fortalece la sensación de luces de neón y por momentos todo parece transformarse en un dibujo animado hasta que finalmente decide cuál será su nuevo cuerpo.

Enter the void es una película altamente recomendable por su arriesgada propuesta, por ser una experiencia distinta, un viaje trascendental contado de manera diferente, quizá porque si se contase de forma ortodoxa dejaría excesivamente al aire la aparente simpleza del guion, y sobre todo porque no daría tanta sensación de irrealidad y de vivencia onírica. Tal vez sea que Noé nos quiere hacer vivir la muerte, o que simplemente pensemos en ella, o quizá solo quiera provocar una ola epiléptica superior a la provocada por los Pokemon, sobre todo al visionar los títulos de crédito, que para Tarantino son de lo mejor de la primera década del siglo XXI. Sin duda estamos ante una de esas películas que dejan poso y que apetece debatir sobre ellas una vez vistas.

Cada cual podrá escoger sus momentos preferidos de la película, pero personalmente, y además de quedarme también con la fuerza de sus escenas, algunas totalmente inolvidables, me quedo con la hermana del protagonista, pero no con su yo actual, sino con su yo infantil, porque el papel que hace la niña en dos momentos claves es absolutamente alucinante, es increíble la verosimilitud que le da. Pocas, muy pocas veces había visto una actuación infantil de tal calibre.

Lamentablemente Enter The Void solo ha podido ser vista en nuestro país a través de festivales, bendito Sitges que nos trae propuestas tan arriesgadas como esta, porque seguramente era una quimera pensar que podía llegar hasta nuestros cines, más aun sabiendo lo que a Noé le costó estrenarla en Francia, pero lo que es absolutamente criticable es que ni siquiera podamos haberla disfrutado en formato doméstico. Quizá algún día se le pueda poner remedio a esta situación, recordemos que recientemente se ha estrenado en unas pocas salas la producción coreana A Bittersweet Life, siete años después de su estreno en Corea, no ya con un estreno comercial, pensar eso es una quimera, sino con una edición en nuestro país en formato físico.