Endhiran: el Matrix bollywoodiense

The_Robot-936428541-largeEn nuestro viaje por la Asia cinematográfica, hoy toca aterrizar en el país que genera la mayor producción mundial de la industria cinematográfica: India. Bollywood, ese lugar desconocido para el espectador medio, ha sido capaz de crear su propio fenómeno de la ciencia-ficción, sin escapar de sus propios esquemas. Estamos hablando de The Robot (Endhiran, 2010) dirigida por S. Shankar, y que ofrece un espectáculo que dejará ojiplático a más de uno.

En este caso, nos enfrentamos a una mezcla de comedia, acción, ciencia-ficción, y el inevitable romance con sus aún menos inevitables toques de musical. Se ve a la legua que a los hindúes les encanta ver romances idealizados en la pantalla, una manera de evadirse de su realidad, y por ello demandan historias así, de tres horas y con muchos «I love you» por el medio, que es otra cosa que me ha llamado sobremanera la atención, las numerosas palabras y frases en inglés que se intercalan con el lenguaje tamil. Una suerte de spanglish hindú. Además, me gustaría recalcar sus tres horas de metraje, ya que en la India, dado lo caro que es para ellos el cine, el espectador demanda películas largas para rentabilizar así su entrada. Aunque si les gusta son capaces de volver a verla incluso decenas de veces.

Como decía, romances idealizados, potenciados por los esperados números de baile, a destacar el del desierto, donde parecía que Camela rodase un videoclip en la propia Bombay, y que va más todavía al pelo viendo el nuevo disco que va a sacar el ahora dúo del rumba-pop. Volviendo a las canciones de Endhiran, notaremos que tienen letras acarameladas que nos hablan de amores idílicos. Algo que puede llamar la atención, pero que echando un vistazo a esos greatest hits con los que muchos cantantes patrios nos bombardean mediante los 40 y cadenas similares, veremos que en ese apartado no estamos tan alejados de Bollywood, ya que, al menos musicalmente, por estos lares también se lleva el almíbar más empalagoso.

De todas formas, son romances muy virginales, como mucho besito en la mejilla y ojo, que los radicales están al tanto y a poco que roces la comisura de los labios se les enciende el turbante. Tanto es así, que en una escena el robot salva a una mujer de morir en un incendio, pero acaba convertido en villano porque la ha rescatado estando ella desnuda, algo impensable en nuestra sociedad y que nos choca. Pese al topetazo cultural, poco a poco te vas habituando y vas viendo de qué pie cojean, acostumbrándote a su visión del mundo. Sobre todo te habitúas a su humor, muy inocentón pero simpático, casi de la época de Jaimito pero sin el contenido sexual de trasfondo.

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Entre tiro y tiro… un bailecito.

Así que la cinta transcurre entre la risa y el asombro por las exageradísimas secuencias de acción, que están en su gran mayoría condensadas en la parte final de la película, con secuencias memorables por lo absurdo e ideas interesantes que sobrevuelan durante todo el tiempo, mezclados con copias más o menos descaradas a clásicos como Terminator, Matrix o Robocop.

Siendo justos, habría que decir que en parte recuerda a la cifi de los 50, por su candidez y la ilusión que demuestra por tratar de tejer una historia interesante, que bebe directamente de las novelas de Asimov, aunque sea seguramente de forma indirecta, pero del que también podemos extraer paralelismos con el Skynet de Terminator. La eucaristía de medios está algo disimulada en sus FX, pero durante el metraje vemos defectos en la imagen como arañazos, algo impensable en una producción occidental hoy en día. Precisamente los efectos especiales son la salsa de Endhiran, su principal atractivo porque simplemente hay que verlo para llegar a creer el desfile de escenas imposibles que son capaces de idear.

No nos engañemos, Endhiran está repleta de defectos, en su mayoría entendibles y asumibles por la falta de medios, pero otros no tanto como fallos claros de montaje, desperfectos en los coches que aparecen y desaparecen… Todo esto sopesándolo con la idea y la intención, que son muy loables, y con números musicales que algunos son “majestuosos” (copia de Rihanna incluida) pero que a este lado del globo terráqueo quedan bastante extraños en una película de ciencia ficción.

Finalmente, dejo una muestra de Endhiran, porque realmente  por mucho que intente explicarlo… hay que verlo.