Israel: ¿dulce navidad?

A pesar de que estamos solos
Nunca estamos con nosotros mismos

 

Después de los singles Happy House y Christine, el siguiente movimiento dado por la banda fue, cuanto menos, singular. Aprovechando las navidades, el 28 de noviembre de 1980 publican Israel (Polydor, 1980), su particular aportación a tan señaladas fechas.

Severin: “Queríamos hacer un single navideño, y para sacarlo a tiempo tuvimos que escribirlo en la carretera, algo que era bastante inusual para nosotros. La escribimos en una habitación de un hotel en Amsterdam (11-12 octubre de 1980). Al poco tiempo, la conseguimos acabar con gran rapidez durante las pruebas de sonido”[1].

Desde la misma portada del single, con una reproducción de la Estrella de David, The Banshees se desmarcaban hasta las antípodas de lo que se entiende como un single navideño. Las diferentes interpretaciones[2] que surgen de este símbolo no ayudaron precisamente a que ‘Israel’ tuviera la difusión deseada. Si en otros casos la polémica había sido el mejor caldo de cultivo, en esta ocasión el tiro les salió por la culata. Aunque, para no faltar a la verdad, la intención de The Banshees nunca fue la de subir en los charts; y menos, focalizando la esencia de una canción hacia esta empresa.

Desde el principio, lo que más llama la atención es esa referencia a Israel, cuya misma historia ofrece un guión de tintes más bien críticos. El colmo de las intenciones de Siouxsie ocurre en el tramo final de la canción donde Siouxsie expresa una imagen que hace partícipe al amigo americano como celebración de la vida… Una ironía muy oscura.

“In Israel, will they sing Happy Noel” [En Israel, ellos cantarán ‘Happy Noel’]

0Siouxsie_Israel‘Israel’ es un single de pop atípico, y más para ser uno que es independiente, al no estar incluido en ninguno de sus LPs. Este tipo de singles solían ser ganchos más directos que las canciones extraídas de los álbumes[3]. Viniendo de Siouxsie y los suyos, la estrategia de desconcertar obedece a la misma naturaleza a contracorriente del grupo. De este modo, a diferencia de la inmediatez de ‘Happy House’ o el magnetismo directo de ‘Christine’[4], la nueva canción ideada para salir al mercado dura hasta cinco minutos. Incluso, se incluye una especie de interludio de coros casi operísticos, que se acaban amoldando al sprint final de la canción, en una sensación donde el absurdo de la religión, que se desprende de las letras de Siouxsie, alcanza un nuevo techo. No obstante, que nadie se piense ahora que Siouxsie iba a empezar a hacer discursos con deje panfletista. Nada más lejos de sus intenciones.

There’s a man who’s looking in
And he smiles a toothless grin
Because he’s singing, singing
See some people shine with glee
But their song is jealousy
Their hate is clanging, maddening
[5]

Quitando el pegadizo estribillo, el resto de la canción suena como uno de los temas ideados para formar parte de sus LPs. Sin embargo, en lo que difiere con las producciones del grupo en aquella época es por la nitidez y la depuración sonora que caracteriza su desarrollo. La batería de Budgie aparta su estilo intrincado, a contrapié, para sonar casi domesticado mediante un ritmo tan sencillo -excepto por los pertinentes redobles que hace en varios momentos de la canción- que no parece que sea él quien está con las baquetas. Los acordes pulsados por McGeoch son más cristalinos que nunca, volviendo a ofrecer su visión primigenia del dream-pop. Por su parte, Severin marca el tono pausado y liviano de la canción, aunque su tacto robótico queda algo enterrado entre las mezclas. Aparte de la inserción de la capa de coros que se amoldan a este corte, el trabajo de Nigel Gray para ésta puede considerarse como uno de los más logrados, y detallista, que haya realizado para The Banshees.

Pero lo mejor de ‘Israel’ es sin duda la interpretación vocal de Siouxsie. Más comedida que nunca, incluso en el estribillo, el relieve de su expresividad está controlado hasta el más mínimo detalle. Siouxsie ya no canta, hace levitar las palabras entre algodones.

Si bien Israel no tuvo las ventas esperadas, por otro lado, la vertiente polémica que se sonsacó dio para unas cuantas interpretaciones. Ya se sabe; cuando se toca el tema de la religión, los buitres afilan sus plumas con instinto asesino.

El clásico enfoque abierto de las letras de Siouxie, sumado a la llamativa portada escogida, también provocó que la prensa le buscara las cosquillas al grupo mediante posibles interpretaciones políticas. Pero qué equivocados estaban…

Siouxsie: “No tengo fe en la religión organizada. Creo que todos somos diferentes y que tenemos que encontrar la manera de impresionarnos a nosotros mismos, y ser mejores”[6].

Esta explicación de Siouxsie se refleja mediante la exposición de los Milagros de Jesucristo como un cepo alienador.

Waiting for a sign
To turn blood into wine
The sweet taste in your mouth
Turn bitter in its glass
[7]

0siouxsie-and-the-banshees18
Siouxie & the Banshees en la sala de máquinas

El absurdo del dogma de la religión, para Siouxsie la esencia de ‘Israel’ parte de una idea muy clara: “Primero uno tiene que buscar su propio camino para luego poder hacer piña con más gente que busque la fuerza en la unión”.

Siouxsie: “No, no es sobre la religión como tal, es más general. Una persona desilusionada, o toda la raza que han dejado de entender o creer en lo que tenía que ser la verdad. Se trata de cruzar al otro lado. La gente no debería esconder lo que siente por dentro a raíz de la enseñanza o las actitudes impuestas. Hay que hacer hincapié en la fuerza del individuo”[8].

Durante las entrevistas de aquella época, la onda expansiva del tema religioso llevó a relacionar ‘Israel’ como la antítesis de ‘The Lord’s Prayer’, en lo que a su perfil religioso se refiere.

Siouxsie: “Son diferentes caras de la misma moneda. ‘The Lord’s Prayer’ era algo agresivo sobre la religión y la tradición, mientras que ‘Israel’ dice que la religión es buena si se une a las personas desilusionadas, pero sin el dogma que, por lo general,  acompaña a la religión”.

¿Eres religiosa?

Siouxsie: “No, yo no diría que lo soy. Decir que ‘hay un Dios’ es demasiado específico. Creo que se trata de la sensación de una cosa más que una descripción de algo”.

¿El sentimiento de tu música es más importante que las letras específicas?

Siouxsie: “No necesariamente tienes que profundizar en cada letra, línea por línea. La mayoría de mis letras son muy comprensibles”.

¿The Banshees son como una religión para ti?

Siouxsie: “Es el lugar donde me abro. Me abro sin inhibiciones sobre el escenario. Hoy en día todo está orientado a mantener tus cosas en secreto. Ahora hay más presión mental. Cuando el tapón hace su función durante mucho tiempo, la cosa acaba por terminar explosionando. Me molesta cuando la gente trata a la banda como una religión,  porque estamos totalmente en contra de cualquier tipo de dogma. No queremos peleas o choques culturales en nuestros conciertos. Mucha gente no va a los conciertos debido a la violencia que existe”[9].

Este single fue la certificación de la doble cara del grupo, tan bien expresada tras una pregunta del crítico Simon Reynolds a Steve Severin.

Una de las cosas más interesantes de los Banshees es la forma en que habéis sobresalido en ser, a la vez, un grupo de singles y una banda de álbumes. Algunos de los mejores trabajos son los singles que ni siquiera estaban en los álbumes. Pero, igualmente, todos los álbumes han sido experiencias de escuchas unitarias y cohesivas.

Severin: “Eso es como nuestra mezcla de influencias. Nos gusta gente como Cluster,  Neu! y Can, pero también somos amantes de T. Rex y toda una generación de buenos singles. Los dos principales artistas que todos amamos, Roxy Music y Bowie, hicieron grandes singles y grandes álbumes. Vemos el single como la tarjeta de visita. En nuestro primer single, la cara A, ‘Hong Kong Garden’, fue la canción más comercial que habíamos escrito hasta la fecha. Sin embargo, la cara B, ‘Voces’, fue la pieza musical más extraña que habíamos escrito hasta aquel entonces”[10].

 

 


[1] Paytress, Mark: The Authorised Biography. (Traducción del autor.)

[2] El símbolo de La Estrella de David se hizo tristemente famoso en 1941, cuando los nazis empezaron a perseguir a los judíos. Lo utilizaban para marcar sus casas y sus ropas. A partir de 1948, La Estrella de David se convirtió en el emblema del Estado de Israel. Antes de que tuviera este significado, la estrella de seis puntas tenía un sentido mágico. En aquellos tiempos, era habitual colgarla en las paredes para ahuyentar a los malos espíritus. Por otra parte, los alquimistas la usaban para representar la conexión entre cielo y tierra. En la Praga del s. XIV, la comunidad judía incorporó este hexagrama. Ya en el s. XIX,  se fue introduciendo cada vez más en las sinagogas y en objetos de culto. En 1890, el movimiento sionista acabó por adoptar la estrella de David como emblema.

[3] No hay más que recordar el ejemplo perfecto de New Order con singles que, como ‘Confusion’, ‘Blue Monday’,  ‘Thieves Loke Us’, ‘True Faith’ o ‘World In Motion’, no aparecieron en ninguno de sus álbumes.

[4] A diferencia de la buena acogida que tuvieron estos dos singles, Israel no llegó más allá del puesto 41 en los charts británicos. Y eso que se trataba de un “single navideño”.

[5] Hay un hombre que está esperando su oportunidad
Y sonríe con una sonrisa sin dientes
Porque está cantando, cantando
Ve a algunas personas que brillan de alegría
Sin embargo, su canción es envidiosa
Su odio es un estruendo, enloquecedor

 [6] Record Mirror: “Interview”. (Traducción del autor.)

[7] Esperando una señal
Para convertir la sangre en vino
El dulce sabor de boca
Se vuelve amargo en el vaso

[8] Sounds: “Interview”. (Traducción del autor.)

[9] Johnny Black: “Through a glass darkly”, Trax. (Traducción del autor.)

[10] Reynolds, Simon: “Interview with Steve Severin”, Q & A. (Traducción del autor.)