por Tres horas de buen y vital flamenco a cargo de artistas catalanes encuadrados en un concierto titulado La generación actual cerraron las actuaciones que han venido ilustrando la 28ª edición del Congreso de Arte Flamenco que se ha celebrado en Barcelona. Cante, toque y baile joven y fresco como exponente de una cultura que tiene en Catalunya, desde muy antiguo, asiento y plaza. Lleno absoluto con asistencia del alcalde Joan Clos y los concejales Ferran Mascarell y Katy Carreras.
Abrió la velada el guitarrista José Luis Montón con su grupo. Este músico es un concertista estudioso que busca el enriquecimiento del flamenco con generosidad. Por eso fue capaz de ceder su protagonismo al violinista libanés Ara Malikian, un solista que hizo cantar a las cuatro cuerdas. Montón se acompañó por el cante y baile de la artista Ana González y por la percusión de Sergio Martínez.
Después apareció Miguel Poveda, que calentó al público arrancándose por seductoras alegrías y repasó luego pasos fundamentales como seguiriyas y bulerías. Poveda va madurando la voz, impregnándola de riqueza y perfeccionismo. Este cantaor está muy cerca de redondear su registro vocal, pleno de buen gusto y de íntimas sensibilidades. Canta con dulzura como es él. Le acompañó a la guitarra Juan Gómez, Chicuelo.
Quien ya ha alcanzado la luna con la voz es Mayte Martín, la encargada de cerrar el recital. Su amplísima gama de matices, la belleza colorista y luminosa de su voz, y la influencia de viejos cantaores como La Niña de los Peines y El Pena hacen que sus cantes siempre electricen y entusiasmen. De la petenera a la vidalita, de la cantiña al escalofriante martinete y la bulería de los bises, Mayte Martín exhibió su talento con sorprendente perfección y exquisitez, respaldada por la guitarra de Juan Ramón Caro, siempre en segundo plano, acariciante y respetuosa con Mayte.
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Juan Soto Viñolo publicó esta crítica el martes, 13 de septiembre de 2000 en El Periódico de Cataluña. El espectáculo tuvo lugar el 8 de septiembre del mismo año.
