Konono Nº1 aterriza en el BAM 2016

Ya con medio siglo de vida, recién cumplidito este año, Konono Nº1 se presenta como la gran atracción del BAM de esta edición del 2016. Será el domingo a las 20:15 en la Antigua Fábrica Estrella Damm. Y como excusa ideal, vendrán presentando su último proyecto, junto a Batida,  Konono Nº1 Meets Batida (Crammed, 2016).

Para el que aún no haya escuchado este trabajo, sólo decirle que estamos ante uno de los discos del año. De laaaargo. Porque si hay una cosa que tiene el combo de Kinshasa, es ese bien tan preciado, y escaso, conocido como el Don. Para exprimirlo bien para esta ocasión han unido fuerzas con el artista angoleño-portugués Pedro Coquenão, con quien se han trasladado hasta su centro de operaciones, en Lisboa. Desde ahí, se han dejado guiar por las manos del productor Vincent Kenis. Y de ahí, a catalizar los sonidos africanos que fluyen entre las venas de la capital portuguesa. De esta aventura han surgido colaboradores como el MC AF Diaphra, Papa Juju, cabeza de león de los siempre reivindicables Terrakota, o el sorprendente Selma Uamusse.  Esta misión tenía un claro objetivo: unir puentes entre culturas musicales con tantos actos reflejos como los que surgen entre el Congo y Angola.

Konono 1

Y a ciencia cierta que lo han logrado, y certificado, en una nueva exaltación de la capacidad aperturista del término “afro”. Uno al que yo redefiniría más adecuadamente como “congo” o el término ya conocido como “bazombo”. Porque folk africano hay de todos los gustos y sabores. Y no creo que cuando se hable de country americano se utilice esta misma etiqueta para la rumba. Pues lo mismo. La capacidad melódica de las percusiones de Konono. Esa fuerza para hacer restallar timbres y tonos como chasquidos de luz. Su inmersión dub en la amplificación del sonido. Estas cualidades no son tan habituales, y definen cierto savoir affaire en su música, directamente ligado a los orígenes de su país, y todos los cambios vividos a lo largo de este último siglo. De la influencia francófona de cuando se le conocía como el Congo Belga, hasta 1960, a hoy en día, a, precisamente, su situación geográfica, próxima a Angola, tierra de gran influencia portuguesa. Konono Nº 1 siempre han evolucionado, constantemente, en función a una tradición que ellos mismos han impulsado hacia zonas menos evidentes, y que desde el seminal Congotronics (Crammed, 2004) han amplificado hacia regiones del mundo occidental de manera paulatina. Como su memorable colaboración con The Ex. Quizá una de las pocas bandas del mapa que pueden equipararse a Konono Nº1 en su capacidad para convertir un concierto en una celebración de sudor, emoción y cruces de piernas imposibles. Lo que se entiende como una celebración física que se eleva a trance en masa. Referencias no tan habituales que hacen de su aterrizaje en Barcelona un acto único, ineludible. Y una ocasión única para olvidar que al día siguiente ya es el fatídico lunes de marras.