La cara B: Unwound

Unwound: post-hardcore progresivo

De esa clase de bandas que siempre se quedaron a las puertas de un reconocimiento mayor, Unwound representa una de las cabezas más visibles dentro de esa liga de ilustres olvidados de los años ’90, a la que pertenecen junto a Disco Inferno, Come o Unrest. Desde esta situación solapada, Unwound nos han dejado una de las discografías más vivas y misteriosas que se recuerdan en los últimos tiempos. Rock incómodo, pero tremendamente sugerente, Unwound empezarán en 1990, bajo el nombre de Giant Henry, con Justin Trosper -voz y guitarra-, Vern Rumsey al bajo y Brant Sandeno como batería. Provenientes de la fértil escena de Olympia, el propio Calvin Johnson -Beat Happening, Dub Narcotic System, The Halo Benders- les grabará a mediados de 1991 cuatro canciones, siendo éste también el año en el que pasarán a llamarse Unwound.

unwound foto 2Con una línea muy definida desde sus comienzos, donde se adivina una fuerte influencia de Sonic Youth, Unwound tomarán como primeras referencias las que conectan con la escena post-hardcore: “Creo que de alguna manera estábamos reaccionando contra el grunge. El pseudo-rock de Seattle era algo cínico y aburrido. Nos tiraban los Melvins y Nirvana, pero estábamos mucho más influenciados por el punk de Washington D.C. y también nos interesaba más el hardcore -husker du/black flag/mission of burma- y el punk británico -wire/gang of 4/joy división-.”[1] Delimitados entré estas diversas fuentes, para cuando se pongan a realizar su primer álbum, las transmutarán en un sonido propio tras el que ya se percibirá el pulso marcial de la nueva batería, Sara Lund. Así, en 1992 Unwound publicarán su primer mini-álbum, “Unwound”, reeditado en 1995 por los sellos Punk In My Vitamins? y Honey Bear. Primera referencia de consideración en su trayectoria, tras este paso inicial, en 1993 llegará el LP “Fake Train” (Kill Rock Stars, 1993), con el que marcarán un nuevo hito dentro de la escena independiente de los años ’90. Despegue alkalino sin red, no hay palabras ante los monumentos al rock más visceral -“Dragnalus”, “Pure pain sugar”, “Nervous energy”- que nos muestra esta clásico oculto. Desbordante por sus formas sin delinear, el magma sonoro que crean Trosper, Rumsey y Lund es de los que más que golpear, aturden. Exprimiendo al límite las posibilidades sonoras a las seis cuerdas, Trosper consigue una síntesis modélica de sus influencias como guitarrista: “Greg Ginn -Black Flag-, Sonic Youth, Greg Sage –wipers-, Jimi Hendrix, David Lester -Mecca Normal-, Helios Creed –Chrome-, Tom Verlaine –Televison-, Toni Iommi -Black Sabbath- y muchos más. Hay un montón de no-guitarrista que también me han influido -John Coltrane y Peter Brotzmann-.”[2] Heterogéneo caudal de huellas, la propia música de Unwound genera un indescifrable cariz sensaciones que, eso sí, casi siempre están motivadas por un estado de ánimo depresivo, muy presente a lo largo de todos sus discos: “Enfocar la depresión de la manera correcta puede ser positivo, por lo menos para mí. No intento deprimir a la gente; esa no es mi motivación. La gente puede decidir por sí misma.”[3] Para alcanzar el estado de ánimo necesario, en el caso de “Fake Train”, se tomarán dos semanas sin descanso para su grabación. Tal como relata Trooper: “Estaba viviendo en un puto agujero donde tomábamos jarabe para la tos todos los días y nos quedábamos despiertos toda la noche. Raramente veíamos la luz del día. No hace falta decir que me encontraba en un extraño estado mental. Practicábamos en el sótano de Sara -una casa llamada la casa roja-. Además, por lo general, Olympia suele tener inviernos oscuros y lluviosos.”[4] Punto de partida depresivamente inmejorable, tras este primer paso en largo, Unwound sacarán cuatro álbumes más, durante un lustro que les irán arrastrando hacia formas cada vez más abstractas y experimentales.

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Protagonistas de una trayectoria discográfica sin el menor desperdicio, álbumes como “New Plastic Ideas” (Kill Rock Stars, 1994), “The Future of What” (Kill Rock Stars, 1995), “Repetition” (Kill Rock Stars, 1996) o “Challenge for a Civilized Society” (Kill Rock Stars, 1998) demuestran que “Fake Train” no fue más que el comienzo de todo. Suficientes razones como para haberse coronado como una cita ineludible del rock de los años ’90; sin embargo, la propia idiosincrasia indefinible del trío, sin posibilidad de etiquetas a la ligera, les cerraría las puertas para poder llegar a la consideración que otros, como Slint o Shellac, siempre han tenido. Siempre atraídos por los meandros más revueltos de la música de vanguardia, entre 1997 y 1999, el propio Trosper, junto al primer batería de Unwound, Brandt Sandeno, y Joe Plummer (Bare Minimun) publicarán dos interesantísimos álbumes de corte muy experimental, bajo el nombre de  Replikants. Vuelta a Unwound, tras “Challenge for a Civilized Society”, se pasarán tres años sin nuevo álbum en estudio. Durante todo este tiempo,  “A Single History: 1991-1997 (Kill Rock Stars, 1999), un recopilatorio de singles no incluidos en sus LPs, servirá para amenizar la espera de la que, a la postre, se convertirá en la obra definitiva del grupo: su postrero trabajo en estudio “Leaves Turn Inside You” (Kill Rock Stars, 2001). Doble LP realizado con la premisa de cambiar la perspectiva y la forma de trabajar, en su nuevo álbum “había una deliberaba, y obvia, oportunidad para rechazar la distorsión y añadir más texturas y tonos. Pero esto no fue sólo a causa de que descubriéramos unos cuantos discos nuevos. Pienso que el sonido es más original que en nuestros trabajos anteriores, principalmente, porque dedicamos un montón de tiempo a tocar juntos y ya contábamos con un buen número de grabaciones en nuestro poder. Probablemente, el otro factor más importante -posiblemente el más importante- se debe a que utilizamos el estudio como una plataforma compositiva. En cuanto a los discos que estaban en nuestra órbita durante esos momentos; en lo que a mí se refiere, se encontraban el “Low” de  David Bowie, el “Second Edition” de PiL, el “Soft Bulletin” de  Flaming Lips, el “Kid A” de Radiohead, los discos ambient de Burzum ambient –“Dauði Baldrs” y “Hliðskjálf”-, el  “The Head on the Door” de The Cure, el “Smile” de los  Beach Boys, y cosas británicas de los ’60 como Beatles, Led Zeppelin y Kinks.”[5] Una de las obras más injustamente olvidadas del comienzo del siglo XXI, “Leaves Turn Inside You”, estremece a lo largo de su hora y cuarto de duración. A redescubrir totalmente, desde la revista The Wire, el periodista musical Tom Ridge definirá a la perfección la relevancia de esta obra simpar: “Desde sus comienzso en 1991, este trío asentado en Washington ha tratado de forma abrasiva y controvertida su música, en algún lugar entre Fugazi y Sonic Youth. “Leaves Turn Inside You” es su primer disco en tres años. Éste marca una radical salida del ámbito general de su sonido. La escena hardcore ha soltado clásicos individuales durante infrecuentes intervalos de tiempo y “Leaves…” se coloca cómodamente al lado del “Zen Arcade” de Hüsker Dü, “Double Nickels On The Dime” de Minutemen, y el “Daydream Nation” de Sonic Youth. Unwound están en plena salida y progresión y ,en el curso de este álbum, una belleza indistinta emerge desde todos sus inquietos y desplazados patrones guitarrísticos y ritmos sinuosos. La suave agresión de “December” fluye sin esfuerzo, allí donde las harmonías y los patrones melódicos coexisten con punzantes, e intermitentes, riffs de guitarras y percusiones vigorosas. Cualquier conflicto entre la lírica difusa y  el incansable empuje de la música se pierde en los movimientos entre abrasión y harmonía. Unwound han reinventado su música como hardcore progresivo, componiendo un cuadro donde los conceptos abstractos se han convertido en sólidas estructuras de rock. Este valiente y ambicioso disco hace de todas sus aristas un contorno de invención.”[6] Elocuente descripción de una obra sin fin, justo cuando habían logrado alcanzar el tan soñado momento de creatividad absoluta, Unwound cerrarán sus puertas. Pérdida irreparable, no obstante, su obra siempre estará ahí como uno de los tesoros más perturbadores que nos haya dado la música durante estas tres últimas décadas.

 

Discografía:

“Caterpillar” (Kill Rock Stars, 1991) -single-

“Kandy Korn Rituals” (Kill Rock Stars, 1992) -single-

“Unwound” (Gravity, 1993) -single-

“Fake Train” (Kill Rock Stars, 1993) -LP-

“New Plastic Ideas” (Kill Rock Stars, 1994) -LP-

“MKultra” (Kill Rock Stars, 1994) -single-

“Negated” (Kill Rock Stars, 1994) -single-

“The Future of What” (Kill Rock Stars, 1995) -LP-

“Unwound” (Punk in my Vitamins?/Honey Bear, 1995) -Primer EP del grupo reeditado tres años después-

“Split single with Steel Pole Bathtub” (1995) Honeybear -single-

“Corpse pose” (Kill Rock Stars, 1996) -single-

“Repetition” (Kill Rock Stars, 1996) -LP-

“The Light at the End of the Tunnel Is a Train” (Kill Rock Stars, 1997) -EP-

“Challenge for a  Civilized Society” (Kill Rock Stars, 1998) -LP-

“A Single History: 1991-1997 (Kill Rock Stars, 1999) –recopilatorio de sus singles publicados entre 1991-97-

“Split single with Versus” (Troubleman, 2000) -single-

“Leaves Turn Inside You” (Kill Rock Stars, 2001) -LP-

“Live Leaves” (Autoeditado, 2012) -Documento de su gira del 2001 en doble LP-



[1] Scaruffi, Piero: “Unwound: earthquake rock”, an interview with Unwound (Justin Trosper), 1999, en http://www.scaruffi.com/interv/unwound.html, traducción del autor.

[2] Ibídem

[3] Ibídem

[4] Ibídem

[5] Unwound en http://unwoundarchive.com/blog/, traducción del autor.

[6]Ridge, Tom: “Review “Leaves Turn Inside You”, abril 2001 en http://unwoundarchive.com/articles/, traducción del autor.

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