La rebelión de Pulp. «Different Class» (III)

La guinda final al pop atrincherado que encerraba Different Class nace desde la misma portada. El mejor reflejo posible del contenido, la foto de la cubierta está ideada con varias parejas de clase obrera en el día de su boda. Esta foto de familia parece el reverso de la mítica cubierta del Sargeant Pepper’s Lonely Heart Club’s Band (Parlophone, 1967) de los Beatles, repleta de personajes míticos del siglo XX. Si los de Liverpool buscaban la entrada entre el Olimpo de los Dioses dispuestos entre ellos, lo que hicieron Pulp fue retratarse con un conjunto de gente anónima que, inmediatamente, será diseccionada entre las canciones incluidas.

Incluso más representativa que esta portada, Pulp llevaron a cabo uno de los usos más soberbios del clip musical que se recuerdan. Los fotogramas dispuestos para vídeos como ‘Babies’, ‘Disco 2000’ o ‘Common People’ aumentan el grueso de matices con los que el oyente británico podía identificarse de forma providencial. El aura negra de humor típicamente británico que exhalan están mezclados con un halo tragicómico absolutamente reconocible, que alcanza el summun en las situaciones representadas en el clip de ‘Mis-Shapes’. En esta mini-película de cuatro minutos queda perfectamente representada en una típica noche de discoteca. Para ello, surgen una sucesión de instantáneas desde las que se abre en canal la condición más vergonzosa de sus protagonistas, llegando a su momento culmen en las escenas filmadas en los urinarios. Desde estas estancias, los agredidos son esa “clase diferente” a la que alude Cocker. El mirón que se pone a tu lado para mirarte de reojo el tamaño del miembro, el grupo de amigos que pillan por sorpresa al despistado de turno para aplicarle en su frente una broma cruel; pero sobre todo la pintada final en la taza del retrete, donde se transluce toda una declaración de intenciones, que funcionan como el paradigma de la filosofía vital de Cocker.

FEAR NOT BROTHERS + SISTERS

WE SHALL PREVAIL

LIVE ON[1]

 

Más que las propias palabras escritas, que el hecho de que éstas estén marcadas sobre la taza de un retrete de una discoteca de segunda quizá sea incluso más representativo.

Más que ningún otro, este clip nos ofrece la venganza de Cocker tras tantos años de exclusión del mundo real del pop. Así, hacia el final se da forma a un sueño de grotescos tintes instigadores: coger una metralleta y empezar a disparar a diestro y siniestro sobre todo el que está a su paso, incluido una versión de sí mismo: en la que Jarvis se ha convertido al pasar de ser de observador a observado.

Vuelta a términos más musicales, al igual que ya había pasado con His ‘n’ Hers y ocurrirá más adelante en This Is Hardcore (Island, 1998), Different Class se convirtió en el paradigma de la teoría por la que en los ’80 podía medirse la grandeza de un grupo por el nivel de las caras B de sus singles. Embarcados en un crucero hacia el mismo centro de la inspiración, Pulp recogieron esta tradición eminentemente mancuniana, ejemplificada en las “otras” canciones de bandas como Joy Division, New Order y los Smiths. Los descartes de Pulp durante esa época habrían dado para un par de discos más que solventes, sobresalientes. Caras B como ‘Mile End’ o ‘P.T.A’ incluso hubieran agrandado el impacto de Different Class si hubieran sido incluidas en el mismo álbum.

Different Class fue el disco que mejor salió parado de la guerra Blur-Oasis dirimida en 1995. Fue como si Pulp se hubiesen propulsado por la inercia del combate en la cumbre, pero tomando una carretera alternativa, que les llevó hacia una situación ideal, al menos en Inglaterra…

Cocker: “Si hay una guerra que librar, entonces que sea por gente creativa que intentan invadir el mainstream. Quiero decir, la cosa de Blur frente a Oasis era una mierda, pero al menos era como una escaramuza sucediendo en el escenario principal. Creo que las personas creativas han ganado una buena cantidad de territorio durante este último año”[2].

Pulp, que se habían pasado años tratando con el hecho de no encajar en ninguna parte, de repente, encontraron su lugar con Different ClassFue casi como si 1995 se convirtiera en el año donde el rompecabezas Britpop finalmente encontró su lugar, incluyéndolas piezas difíciles, Pulp incluido, que de pronto tuvieron sentido. Blur estaba dentro, Oasis, pero no pudimos saberexactamente dondecuadraba Radiohead. Parecía que estaban en una esquina, en alguna parte, pero también en el mismísimo centro. Pulp habían encontrado su sitio. Eran divertidos, agudos, secos y distintivos. Y en cada club indie en el que entrabas para terminarla noche sonaba ‘Common People’. Era como una celebración del grupo de indies inadaptados que, finalmente, habían tomado su venganza en las listas de éxitos”.

Cocker: “Con lo que estaba ocurriendo en la música en aquel momento, y las cosas que habían quedado atrapadas dentro de una especia de gueto indie durante años; de repente, estaban llenándose los anfiteatros y cosas por el estilo. Parecía como si estuviera brotando una gran oportunidad“[3].

Propulsado por la inercia del estrellato repentino, en el momento de máximo apogeo de Pulp, Jarvis Cocker se marcó un triple tirabuzón mortal hacia adelante. Todo partió de un suceso que, de haber existido youtube, seguramente hubiera alcanzado proporciones de difusión sin igual. En aquella fecha marcada con letras de fuego, un Michael Jackson en la cúspide de su egolatría se presentaba en la gala de los Brits de 1996. Su intención era la de elevar su figura mesiánica hasta el límite la espectacularidad: una nueva confirmación de su título de “Rey del Pop”. Rodeado de un coro de película a lo Cecil B. De Mille, Jacko interpretó uno de sus cortes más grandilocuentes: ‘Earth Song’. Pero lo que el bueno de Michael no se esperaba era lo que le tenía preparado un Cocker con sed crónica de protagonismo.

Como un relámpago, la figura desgarbada de Coker apareció por detrás del escenario, hasta que se coló entre la pléyade de coristas ataviados como en el Hollywood de los años ’30. Mientras Jacko ascendía por un elevador, buscando los cielos reservados a su ridículo endiosamiento personal, Cocker se apropiaba del escenario. En posición militar, haciendo el saludo característico, la primera impresión del público a la entrada de Coker fue propia del que se espera ¿un dueto? Imposible. Cocker estuvo menos de un minuto sobre el escenario. Al momento, tuvo que escapar ante la amable invitación de los responsables a que se largara sin hacer ruido. O eso, o volvía a acabar en una silla de ruedas…

Cocker: “Fue una forma de protesta por la forma en que Jackson se muestra como una especie de  Jesucristo, como si tuviera el poder de curar”[4].

Cocker:“Fue después de los Brit Awards de 1996, donde monté una especie de protesta por la actuación de Michael Jackson. Sólo con esaacciónme transportéa untipo de famaen los tabloides, que no podría ni habermeimaginado. Así que, básicamente, yo era conocido por casi toda la población del Reino Unido como un chico tímido que creció en Sheffield. Fantaseaba conlogenial que sería alcanzar la fama, así no tendría quehablar realmente con la gente,ysentirme incómodo. Y, por supuesto, como todos sabemosdelos cuentos de hadas, cuando lograsesa ambiciónte enteras de lo queno quieres. Todo miconjunto de valoresno tenía nada quever conese tipo de cosas que salían en lostabloides. Me tomó mucho tiempo ocuparme de todo eso”[5].

A pesar de este episodio grotesco, Cocker se encontraba en una posición de privilegio para ejercer de postavoz. En plenos años ’90, había ocupado el puesto que le había correspondido a Morrissey en los ’80. Su voz se había convertido en el himno oficial de los sentimientos más íntimos de la juventud británica.

Mientras tanto, desde el otro lado del espejo, Denim se convertían en la antítesis total  del éxito alcanzado por Pulp. La historia se repite: todo gran triunfo siempre conlleva un reverso trágico…


[1]HERMANOS Y HERMANAS, NO TENGÁIS MIEDO

NOS IMPONDREMOS

SOBREVIVIREMOS

[2]Cigarettes, Johnny: “Sorted for freezing gigs!”, New Musical Express. (Traducción del autor.)

[3]Quantick, David: “The Q interview with Jarvis”, Q. (Traducción del autor.)

[4]Bianciotto, Jordi: “En nombre de la Union Jack: auge y caída del brit-pop”, Teen Spirit: de viaje por el pop independiente, página 317.

[5]Michael Jackson: la Cajita de Peter Pan: “El día en que Jarvis Cocker hizo el más espantoso de los ridículos”.