«Las dramaturgas españolas y lo distópico: Teatro y ciencia ficción en el siglo XXI» por Teresa López Pellisa

Recientemente la Universidad de Filadelfia ha publicado sus Anales de Literatura Española Contemporánea (ALEC), en el que dedica un apartado a la dramaturgia de ciencia ficción escrita por mujeres. Su autora, Teresa López Pellisa.

Bajo el título Las dramaturgas españolas y lo distópico: Teatro y ciencia ficción en el siglo XXI, la doctora en Humanidades analiza 11 piezas teatrales englobadas en diferentes tipos de distopías como las biogenéticas, las político-capitalistas o ecológicas.

«Propuestas dramáticas inquietantes, fruto de una generación que nació con grandes expectativas, pero que se ha tenido que enfrentar a una crisis mundial que ha generado una gran fractura socio-económica aparentemente insalvable»[1].

El punto de partida del artículo es toda una declaración de intenciones, pues pone en entredicho la afirmación de Menéndez Pidal acerca de que la literatura española es predominantemente realista,  «ignorando una larga tradición de lo fantástico y la ciencia ficción en la cultura española desde el siglo XIX hasta nuestros días (Roas y Casas)»[2]. La literatura española no es sólo realista, sino también fantástica. Y no está escrita únicamente por hombres, sino también por mujeres. El planteamiento de Pellisa es, de por sí, innovador al establecer el foco de su investigación en el teatro y las literatura escrita por mujeres, dos campos que no suelen tenerse en cuenta a la hora de estudiar la ciencia ficción, y mucho menos entrelazados.

La autora observa que la visión más oscura de la humanidad se muestra «tras los resquicios de estas obras de teatro de ciencia ficción, ambientadas en un futuro que se refiere a nuestro presente»[3]. Teresa López Pellisa realiza un análisis exhaustivo de las obras del que se desprende la honda relación del teatro con la ciencia ficción, pues ambos plantean cuestiones que afectan directamente al ser humano, al alma humana, a su porvenir, a su entorno.

Clonación de Eva Guillamón aborda un escenario que podría convertirse en común. Una hija que ha perdido a su padre decide clonarlo con el fin de recuperar a su figura paterna, volver a ser hija. Sin embargo, el padre renace como una «tabula rasa, vacío de recuerdos que su hija debe «rellenar de historia», intentando simular cada uno de los momentos vividos por su padre para que se convierta en la misma persona. Pero ¿cómo se puede recrear una vida? La mujer que deseaba volver a ser hija, había terminado convirtiéndose en la madre de su padre»[4].

Por otro lado, Aina Tur ambienta su obra Evolución «en el Centro de Experimentación 00002 del año 2444, donde una Dona Sapiens (un ser evolucionado que domina la superficie planetaria) guía a un grupo de observadores (el público) durante la visita al centro para observar a seres creados con perfiles genéticos seleccionados como la Dona Ratiens 43 (DR42), una persona genéticamente perfecta:

portadora del material genético más sofisticado que se ha conseguido codificar.  Es preciosa, aparentemente tiene todo lo que cualquier individuo desea. En su  actitud se dibuja una cierta soberbia que la convierte en un ser indeseable para  todos aquellos que no han tenido al suerte de alcanzar un grado de perfección  equiparable al suyo»[5].

López Pellisa relata cómo Aina Tur escribió la obra después de leer un artículo en la prensa en el que Ginés Morata, exdirector del Centro de Biología Molecular del CSIC afirmaba lo siguiente: «La muerte no es biológicamente inevitable. […] Lo que el hombre vaya a ser en un futuro va a depender de la tecnología que se aplique sobre sí mismo»[6]. Pellisa añade: «La biotecnología intenta convertir la muerte en algo obsoleto»[7].

Algunas de las obras estudiadas se preguntan por el lugar que ocupa el ser humano en relación con la naturaleza, en el poder que ejerce sobre ella y sus consecuencias. Beatriz Cabur escribe en su obra Ronensbourgh: «La tierra soporta a los humanos, los humanos se sustentan de la tierra que, harta, responde con sacudidas, literales y no tanto. Las pandemias son la muestra. El planeta está vivo y está cansado de nosotros»[8].

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Las nuevas tecnologías y las redes sociales son objeto de reflexión. En Neocracia Pilar G. Almansa recrea un escenario en el que el gobierno ha desarrollado una red social, Sichernet que, bajo el pretexto de la seguridad, coarta las libertades de sus ciudadanos cual Panóptico: «Se trata de una sociedad vigilada, de una sociedad que no actúa por miedo y que no se expresa libremente porque vive aterrorizada ante el control y la vigilancia digital; un sistema gubernamental que tiene la capacidad de asesinar en el mundo real y mantener viva la ciberidentidad del suprimido»[9].

La ciencia ficción en mayor o menor medida ha sido siempre un género de raíz profundamente filosófica por los temas que aborda, y con un carácter siempre crítico en relación al entorno que la rodea. Teresa López Pellisa asevera: «La ciencia ficción, como ficción especulativa, se ha convertido en el género idóneo para proyectar, criticar y subvertir el ahora en el porvenir»[10]. The Seer de Carmen Viñolo (antes Carmen Lloret) imagina un futuro cercano en el que las pensiones por jubilación están a punto de ser suprimidas. Pese a los rumores que corren al respecto, la única persona que parece (pre)verlo es su protagonista, una Mujer de 64 años a punto de jubilarse. El hecho de que las pensiones se eliminen supone volver a un estado animal, a trabajar hasta la muerte.

«El ambiente de angustia y represión de la obra y la atmósfera asfixiante en la que vive se desprende de su monólogo: «Al principio dijeron que sería temporal, cosa de meses, a lo sumo un par de años, hasta que pasase el chaparrón. Dijeron que había que arrimar el hombro y que, entre todos, lograríamos superar la situación. (Sarcástica.) Ya van más de cinco años y la situación no sólo no se ha superado, sino que parece no tener fin. «Tened paciencia», proclaman. «Es temporal», repiten incesantemente. ¡Pero a los viejos no nos sobra el tiempo! Pretenden hacernos creer que todos se arreglará, cuando está muy claro que este nuevo escenario es ya inamovible»»[11].

El análisis de Teresa López Pellisa es harto agudo: «Es interesante que no se mencione nunca ni al gobierno, ni al sistema, ni al Estado, y que, sin embargo, su omnipresencia sea palpable a través de la presión que ejerce en la atmósfera de la vida de la protagonista»[12].

El teatro como útero del conflicto humano tiene en la ciencia ficción una aliada que le permite abordar preguntas antiguas y cuestiones nuevas. Peligros a la vuelta de la esquina que nadie parece considerar. Pero también una nueva visión, un camino hacia un mundo mejor que sólo es posible de alcanzar a través de la reflexión y de la crítica.

Como Teresa López Pellisa concluye: «Para mostrar la necesidad que tenemos de revisar nuestro presente, para no derivar en un futuro indeseable ]…[. La ciencia ficción a través de la proyección, especulación y ensayo de diversas hipótesis de mundos posibles, para reflexionar sobre el mundo en el que vivimos y en el que querríamos vivir»[13].

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Las dramaturgas españolas y lo distópico: Teatro y ciencia ficción en el siglo XXI de Teresa López Pellisa se ha publicado en Annals of Contemporary Spanish Literature (ALEC), Philadelphia, Society of Spanish and Spanish-American Studies, United States, vol. 42, nº 2, 2017: páginas 147-159.  ISSN 0272-1635

Piezas dramáticas analizadas y comentadas en el artículo:

Evolución (2008) de Aina Tur

Clonación (2011) de Eva Guillamón

Vitro (2000) de Beatriz Cabur

Banqueros vs. Zombies. El juego de los mercados (2015) de Pilar G. Almansa, Dolores Garaylade e Ignacio García May,

The Seer. Tragedia en dos actos y un sueño ( 2014) de Carmen Viñolo

Neocracia (2008) de Pilar G. Almansa

La redención (2016) de Ana Merino

Toda una vida (2014) de Antonia Bueno

First Date. Guión radiofónico (2011) de Beatriz Cabur

Ronensbourgh (2004) de Beatriz Cabur

Futuro 10.0 (2011) de Olga Iglesias y Álvaro Tato.

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Los próximos días 14 y 16 de noviembre, Teresa López Pellisa impartirá dos conferencias sobre las dramaturgas distópicas españolas en el I Encuentro de Literatura Fantástica y de Ciencia Ficción en la Pontificia Universidad Católica de Chile (día 14) y en el Campus Presidente Errázuriz de la Universidad Adolfo Ibáñez en Santiago (el 16 de noviembre de 19:45 a 20:45).

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El texto publicado de Teresa López Pellisa puede encontrarse en el siguiente enlace.


[1] López Pellisa, Teresa: Las dramaturgas españolas y lo distópico: Teatro y ciencia ficción en el siglo XXI, páginas 73-74 / 361-362.

[2] Ibídem, página 47/355.

[3] Ibídem, página 49.

[4] Ibídem, páginas 53-54 / 341-342.

[5] Ibídem, página 51 / 339.

[6] Ibídem, página 50 / 338.

[7] Ibídem, página 54 / 342.

[8] Ibídem, página 69 / 357.

[9] Ibídem, páginas 64-65 / 352-353.

[10] Ibídem, páginas 47 / 355.

[11] Ibídem, página 75 / 363.

[12] Ibídem, página 62 / 350.

[13] Ibídem, páginas 74 y  73 / 362 y 361.