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Si hay algo que nos queda claro al afrontar una película del surcoreano Bong Joon-ho, es que sus historias siempre bordearán el convencionalismo, jugando con él para finalmente ofrecer algo distinto. Lo vimos en el thriller policiaco Memories of Murder (Salinui Chueok, 2003), que huía de tópicos para ofrecernos una historia de una investigación que derivaba en una denuncia contra los métodos usados por la Policía en Corea del Sur. También pudimos comprobarlo en The Host (Gwoemul, 2006), una película de monstruos en donde lo menos importante era, precisamente, el propio monstruo, quedando como mero contexto para las aventuras de una familia al rescate de uno de sus miembros, y ofreciendo una película que mezclaba acción, drama y comedia casi a partes iguales.
También sucede en esta Mother (Madeo, 2009), elegida por el país asiático para representarles en los Oscar del 2009. El argumento gira en torno a la muerte de una joven, teniendo como único sospechoso a Do-Joon, un joven de 27 años que sufre un ligero retraso mental, siendo acusado prácticamente sin posibilidad de defensa, algo que nos recuerda, precisamente, a Memories of Murder. Su madre comenzará a remover cielo y tierra para lograr exculpar a su hijo, completamente segura de su inocencia. Kim Hye-ja es quien encarna a la progenitora, y merece una mención aparte por su brillantísima interpretación que, por suerte, fue convenientemente premiada en varios certámenes.
Mother baila continuamente entre el drama y el thriller, salpicándolo siempre con las características gotas de comedia negra que tan bien le sienta al cine coreano. Se presenta como una eterna batalla entre la candidez y la soberbia. La candidez representada por madre e hijo, ella por sobreprotectora y por mostrar una fe casi infinita, él porque su propio retraso le confiere una actitud casi amoral, carente de juicio y con la creencia casi instintiva en la bondad humana. La soberbia, representada por el sistema que asfixia y aplasta a los dos protagonistas, dejándoles casi indefensos ante su resolución. Una batalla representado en un casi interminable viaje, en el que la madre tendrá que luchar contra todo y contra todos, deseosos de terminar con el dolor del asesinato asignando la culpa y teniendo así la posibilidad de dejar atrás el suceso.
Ambientada en la Corea rural, Mother volvió a confirmar a Bong Joon-ho como uno de los directores asiáticos más interesantes. Algo que le valió la posibilidad de trabajar con presupuestos mayores en la reciente Snowpiercer (Le Transperceneige, 2013), coproducción entre Corea del Sur y Estados Unidos.
