Odiseo embrujado

Daba la sensación de que Catalunya se había segregado, en efecto, del resto del país, al menos en lo cultural, en lo que a El Brujo se refiere. Durante una década, que se dice pronto, Barcelona ha estado privada de este brillante creador. Y, cuando menos te lo esperas, se planta en el Condal con su maravillosa e hilarante versión de La Odisea.

Rafael Álvarez El Brujo, en el papel de aeda, nos relata las aventuras y desventuras de ese personaje complejo y único de la literatura, Ulises, balanceándose entre la rapsodia más bella y el humor más punzante; como en una montaña rusa, sube hasta el pico del Olimpo, para luego descender hasta lo más bajo de la política actual, y a pesar del vértigo y las carcajadas, ambos lugares no parecen tan lejanos el uno del otro. Lo universal choca con lo concreto, y lo concreto se abstrae, zarandeando al público del mismo modo que hace Atenea con Ulises, cuando a pesar del afecto que siente por él, debe pararle los pies y mostrarle qué es eso que llaman democracia.

La Odisea de El Brujo es teatro puro, pura comedia. ¡Y eso hace tanta falta! Tal y como él mismo dice, el arte debe curar, y vaya si nos curó. Entre la lírica y las carcajadas renacimos como la primera vez que El Brujo nos hizo renacer.

Esperamos que el siguiente reencuentro en Barcelona sea, por favor, antes de la próxima década.

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La Odisea de Homero-El Brujo estará en el Teatro Condal de Barcelona hasta el 9 de febrero.

Un comentario en «Odiseo embrujado»

  1. !Gracias por esta apasionada inmersión en el nuevo espectáculo de «El Brujo»! Ya me ha entrado el gusanillo. Mañana mismo me planto en la primera fila del teatro.

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