The Go-Betweens: «Cattle And Cane» y «Dusty In Here»

The Go-Betweens foto 1Hoy toca retroceder más de treinta años para rememorar, o descubrir, ‘Cattle And Cane’, uno de los pilares de los Go-Betweens, la gran formación australiana liderada por Gran McLennan y Robert Forster, y también uno de los grandes himnos en la nevera dentro de la historia del indie-pop. Publicado en febrero de 1980, a pesar de llegar al nº 4 de las listas de ventas independientes, la repercusión alcanzada por ‘Cattle And Cane’[1], y su LP de 1983, Before Hollywood (Rough trade, 1983) -llegando al nº 2 de las listas indies de ventas-, nunca lograron, ni de lejos, la repercusión de la ‘This Charming Man’, el gran single de los Smiths, publicado unos meses más tarde que éste y con el que comparte no pocas similitudes en su engranaje rítmico.

A pesar de quedar como el otro lado del espejo del éxito alcanzado por ‘This Charming Man’, la importancia de ‘Cattle And Cane’ fue básica en el devenir del pop independiente. En efecto, este corte compuesto por Gant McLennan preconiza la posibilidad de una mayor libertad dentro de los cánones del pop. De una estructura instrumental complejísima, donde los compases pasaban del 4/4 al 2/4 y al 5/4, ‘Cattle And Cane’ parece como una exhalación de pop celestial, movido por unos rieles de aleación post-punk perpetrados para que sus melodías flotantes nunca puedan avistar tierra.

Grant McLennan: “Escribí esta canción al poco de llegar a Londres por primera vez con una guitarra acústica prestada. Era de Nick Cave, que entonces quería aprender a tocar, y me pidió que le echara una mano. Estaba tocando sin más, sentado en un rincón, y me vino a la cabeza. Es una canción sencilla, un riff de dos acordes, aunque hay que tener cuidado con el ritmo; no todo el mundo puede tocarlo. Tampoco es que me considere un buen guitarrista; no tocaría para otro grupo aunque me lo pidieran”[2].

Robert Forster: “Grant me noqueó con esta canción. Fue algo que no vi venir. La tocó para mí y pude ver toda su infancia, algo que no le había oído hacer a nadie en la historia del rock. Simplemente lo hizo. Mirando hacia atrás, no hay una canción tan conmovedora y bella sobre cuando tienes ocho o diez años de edad. Realmente, no hay una canción así en el catálogo de Dylan, Paul Simon o Springsteen. Es algo que se le ocurrió y le identifica”[3]. “Todas mis canciones hasta 1983 eran ‘ahora, ahora, ahora, ahora y yo, yo, yo, yo’. Éste fue el momento en el que me pregunté a mí mismo por qué no había pensado en algo así anteriormente”[4].

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Como bien dice Forster, de ‘Cattle And Cane’ emerge una serie de imágenes que nos llevan a ser espectadores en primera fila de la película de recuerdos de McLennan.

Grant McLennan: “Cuando era niño no me gustaba el sitio donde vivía. Era una granja de ganado, en medio de ninguna parte, espacio abierto por todos lados; no soportaba el clima, siempre a 40 o 45 grados de temperatura. Fueron malos tiempos para mí; pasaba los días sin hablar con mi propia familia. Siempre deseé vivir en una gran ciudad, aunque ahora que he viajado por el mundo no lo tengo tan claro. Esa canción es un poco como pedir perdón”[5].

Al igual que los 20 minutos que tardó Johnny Marr en articular el esqueleto instrumental de ‘This Charming Man’, ‘Cattle And Cane’ surgió como un arrebato puro de inspiración, de los que hay que cazar al instante antes de que las musas visiten a otro espíritu inquieto.

McLennan: “El ritmo me resulta tan extraño, el tono tan bello y triste. La canción surgió fácilmente, fue grabada rápidamente, y todavía me cautiva”[6].

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McLennan, la magia pop del post-punk.

Una de las leyendas más sonadas sobre la composición de ‘Cattle Cane’ es la implicación de Nick Cave en ésta, más allá de que McLennan la compusiera con la guitarra de su amigo aussie.

Robert Forster: “Podría ser. Ellos pasaron bastante tiempo juntos durante una temporada. Aquella época londinense con The Birthday Party fue en 1982: The Birthday Party, The Go-Betweens, The Laughing Clowns estaban allí, los Triffids estaban allí, los Moodists durante los siguientes dos años. La gente estaba fuera grabando o de turismo. Era muy raro que hubiera una interacción social, porque la gente estaba sólo ocupada en ir de aquí para allá. Debió haber sido en un momento del tiempo que Grant y Nick estaban pasando juntos. Normalmente, descarto esta suposición; me parece una tontería, ya sabes, sólo una tontería romántica, pero yo no estaba allí. Eso sí, me acuerdo de Grant diciéndomelo. Así que hay una gran probabilidad de que sea verdad”[7].

Al igual que logró posteriormente ‘This Charming Man’, ‘Cattle And Cane’ señalaba una nueva vía de entrada hacia un pop-psicodélico con gasolina post-punk, que se desviaba de la derivación principal del post-punk que había desembocado en los dominantes new-pop y synth-pop. El puente entre el pasado y el futuro. Tanto The Smiths como The Go-Betweens fueron las bandas que, junto a Orange Juice, mejor ejemplificaron un sintomático viaje al pasado como fuente renovadora; de paso, certificando lo autónomo de sus personalidades dentro del pop facturado en los ‘80.

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Escena familiar de los Go-Betweens.

Bandas con más de un punto en común, aparte del hecho de abrir las puertas del pop en 1983 con sus respectivos singles, The Go-Betweens y The Smiths compartían otras cosas en común. A saber, ambas pertenecían a Rough Trade, estaban compuestas por dos claros duetos compositivos y, por qué no decirlo, junto a Prefab Sprout, iban a componer el ramillete más sembrado del pop facturado en Inglaterra durante los ’80 mediante sus subsiguientes álbumes y singles. Eso sí, la suerte no fue la misma para los dos.

“Una de las razones para el éxito inmediato de The Smiths en el Reino Unido estaba basado en el hecho de que gran parte de su imaginería deriva de que parecía que nadie había crecido en otros lugares como para ser tomados como elementos de mal gusto y poco atractivos de la cultura popular británica. Cuando Lynden Barber entrevistó a Robert Forster para Melody Maker a finales de 1984, se sintió obligada a señalar a Foster sobre el tema de The Smiths, cuya popularidad, obviamente, le había dado que pensar un poco”.

“Esta es la entrevista donde dijo: ‘Me encadeno a mí mismo a Wigan Pier, que es donde está mi corazón’. Hay una cierta cantidad de lo inglés que puedo tomar, y que luego  sólo será un misterio para mí. Hay un corazón en eso a lo que no puedo llegar. Probablemente tampoco me gusta porque es un centro muy húmedo’”.

“Todo, desde ‘Coronation Street’ a Terence Stamp hasta las flores, todo su mundo encajaba y él, Morrissey, podía juntarlo todo en una sola cosa: acercarse a una visión. Quiero decir, eso es algo que probablemente podría hacer en Australia, porque conozco a toda la gente; conocen todas las cosas que hay que decir, las que nos pondrían en esa posición”.

“De vuelta en Australia, grupos como Mental As Anything estaban, de hecho, haciendo exactamente eso, aunque mediante una sátira más directa y menor entusiasmo de cómo lo harían The Go-Betweens. Pero The Go-Betweens estaban intentando florecer dentro de una cultura extranjera, una que no podían aprovechar de la manera que Morrissey, para su evidente frustración, algo que a la cabeza más visible de The Smiths le salía aparentemente sin esfuerzo. De alcanzar el éxito, tendría que ser sólo por su música, sin las ventajas de los apoyos culturales adicionales”.

“Muchos australianos han sentido que se les trataba como bandas de segunda clase en Gran Bretaña. The Go-Betweens fueron aceptados allí a pesar de su origen australiano, no gracias a él. En una entrevista concedida a NME, a finales de 1983, Forster señalaba que el grupo había incorporado ‘unos pocos elementos de Australia’ en su sonido: ‘Hay cosas que podemos hacer que la gente inglesa encontrarían tentadora, pero son cosas que encontraríamos bastante obvias’[8]. Desde luego, ni ellos mismos se lo ponían fácil a sí mismos: no hay más que ver el vídeo que harían para ‘Head Full Of Steam’, el tema estrella de Liberty Belle And The Black Diamond Express, y para el que habían contado hasta con la colaboración a los coros de Tracey Horn -Everything But The Girl-. En ese vídeo, Robert Forster parece un híbrido extraño entre Prince -enseñando todo el ombligo con ese top ridículo-, la Yello  y un Morrissey de baratillo -con ese collarazo de cadenas que, sospechosamente, remitían al gusto de Morrissey por colgarse collares de perlas durante las actuaciones de su grupo-. Ni que decir tiene que, a pesar de estar ante una de las canciones pop más perfectas que jamás se hayan compuesto, el delirante baile al ralentí de un Forster chorreando androginia acabó por ser la constatación de la desnortada visión que la banda tenía a la hora de llegar al público británico.

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Lindy Morrison, el gran pulmón.

Además de ‘Cattle And Cane’, el otro momento de excepción de Before Hollywood también provenía de una de las composiciones de McLennan. En este caso se trata de ‘Dusty In Here’, una canción que, como el mismo McLennan, explica: “La canción es sobre mi padre, que murió cuando yo tenía cuatro años”[9]

‘Dusty In Here’ se mueve sobre un reloj sin manecillas. El tiempo se ha congelado. La voz de McLenann brota por un resquicio, de forma violenta, inesperada. El dolor expresado es si cabe más sincero, al hacerse presente como un tajo a bocajarro. Tras su última vocal exhalada, las teclas del piano caen como estalactitas. En realidad, son las lágrimas del propio McLennan, expresando una herida imborrable, envasada por siempre dentro de sus vísceras.

A lo largo de toda la canción, McLennan canta a destiempo. En realidad, no existe una base real. Las diferentes piezas de la música siguen su propio ritmo, suenan como recortes de melodías tan imperfectas como concretas, como el comienzo de algo que se rompe irremediablemente antes de tiempo. En su caso, la muerte de su padre cuando sólo tenía cuatro años.

Like a ghost
A ghost of something old
It’s cold and dusty in here
Just twenty years
And six feet down I’m told
I know your face
I share your name
In the dark
When shadows have their way
A finger’s a chimney
And the moon’s on fire
Then sleep arrives
He’s got his bags and wares
The dragon sleeps
And St. George stares[10]

Forster: “Cuando Grant tenía cuatro años, su padre murió. Tal vez esta canción deriva de esto. El estaba de mal humor, y siempre esperabas pillarlo con un buen día. […] Estuve con él dos veces en los que se encontraba totalmente destrozado. Y hubo muchos años en los que no pude estar a su lado, porque no estábamos en la misma ciudad”[11].

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Al igual que el aspecto autobiográfico de las letras, el tono espectral de la canción dibuja palabras fantasmagóricas. Hay un momento en que los instrumentos dejan de sonar independientemente, se unen en un único cuerpo, pero sólo cuando la voz de McLennan se evapora. Es un momento de tristeza subyugante, que expresa el vacío en el corazón de McLennan, “you lost your voice, you let it go” [has perdido tu voz, la dejaste marchar].

Post-punk en slow-motion, ‘Dusty In Here’ es de ese tipo de canciones que marcan una arruga dentro del rostro musical de una banda. Por mucho que rebusquemos, quizá la única referencia posible a esta canción sea el minimalismo de Young Marble Giants, pero ni eso. Donde los Giants son milimétricamente emocionales, ‘Dusty In Here’ es trozo de memoria arrancado de cuajo y mostrado en toda su crudeza.

Tanto ‘Dusty In Here’ como ‘Cattle And Cane’ vampirizan con su sombra todo el trayecto por las aguas revueltas de Before Hollywood. A pesar de que se trata de una obra que no baja el pulso de la inspiración en ningún instante, Forster queda tremendamente oculto ante el derroche de McLennan. Pero ‘Dusty In Here y Cattle Cane’ es algo más importante: dos diarios que delimitan las experiencias vitales de McLennan hasta aquel momento, la prueba definitiva de que había explotado una impetuosa supernova de genio.



[1] En realidad, esta posición está muy bien, viendo los problemas de distribución que tuvo este single y que, por cierto, también tuvo un prensaje de muy mala calidad.

[2] Añaños, Roman F.: “Canciones de cuna”, Rockdelux, agosto de 1989.

[3] Tom Magazine: “”The Go-Betweens”, septiembre de 2012. (Traducción del autor.)

Fuente:  http://www.tommagazine.com.au/2012/09/06/the-go-betweens/

[4] Ware, Gareth: “The Go-Betweens // Feature”, London In Stereo, 17 de febrero de 2015. (Traducción del autor.)

Fuente: http://www.londoninstereo.com/the-go-betweens-feature-2/

[5] Añaños, Roman F.: “Canciones de cuna”, Rockdelux, agosto de 1989.

[6] Kool’ Zine: “Hard On For Love: 38776 caracteres alrededor de The Go-Betweens”, página 24.

Fuente: http://www.superjuez.com/thegobetweens.pdf

[7] McGregor, Jody: “The Go-Betweens pat.2: ‘Lennon / McCartney Could Have Written That’”, Mess+Noise. (Traducción del autor.)

Fuente: http://www.messandnoise.com/articles/4512928

[8] Nichols, David: The Go-Betweens, pag. 150-151. (Traducción del autor.)

[9] Kool’ Zine: “Hard On For Love: 38776 caracteres alrededor de The Go-Betweens”, página 24.

 

[10] Como un fantasma

Un Viejo fantasma

Está frío y polvoriento

Veinte años ya

Y aún ahora, hablándome bajo tierra

Conozco tu cara

Comparto tu nombre

En la oscuridad

Cuando las sombras siguen su camino

Un dedo es una chimenea

Y la luna está ardiendo

Entonces llega el sueño

Con sus maletas y mercancías

El dragón duerme

Y San Jorge vigila

[11] Forster, Rober: “A True Hipster: Robert Forster on Grant McLennan”. (Traducción del autor.)

Fuente: http://www.go-betweens.net/library/Hipster.pdf