The Gun Club: «Fire of Love» (Ruby, 1981)

The Gun Club foto 1El mejor disco punk de la historia, según el reputado crítico musical Piero Scaruffi, si bien este título tendría más lógica con el primer disco de los Ramones o los Clash, lo que sí está claro es que al referirnos a Fire of Love (Ruby, 1981) lo estamos haciendo de la obra que mejor interpretó la necesidad de renovar las raíces del folk americano mediante un generoso chute de punk intravenoso. El debut de la banda del tremendo Jeffrey Lee Pierce, The Gun Club se adelantarán a bandas vecinas de Los Angeles, como X, mediante esta pieza tallada en tronco viejo, con un hacha afilada en punk rock sin adulterar. Como resultado, el blues – “Preaching the blues”, “Cold drink of water blues” -, el country – “Fire spirit” – y el rockabilly -“Black train” quedarán pervertidos para siempre, gracias a una banda tocada por la mano de un Dios enojado, necesitado de una buena dosis de pecado en sus carnes.

Un coladero por el que echar medio siglo de historia musical. Para llegar a buen puerto, será necesario contar con la espaciosa y tribal base rítmica formada por el tándem formado por Rob Bitter – bajo – y Terry Graham – batería -. Pero sobre todo, por la guitarras de Lee Pierce y Ward Dotson: dos virtuosos dotados con el don de estirar y retorcer los acordes en puro fuego. Tanto como el que desprenden auténticos clásicos del punk & roots como “Sex beat”, “She’s like heroin to me” y “Jack on fire”.

Siempre perdidos en tierra de nadie, entre el L.A. Punk y el Nuevo Rock Americano, The Gun Club nunca consiguieron escapar de su halo del malditismo: uno al que el mundo de excesos del propio Jeffrey Lee Pierce tampoco ayudarán en demasía, llevándole a la muerte un triste día de marzo de 1996. Pero antes de este trágico suceso, su rastro podrá seguirse a lo largo de media docena de obras monumentales, y rabiosamente actuales, entre las que también se encuentra su único disco en solitario: el infravalorado Wilweed (Triple X Entrertainment, 1985).

Una de las bandas más influyentes de los últimos treinta años, su manera de apropiarse con saña de las raíces de la música tradicional americana ha servido de vital inspiración a grandes como R.E.M., Nick Cave, Pixies, Uncle Tupelo, Mark Lanegan, Thalia Zedek, 16 Horsepower, Giant Sand, The White Stripes o Centro-matic.