The Man From Earth – La duda es posible

PortadaJerome Bixby fue un reputado escritor y guionista estadounidense, especialista en ciencia-ficción y responsable, entre otras muchas obras,  del relato que dio origen al clásico Viaje Aluncinante (Fantastic Voyage, 1966) de Richard Fleischer o del guión de cuatro capítulos de la serie clásica Star Trek. Durante décadas desarrolló una historia, puliéndola en numerosas ocasiones y rematando su última versión en sus últimos días de vida. Bixby falleció en abril de 1998, pero antes transmitió su relato a su hijo Emerson, también guionista. Emerson Bixby trató en numerosas ocasiones que la última historia de su padre fuese llevada a la gran pantalla, pero se encontró ante la reiterada negativa de diversos productores.

Tuvo que esperar hasta el año 2006, cuando se encontró con el director Richard Schenkman y comenzaron a darle vida al script de The Man From Earth (2006). El presupuesto era irrisorio, 56.000 dólares, pero la historia no precisaba mucho más, ya que estamos ante un ejemplo de ciencia-ficción sin efectos especiales. Así que con una simple casa y su porche se solucionaron el 99% de las localizaciones de la película, sin necesidad de mayores estridencias. No nos encontramos en un futuro, ni siquiera en un futuro próximo, no hay naves espaciales ni avances científicos. Simplemente una revelación que altera nuestro presente.

La base de la película es una despedida, la del profesor John Oldman que sorprendentemente renuncia a su puesto en la universidad y anuncia que se muda. En su último día reúne a sus amigos en su apartada casa, y lo que en principio era una pequeña reunión de despedida da un giro radical cuando John les da una noticia sorprendente: realmente es un cromañón, un hombre que ha vivido durante 14.000 años que no envejece. Es por eso que cada diez años es obligado a cambiar de localidad para evitar preguntas incómodas, como la más obvia de todas ¿porqué su aspecto físico no presenta alteraciones a lo largo de los años?

Fotograma

Desde ese momento el trasfondo de la película es la duda, la misma duda cartesiana que nos pedía que dudásemos de todo para llegar hasta la verdad ¿Es posible que exista un hombre que ha sobrevivido durante catorce milenios? En una reunión de científicos lo que se avecina es esperable, un aluvión de preguntas para encontrar el fallo del planteamiento, o bien llegar a un razonamiento indubitable. Su naturaleza racional les obliga a pensar de inicio que la historia de John es inventada, pero sus rápidas respuestas y su locuacidad irán inclinando la balanza hasta un punto en el que comienzan a dudar. Realmente en la historia de John, tal y como dice uno de los personajes, lo más sencillo es que ni él pueda demostrar su veracidad, ni ellos puedan demostrar que miente. Además durante la hora y media que dura la película tampoco se tiene la sensación de que se le ponga realmente contra las cuerdas.

Los diálogos se suceden durante todo el metraje, sin dar pie en ningún momento al aburrimiento ya que son muy ágiles y evitan recargarlos con excesivo lenguaje científico, así que por esa parte The Man From Earth aprueba con nota. De hecho, en ningún momento se echa en falta que haya más localizaciones, o alguna situación que ponga más al límite a los protagonistas. Si esto no fuese suficiente, el director nos ofrece una respuesta final clara, sin interpretaciones posibles aunque quizá no sea del gusto de todos.

En definitiva, The Man From Earth es un claro ejemplo de que una película puede funcionar sin necesidad de derrochar una ingente cantidad de dinero, y de que además se puede hacer ciencia ficción inteligente sin que una raza de robots supuestamente inteligentes quiera destruir la Tierra.