Una Chica Vuelve a Casa Sola de Noche

PortadaDe audaz podría calificarse el debut de la estadounidense, de origen iraní, Ana Lily Amirpour, que recibió el kilométrico y descriptivo título de Una Chica Vuelve a Casa Sola de Noche (A Girl Walks Home Alone at Night, 2014). Rodeada de actores iranís, o también con orígenes iranís como el protagonista Arash Marandi, realmente de nacionalidad alemana, Amirpour se embarcó en la aventura de retratar un Irán inexistente, desde la melancólica distancia que le ofrece el ser de familia emigrante.

Bad City, así nombra a la ficticia ciudad en la que se desarrolla la historia, repleta de habitantes que representan la parte oscura del ser humano. Criminales, drogadictos, prostitutas, camellos… todos conviven en falsa armonía en una ciudad en la que no parece haber lugar para la bondad, y por ello el niño que vemos de vez en cuando parece estar completamente desubicado. Entre toda esta amalgama de desdichados, la figura de una joven con burka, solitaria en la noche, aparentemente frágil e inocente, no parece inicialmente destacar. Pero pronto podremos ver como sus afilados colmillos surgen cuando la joven necesita alimentarse o, más frecuentemente, siente la necesidad de limpiar una parte de Bad City.

Una Chiva Vuelve a Casa Sola de Noche, una atípica historia de vampirismo salpicada con otros temas sociales y con un toque de cruce de culturas, una mezcla entre Estados Unidos e Irán, entremezclando referencias de ambos mundos personificados en el camello Saeed, principal proveedor de droga y de hábitos similares a los que un criminal del Bronx pudiese tener.

Fotograma

La crítica social no tarda en aparecer, especialmente trata el machismo desde prácticamente el inicio, en el que en una televisión podemos ver cómo lanzan soflamas dignas de aparecer en un anuncio de Soberano de los años 50. La vampira, de aspecto frágil como ya hemos dicho, es el cebo idóneo para todos aquellos que creen que la mujer es una posesión. A ella la veremos actuar únicamente sobre varones, y más profusamente cuando tratan de imponerse sobre una mujer, ya sea la vampira u otra chica. Sin embargo, el protagonista, Arash, parece distinto al resto. Vive con su padre drogadicto y acosado por Saeed, debido a las deudas de su padre con éste, quien le quitará dinero y cualquier posesión importante que tenga. En una ciudad que parece generar odio en cada esquina, Arash podría ser el único que se salvase de los colmillos de la vampira.

La película recupera también el aspecto erótico que tradicionalmente han conllevado las historias de vampiros, y la fotografía sombría, en blanco y negro, ayuda a crear la ambientación necesaria para disfrutar de la historia. Una historia aparentemente sencilla, contada más con silencios que con diálogos.