Presentación de «Miles Davis. El Big Bang oceánico»

La semana que viene es el momento en el que las librerías contarán con el nuevo libro de Marcos Gendre. Un trabajo de tres años para el que el periodista coruñés ha llegado más lejos que nunca. Sobre la materia tratada en sus páginas, entre 1968 y 1975, Miles Davis plantó la semilla de un brainstorming monumental. Su obsesión por estar a la cabeza de la revolución funk gestó un camino de inspiración a través del que se adentró buena parte de la música más arriesgada y fascinante de la segunda mitad del siglo XX y lo que llevamos de éste. Veamos, A.R. Kane, Tim Buckley, Can, Weather Report, 808 State, Hawkwind, Jimi Hendrix, Sun Ra, Stereolab, Swans, Herbie Hancock, Annette Peacock, Brian Eno, Prince, George Clinton, John Martyn, Jan Garbarek, Sly and the Family Stone, Henry Rollins, Guru, Flying Lotus, Questlove, St. Vincent, Mos Def, Goldie, David Toop, Radiohead, Talking Heads, Tortoise, Robert Wyatt, Jon Hassell. La lista es interminable, aunque únicamente por semejante nómina de abducidos ya daría para entender el impacto que supuso la escucha de obras tan aventuradas como In A Silent WayBitches Brew (Columbia, 1969) o On The Corner (Columbia, 1972). Efectivamente, ésta es la terna de LPs más alabada de entre todos los gestados durante “los años eléctricos” de Miles, de cuando transmutó el término “fusión” en el de “integración” y el rock comenzó a ser una palabra habitual dentro de la ortodoxia jazz. Por mera extensión, la afrenta contra la tradición se acabó traduciendo en un Big Bang oceánico de sonidos políglotas, la razón por la cual ni el hip hop, el krautrock ni un sinfín de estilos hubieran evolucionado como lo han hecho hasta el día de hoy. Lo que se entiende como una música de músicas que navegan entre las páginas de esta profunda inmersión hacia la esencia del Miles más inconformista y su eco en reverb dentro de la cultura musical de este último medio siglo.

Sobre todo ello departirá el autor, entrevistado para la ocasión por el locutor de radio de Onda Cero Luis Llera. La jornada promete, y más si el lugar indicado es la librería-bar “Berbiriana”, situada en la Rúa Santiago 7, A Coruña. La hora del evento: las 19:30.

MILES CUBIERTA

Como pequeña introducción de lo que nos espera, aquí os dejo un extracto del prólogo realizado por Abel Hernández –Migala, Emak Bakia, El Hijo- sobre este trabajo.

He aquí un libro que cuenta cierta historia de un artista singular, de un rey, un gurú y los notables que lo acompañan, y sobre algunas obras que hacen juntos. Pero éste no se queda ahí. En realidad lo que se propone es indagar en la clase de fuerzas que poseen a Davis y su fiebre musical, hasta desvelarlas. Y en esa búsqueda da con otra historia. Lo que encuentra es que las pociones del Miles de la ruptura son las propias del brujo de la tribu de los artistas que cometen a sabiendas, a ultranza, traición a la tradición (tras interiorizarla). Y que hay otros muchos artistas que la bebieron y entraron en el mismo trance, en contacto con el mismo espíritu.

Siga leyendo y asistirá a cómo Marcos Gendre sigue las señales de tal presencia, desde su primera aparición en ese puñados de discos del trompetista hasta nuestros días.

Marcos Gendre no sólo rescata esa tela de coordenadas que justifican una tesis sobre cierta historia oculta bajo el peso del historicismo y el canon aceptados por consenso crítico, sino que lo hace abriendo pequeñas aperturas secretas que dan a sus distintas estancias y nos permiten escuchar. Nos sitúa ante el fenómeno justo después de que la fuerza se manifieste. Elige las palabras capaces de traducir su pasión por el descubrimiento para entonces construir una plataforma sobre la que podamos ver y oír.

Gracias a ello, este libro, querido lector, logra algo muy distinto de muros que se estrechan, de discursos que empequeñecen. De hecho, logra algo que todos los libros sobre música y músicos deberían conseguir: que queramos escuchar, o escuchar de nuevo, que queramos despertar a las fuerzas que hacen posible la jungla del sonido, el océano de la música. Aquí no sólo se pone etiquetas a la historia de unos años para un músico. Se propone una inmersión en el océano al que pertenece su obra, y en sus distintas aguas, olas, crestas y corrientes, siempre móviles. Un viaje al corazón, chesireiano, de la jungla de la música.