Hans Laguna: «Oteiza», la escultura de ruido

hans laguna foto 2!Si señor!, El Genio Equivocado vuelve a la carga con una nueva gema a añadir al creciente catálogo de savia nueva, regeneradora, que, últimamente, estamos viviendo entre las estepas peninsulares. En este caso, Hans Laguna será el que ampliará los ya tremendamente panorámicos horizontes musicales del sello catalán, ya sublimados por el embriagador pop de Murciano Total, el slowcore con filias a The Cure de Blacanova, el post-punk asilvestrado de Las Ruinas…-. Y es que el ejercicio de drone espacial que se pega Hans Laguna en Oteiza (El Genio Equivocado, 2013), se cuenta como uno de los actos más ambiciosos que se han llevado a  cabo en estos últimos años, aquí o en la China.

Obra forjada en torno a la obra escultórica de Oteiza, el genial escultor vasco, de este planteamiento surgen las clásicas preguntas de si estamos ante un simple disco “conceptual”, un presuntuoso rollo de “modernikis” con gafapasta, o un acto de ombliguista crecidito. Ante estas estúpidas teorías prejuiciosas, que más de uno se habrá pensado, Hans Laguna se raja las vísceras para, nada más entrar en los aposentos de ruido eterno que circundan “Retrato de un gudari armado llamado Odiseo”, destrozar cualquier tipo de suspicacia que pudiera existir antes de darle a play.

Paisajes eléctricos en constante fluctuación. Un torrente animal de distorsiones flotando libremente, cincelando una atmósfera sonora que intuya las formas de la obra del genial escultor vasco, Oteiza se erige como cincuenta minutos elevados a las más vertiginosas alturas, un desgarro de abstracción emocional en estado puro, un acto de libertad musical que retuerce estómagos hasta exprimir una sensación primigenia, sin aditivos, en hueso negro.

Valiente, colindando con las formas más etéreas de gigantes como Fennesz, Glenn Branca, Swans y Sunn O)));  mediante Oteiza, Hans Laguna nos ha dejado el que, para un servidor es, junto al último disco de Balago, el trabajo más sugestivo de la muy provechosa cosecha nacional del 2013; qué, precisamente no es poca cosa…