A Propósito de Vainica Doble: Pauline en la Playa

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Creo que en lo que más os parecéis a Vainica Doble es en esa forma de abordar la estructura típica de las canciones desde un enfoque muy libre y hasta surrealista ¿Estáis de acuerdo? ¿Qué más nexos compartís con ellas?

 Lo has definido bien. Es más una cuestión de enfoque, de cómo entendemos la música y del espíritu de las canciones que de similitudes musicales. Desde luego, en las letras, hay muchos puntos en común entre ambos dúos: la ironía, la acidez, la reinterpretación de lo cotidiano o lo doméstico, la poesía… pero en lo estrictamente musical, es decir, en el estilo, ya nos alejamos más.

 ¿Cuánto de heterodoxo y de clásico veis en la obra vainiquera?

 La verdad, de clásico bien poco. La música de Vainica es muy atrevida y experimental, en ese sentido, es muy deudora de su época, de ese espíritu de experimentación setentero. Fusiona muchos estilos y aunque muchas canciones puedan parecer temas sencillos de pop, son composiciones que tienen mucho desarrollo, con estructuras complejas que para nada se quedan en párrafo, estribillo, párrafo, estribillo, sino que transitan por varios cambios.

 La suya es una música que se instala con más facilidad en el subconsciente que la mayoría de propuestas de pop. Para vosotras ¿Cuáles son los principales motivos?

 La honestidad. Su música no parecía tener más aspiración que hacer poético, denunciable, crítico o divertido lo que las rodeaba. Esa franqueza traspasa, y cala.

 Vuestras letras están impregnadas de imágenes de un surrealismo cotidiano que me recuerda mucho a la forma de escribir de Carmen Santonja. En “Silabario” y “Física del Equipaje” dais ejemplos maravillosos a través de canciones como “Tendencias de sastre”, “La siesta”, “lo que pesa un hueso” o “Una caja de cerillas” ¿Os ha influido la forma de escribir de Carmen en vuestras letras? ¿Qué canciones de ellas os han servido como mayor inspiración?

 Vainica siempre han sido una influencia para nosotras, pero precisamente porque siempre nos han comparado, hemos tratado de no mirarnos demasiado en su espejo. Es decir, que son una influencia importante, pero no es nuestra única fuente de inspiración. Digamos que son más una referencia, uno de esos grupos que te marcan el norte.

Respecto a las canciones, buff… es muy difícil escoger. Nuestra debilidad, y de hecho el tema que versioneamos en los directos desde que empezamos, son Coplas de un iconoclasta enamorado, pero hay muchos más que nos encantan. Por supuesto, Un metro cuadrado, que es uno de los cantos a la libertad más impresionantes que se han escrito, Elegía al jardín de mi abuela, Guru Zakun Kin Kon, La cocinita mágica, Chaparron del mes de abril, El tigre de Guadarrama…

 Hadas, cabezas locas, gatos burlones, el uso que hacéis de las fábulas y el afán de experimentación musical que derrocha “Tormenta de Ranas”, me hace verlo como vuestro disco más vainiquero ¿Estáis de acuerdo?

 Seguramente sí. Tormenta de ranas fue el segundo disco de Pauline, pero el primer larga duración. Era un momento en el que lo que más nos apetecía era experimentar; experimentar con otras sonoridades, otros instrumentos, y también con las letras, con las que en este disco nos adentrarnos un poco más en el mundo onírico, de la fábula, del cuento… En ese sentido, en el de la experimentación, quizás sí sea el que más se parezca musicalmente. Las letras, creemos, que en todos los trabajos siguen teniendo similitudes.

 Al igual que Carmen Santonja, contáis con una importante base de estudios musicales. Ella en el Conservatorio, vosotras en la Escuela de Música Creativa, me comentaba Antonio Galván – Parade – que este fondo con perspectiva clásica, es una gran ayuda a la hora de sacar adelante las composiciones. ¿Lo veis así o, por contra, al tener mayores conocimientos, os cuesta más elegir la opción a tomar en los arreglos y armonías?

 Bueno,  hay un poco de verdad en las dos cosas. Lo que te permiten más conocimientos musicales es, sobre todo, poder desarrollar la idea de la canción, lo que te imaginas. Es decir,  poder materializar la idea que tienes del tema en la cabeza, sin embargo, eso  seguro que también puede llegar a restarte “frescura” a la hora de resolver. Probablemente una persona que no tenga conocimientos musicales resolvería de otra manera, tomaría otros caminos menos “formales” para desarrollar la canción que a ti no se te ocurrirían, por eso es importante a la vez que aprendes, ir desaprendiendo, así mantienes un poco las dos cosas.

 Habéis tocado en directo “Coplas del iconoclasta enamorado” ¿Por qué ésta? ¿Os veis reflejadas en esa manera de contar historias desde  una ambigüedad tan extrema?

 Es una de nuestras debilidades, por dos razones: primero, por el sentido del humor. Es una canción divertidísima, que además va en crescendo. Se ríe del amor, pero a la vez, no deja de ser una canción romántica. Y segundo, por la sonoridad del lenguaje y el uso de las onomatopeyas, dos cosas que Vainica cultivaron durante toda su carrera, pero que en este tema se ven de manera muy clara. Es un placer escuchar lo que dicen, pero también escuchar como lo dicen. A Pauline también siempre nos ha gustado utilizar un lenguaje que sea sonoro a la hora de cantar. Elegir palabras que tengan su propia sonoridad. Romperlas, ralentizarlas… jugar con el lenguaje en los dos sentidos: con lo que se dice y con cómo se dice.

 Tengo entendido que las descubristeis por vuestro padre. ¿Qué disco fue el que os enseñó? ¿Qué significó para vosotras  esa primera toma de contacto con la música de Vainica Doble?

 Heliotropo. Aun lo recordamos entrando en el salón de casa.  Probablemente estábamos componiendo alguna de las canciones que acabarían integrando el primer mini Cd, Nada como el Hogar. “Os parecéis mucho a Vainica Doble”, nos dijo mientras sostenía en su mano el vinilo de Heliotropo.  Lo puso en el tocadiscos y tachán, ahí estaban Vainica Doble cantando desde el fondo de un tarro de mermelada! Fue como recibir un regalo inesperado.

 Tanto a Vainica Doble como a vosotras se os suele emparentar bajo una etiqueta de cantautoras a la que yo no le veo mucho sentido por las propias limitaciones que conlleva este término ¿Qué pensáis al respecto?

 Bueno, lo que pasa es que en España se asocia esa etiqueta con la canción protesta, pero, sin duda, Vainica es música de autor. En cada estrofa, en cada acorde, está su personalidad, su carácter, su identidad.

 “Monólogo Interior” de Single, “Popemas” de Nosotrash, “Madrileña” de El Hijo, “Todas las Estrellas” de Parade, el filón vaniquero sigue alumbrando a cada vez más grupos ¿Cuál de estos veis más heredero de las enseñanzas de Carmen y Gloria? ¿Qué otros me podrías decir?

 Buff, eso es difícil de decir. Todos tienen su influencia, su sabor… así que todos son sus herederos. Son todas propuestas muy interesantes, con grandes dosis de literatura, poesía y sentido del humor, que forman la piedra angular de Vainica Doble. Quizás, podría sumarse  a Nacho Umbert. Su uso de lo cotidiano, lo coloquial, su costumbrismo, su sentido del humor y su irreverencia, lo podrían situar tranquilamente en la anterior lista de herederos vainiqueros.