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Previsto para las próximas semanas, Joy Division: el fuego helado (Quarentena Ediciones, 2014) es el nuevo libro de nuestro redactor Marcos Gendre. Obra muy esperada, estamos ante la ocasión ideal para sumergirnos en Unknown Pleasures (Factory, 1979) y Closer (Factory, 1980), los únicos álbumes de la banda que puso la banda sonora de la sombría Manchester de los años ’70. Estudio en profundidad de este par de piezas pivotales del universo pop. Desde los escombros industriales de la lóbrega Manchester hasta las vías de escape soñadas por Ian Curtis. Entre las páginas de Joy Division: el fuego helado, Marcos Gendre se sumerge a pleno pulmón en el origen de estas dos criaturas, dando las claves de su inmenso reflejo en el pop actual. Entre medias, no faltarán singles como ‘Atmosphere’, ‘Transmission’ y ‘Love Will Tear Us Apart’, mucho más que simples hijos pequeños de las obras capitales.
Tortuoso, y excitante, viaje desde las sombras hacia la luz. La historia relatada también plasma las claves que darán a la luz a New Order, o como escapar del dolor más terrible a través de una inmersión entre los arrecifes de la música dance. Entre medias, la disección de cada una de las canciones, que dan forma al corpus del catálogo creado por Joy Division, no sólo servirá para mostrarnos sus entrañas sino también el rastro de sus reflejos hasta el día de hoy, y no sólo dentro del mundo de la música.
Dentro del altar de los artistas más influyentes de la historia -Bob Dylan, The Beatles, The Byrds, Can, The Sooges, Sex Pistols, Talking Heads, Kraftwerk, Public Enemy…-, a lo largo de las páginas que dan cuerpo a esta obra, se podrá comprobar cómo el reflejo de la banda mancuniana sigue acrecentándose con el paso del tiempo. De Eyeless In Gaza a Factory Floor, pasando por Disco Inferno. El abono plantado por Ian Curtis, Bernard Albrecht, Peter Hook, Stephen Morris y el excéntrico productor Martin Hannett sigue tan vigente como el primer día. Precisamente, uno de los grandes atractivos de este libro versa sobre la figura de Hannett. Obsesionado con darle formas físicas al sonido, su influencia será fundamental para que Joy Division encuentren su fórmula única, su proverbial sonido en relieve.
Todo chicha, este trabajo nos propone un viaje en el tiempo hasta los estudios de grabación de Unknown Pleasures y Closer de la forma más realista: con los propios miembros del grupo, y su entorno, relatando en primera persona las vivencias de aquellos momentos cruciales, aparte del delirante mosaico de inocentadas con las que ponían en entredicho el carácter sombrío que siempre ha planeado sobre ellos. En este sentido, resultan hiperbólicas las que habían preparado en su gira conjunta con los Buzzcocks y las que se reservaron para Annik Honoré, la amante de Ian Curtis durante la grabación de Closer.
Concienzudo trabajo de investigación, Joy Division: el fuego helado está vertebrado a partir de un sinfín de entrevistas y artículos de la época, y no sólo de la banda sino también los llevados a cabo por críticos tan intuitivos como Paul Morley y Simon Reynolds. Si a esta base primordial sumamos las propias teorías que Marcos Gendre aporta en todo momento, daremos con una receta sin el menor desperdicio, donde pasión alto voltaica y objetividad incisiva se dan la mano en una historia que trasciende la biografía musical al uso para, por lo contrario, erigirse como una historia de cómo se alcanza la excelencia, partiendo de un espíritu inquebrantable de superación. Definitivamente, de aquella, no les quedaba otra opción; Manchester era un cementerio industrial del que había que salir a toda costa, y un grupo de música era la mejor opción.
Imprescindible, tanto para expertos como para iniciados, Joy Division: el fuego helado va más allá del culto a Ian Curtis, y nos regala un relato inspirador y apasionado sobre un volcán de música incandescente. Corazón y alma. Siempre ardiendo.
