Eluveitie – Origins . El folk metal en su máxima expresión.

Cuando afrontamos la escucha de un disco de folk metal, el primer temor, al menos en mi caso, siempre es el mismo: estar frente a otro álbum en el que el folk se come a la parte metal. En muchas ocasiones se convierten en discos de ritmos pegadizos y sencillos, se vende mucho humo gracias a lo fácil que la melodía celta se graba en tu mente, arriesgando lo mínimo y tratando de sacar un disco sacacuartos, y en este país tenemos algún ejemplo bastante sangrante. En general terminan siendo un conjunto de canciones folk en los que batería y bajo afianzan el tempo de la canción y las guitarras son un mero sonido al fondo que de vez en cuando cobran algo de protagonismo, simplemente para dar descanso al violín, la flauta o el instrumento que corresponda. Pero esto, más que un reproche, es una constatación de lo sumamente complicado que resulta encontrar el equilibrio entre vertientes sonoras tan distantes.

Uno de los grupos que ha conseguido fusionar ambos sonidos logrando una uniformidad en su resultado final ha sido, sin duda, Eluveitie. En el pasado ya dieron buena muestra de ello en trabajos como Helvetios (2012), Slania (2008) o Evocation I: The Arcane Domination (2009), todos ellos producidos por el sello Nuclear Blast. Ahora vuelven a la carga por medio del mismo sello con Origins (2014) y de nuevo dan buena muestra de su calidad como músicos, ayudados por una excelente producción que consigue que reconozcamos con facilidad cada uno de los instrumentos sin solapamientos entre ellos, dejando un sonido claro y diáfano que ayuda a apreciar cada uno de los sonidos que encierra Origins.

En referencia a las letras del álbum, Origins está basado en historias celtas, o más concretamente galas como reconoció en su momento Chrigel Glanzmann, frontman, letrista, principal compositor y vocalista de la banda, que muestra una gran capacidad melódica en su voz gutural, dándole una inusual maleabilidad que le permite adaptarse a cada melodía del disco sin que su voz irrumpa rompiendo la sonoridad de los instrumentos. Glanzmann, además, también ha sido el responsable del artwork del disco, basado en el halo de la estatua de Sucellos, dios galo de la agricultura, los bosques y las bebidas alcohólicas, que se puede ver en el Walters Arts Museum de Baltimore.

Portada
Detalle de la portada de Origins y estatua de Sucellos.

Lo que nos encontraremos al adentrarnos en Origins será un nivel general alto en sus composiciones, uno de sus mayores logros es que ninguna de sus canciones parece estar como relleno para cerrar el álbum y llegar a un número respetable de cortes. Entre los temas se irán intercalando composiciones de índole más narrativa, pero acompañados por música más tradicional, que ayudará a seguir la historia de Origins, y que, lejos de actuar como un parón, resultan sumamente bellas y muy acertadas. Tras el corte que da título al disco, enmarcado dentro del grupo anteriormente mencionado, The Nameless nos da la bienvenida con doble bombo y la desgarradora voz de Glanzmann, acompañados principalmente por el violín de Nicole Ansperger, que nos dará una buena muestra de lo que nos espera en el resto del disco. From Darkness da perfecta continuidad al tema inicial y con Celtos llega el primer punto álgido del disco. Celtos es un tema más fiestero, con una melodía que se te graba al instante, y cantada en buena parte en galo, en la que la bella voz de Anna Murphy hace un perfecto contraste con la de Glanzmann. Virunus sigue una línea más clásica y cercana al death metal melódico, precediendo al intermedio Nothing, tras el cual llegaremos al single The Call Of The Mountains, canción donde el death metal desaparece por completo y Glanzmann pasa a un segundo plano tocando la flauta y dejando el protagonismo vocal absoluto para Anna Murphy, realizando un gran trabajo en un corte más hard rock y que pese a estar bastante alejado de la sintonía general del resto del álbum, destaca por su buena melodía y la labor de la propia Murphy, que demuestra que su voz es una de las bazas que Eluveitie podría potenciar en futuros trabajos. Como curiosidad, The Call Of The Mountains es posible encontrarla, además de en inglés, en suizo-alemán, francés, italiano y romanche.

Sucellos, tras una inquietante intro en la que se oyen lo que parecen golpes (la raíz cellos en gaélico se interpreta como golpeador), nos devuelve a la senda del death metal melódico aunque sin acabar de pisar el acelerador, pero con un estribillo notable y muy pegadizo y unas variaciones de ritmo y melodía muy destacables.  Inception representa una evidente subida de revoluciones, con un persistente doble bombo que prácticamente no decae en toda la canción, para que Vianna nos devuelva de nuevo a la serenidad con Anna Murphy volviendo a demostrar todas sus posibilidades como vocalista, fundiéndose con los instrumentos celtas y la voz de Glanzmann en uno de los momentos más melódicos y notables de todo el disco. The Silver Sister, de ritmo mutante, es el preludio al otro single del disco: King, en la que Glanzmann realiza su mejor trabajo vocal en todo el disco, en un corte plagado de medios tiempos y una perfecta amalgama entre guitarras distorsionadas y sonidos celtas. Un festival de folk metal.

Tras el subidón de adrenalina, The Day Of The Strife recupera ritmos más festivos y suaves, sin renunciar a algunos momentos en el que se acelera la base rítmica, y nos dirige directamente hacia el final con un buen sabor de boca, en el que Ogmios, un nuevo interludio, y Carry The Torch, con una marcadísima ‘r’ palatal añadiéndole crudeza a la interpretación vocal, preceden a Eternity, la outro que nos devuelve definitivamente a la calma y a la relajación, con una agradable voz masculina que evoca experiencia y sabiduría y una melodía con tintes melancólicos que nos invita a cerrar los ojos y despedirnos del álbum, con la sensación de querer repetir la experiencia una y otra vez.

En definitiva, Origins es un disco más que notable, una composición que nos ofrece belleza y crudeza en sus justas dosis para evitar que suceda como con el agua y el aceite. Un disco a descubrir y a disfrutar, siempre que no seas de los que la voz gutural le repele, pero aún así te recomendaría que le dieses una oportunidad. Eluveitie están cómodamente asentados en el trono del folk metal por méritos propios. Muy pocos grupos pueden codearse con estos suizos, de los que esperaremos con los brazos abiertos sus futuros proyectos.