Marilyn Monroe: ¿suicidio o asesinato?

marilyn-monroe-august-6-1962Marilyn Monroe murió el 5 de agosto de 1962 en su residencia de Brentwood en Los Ángeles y fue enterrada el día 7 en el Westwood Memorial Cementery, en el 1218 de la avenida Glendon de Los Ángeles. Frank Sinatra quiso organizar un funeral cinematográfico al estilo Hollywood pero su exmarido, Joe DiMaggio, no se lo permitió. ¿Dónde estaba Artur Miller? ¿Dónde Ives Montand? Los que ella había creído sus mejores amigos, Sinatra, Peter Lawford, Bob Kennedy y Paula Strasberg no acudieron al funeral. ¿Por qué?

Tras un mes de investigación el juez Theodore Curphey declaró que Marilyn Monroe se había suicidado. Ciertamente la actriz fue atendida en cuatro ocasiones por tentativa de suicidio. Sin embargo, su muerte estaba rodeada de secretos y paradojas que no se estudiaron a fondo en el transcurso de la investigación y que, de haber profundizado en ella, se hubiesen aclarado muchos interrogantes.

Durante la investigación se trabajó siempre con la idea predeterminada del suicidio;  nunca se pensó que podía tratarse de un asesinato. La residencia de la actriz no fue declarada el lugar de un crimen por lo que ni siquiera se precintó, ni se procedió a inventariar muestras y huellas. Tampoco se tuvieron en cuenta ciertas pruebas y testimonios que hubiesen ayudado al esclarecimiento del suceso. Un examen toxicológico fue entregado sin análisis de riñones, intestinos, estómago y orina, lo que imposibilitaba conocer el modo que el Nembutal, el fármaco que causó su muerte, había entrado en su cuerpo. En el transcurso de la investigación tan sólo se interrogó bajo juramento al psiquiatra de la actriz, Ralph Greenson, y se dejaron de lado, paradójicamente, testimonios tan importantes como los de su ama de llaves Eunice Murray y Norman Jefferies, empleado de Marilyn, que avisaron de la muerte de la actriz.

La idea del asesinato se presenta desde hace tiempo como la más coherente. El periodista Donald H. Wolfe publicó en 1998 el libro El asesinato en el que sustenta la hipótesis de un homicidio premeditado. Pero entonces, ¿quién mató a Marilyn Monroe? ¿Y por qué?  Marilyn se había relacionado con el presidente de EEUU John F. Kennedy y el Fiscal General del Estado Robert Kennedy a través de Frank Sinatra. La estrella tenía línea directa con el teléfono del Despacho Oval, utilizando el pseudónimo de Nancy Green. Durante el rodaje de Something’s Got to Give, su última aparición cinematográfica en la que se exhibe desnuda en la piscina, Marilyn cayó enferma lo que no le impidió volar a Nueva York para cantarle al presidente el célebre «cumpleaños feliz». El acontecimiento desembocó en el despido de la actriz de la película.

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Durante su relación con ambos mandatarios había mantenido conversaciones tan delicadas como el complot de la CIA para asesinar a Fidel Castro, la invasión de la Bahía de Cochinos, la mafia y Frank Sinatra. Marilyn sabía demasiado. Y no sólo eso, Monroe poseía un diario desde hacía años en el que escribía minuciosamente sus diálogos con los hermanos Kennedy. Sabemos de la existencia de este diario rojo a través de varios testimonios, uno de ellos del psiquiatra Greenson. Eunice Murray entregó el diario el día después de la muerte de Marilyn al chófer del juzgado de instrucción que lo guardó en una caja fuerte. Veinticuatro horas después el diario había desaparecido.

El fin de semana anterior a la muerte de Marilyn, Frank Sinatra invitó a la actriz a su hotel para persuadirla que se olvidara de los Kennedy y que no convocase a la prensa para contar todo lo que sabía. Pero Marilyn seguía empeñada en su propósito de dar una rueda de prensa. «No permitiré que me traten como a un pedazo de carne, el lunes lo contaré todo«, le dijo a una íntima amiga días antes de su fallecimiento. Aquí Marilyn pecó de ingenua. Por otro lado, Monroe había sido investigada por J. Edgar Hoover en 1962 por su relación con comunistas estadounidenses en un viaje a México.

Frank Sinatra and President John F. KennedyMike Rothmiller tiene constancia en un archivo secreto que especifica el motivo del asesinato de la actriz. Un documento redactado por la CIA sobre una conversación entre John F. Kennedy y Marilyn Monroe en el que se hablaba de un proyecto para que un bombardero anónimo destruyera las instalaciones nucleares chinas, un hecho que podría haber modificado la geopolítica. La chica tonta que veíamos en la pantalla y que sólo parecía interesarse por los diamantes,  se había convertido en un peligro para la seguridad del Estado norteamericano. Argumentos políticos suficientes para un supuesto asesinato. Norman Jefferies declaró años más tarde que el día que murió Marilyn se presentaron en su casa Robert Kennedy y el actor Peter Lawford cuñado de John F. Kennedy alrededor de las tres y media de la tarde. Le dijeron que se marchara con la  señora Murray. Cuando ambos regresaron encontraron a la actriz víctima de un episodio de histeria y les dijo que Bob Kennedy la había amenazado. A eso de las diez Jefferies vio a Robert Kennedy y a otros dos hombres entrar en la casa. Le ordenaron de nuevo que se fuera. Cuando regresó junto con Murray encontraron a la actriz en estado de coma. El testimonio de Jefferies sitúa al Fiscal General del Estado en el momento y el lugar del crimen. El matrimonio Landau, vecinos de la actriz, oyeron aquella misma noche gritar a una mujer, tal vez Eunice Murray: «¡Asesinos, ¿estáis satisfechos ahora que ella ha muerto?!«.

Uno de los principales misterios es la hora de la muerte. Oficialmente se dijo que había muerto alrededor de las tres de la madrugada del 5 de agosto de 1962, pero diversos testimonios señalan que fue mucho antes, a eso de las diez cuarenta. Se sabe que una ambulancia acudió a la residencia de la actriz e intentaron reanimarla sin éxito. Sin embargo, no se avisó a la policía hasta las cinco de la madrugada. ¿Por qué se retrasó tanto la hora real del fallecimiento?

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El forense dictaminó que la muerte de Marilyn Monroe había sido causada por la ingesta de 40 cápsulas de Nembutal. Se descartó que el fármaco hubiese sido administrado con una inyección hipodérmica ya que no había restos de pinchazos en el cuerpo, circunstancia que obviaba un asesinato. No obstante, pasaron por alto el hecho de que en el estómago no apareciese rastro alguno de la mancha amarilla que deja el Nembutal cuando se ingiere. Por otro lado se encontró una pequeña decoloración púrpura en la parte inferior del colon provocada probablemente por la administración de un enema o una inyección vía rectal de los barbitúricos, sin duda, una forma desagradable y poco común de suicidarse. John Miner, el vicefiscal del distrito que se encargó del caso, afirma que alrededor de la medianoche la lavadora estaba funcionando, seguramente limpiando una prenda que se había ensuciado por un resto fecal al administrarle el enema. Asimismo se hallaron en el cuerpo de la actriz varios moratones que evidenciaban el hecho de que podía haber sido trasladada de un sitio a otro de la casa. El periodista Anthony Summers que ha investigado el caso de Marilyn durante años, tiene el testimonio de diez técnicos que afirman que en casa de Marilyn había micrófonos. Según el relato de uno de ellos en una de las grabaciones, se oye una conversación entre Robert Kennedy y Peter Lawford en la que buscan algo, posiblemente el micrófono. Marilyn les grita y ellos le piden calma. Se oyen también golpes secos que podrían deberse al arrastre del cuerpo de la actriz. Kennedy y Lawford tienen una conversación sobre cómo volverá el Fiscal General a Carolina del Norte, lugar donde se supone que pasaba el fin de semana. Finalmente se ponen de acuerdo en llamar a Marilyn después de haber abandonado la zona.

Antes de medianoche el policía Lynn Franklin detuvo a un coche por exceso de velocidad en Beverly Hills. En él viajaban Robert Kennedy, Peter Lawford y el psiquiatra Ralph Greenson. Hecho que desmiente la versión oficial que afirma que el Fiscal del Estado no se hallaba aquella noche en California.

Las pruebas que dejaron tras de sí los supuestos asesinos no son menos evidentes que su torpeza. A pesar de todo, se las ingeniaron para que la muerte de uno de los más grandes mitos del celuloide quedase enterrada bajo la palabra suicidio.

Una muerte como secreto de Estado. Sin esclarecer, por el peligro que podía suponer. Un misterio como tantos otros. El del propio John F. Kennedy y su hermano Bob, que murió años más tarde en circunstancias extrañas. El que a hierro mata a hierro muere.

 

 

 

2 comentarios en «Marilyn Monroe: ¿suicidio o asesinato?»

  1. yo no conozco su historia niziquiera que existia y qsyo nisiquiera que había muerto bueno qsyo la cosa que era muy linda amo sus fotos <3

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