Artistas e intelectuales reclaman que el arte represente la realidad de los afrodescendientes en Europa

Dentro del marco de la programación de la muestra de teatro Novembre Vaca 2017, organizada por la Associació de Creadores Escèniques Projecte Vaca, el pasado 15 de noviembre se convocó a cuatro artistas e intelectuales afrodescendentes catalanes y/o residentes en Cataluña alrededor de una mesa redonda sobre el papel y la representación que hace la cultura y el arte sobre la comunidad negra de Europa. Todos/as cuatro coincidieron al reclamar a la sociedad europea que abandone de una vez los estereotipos que se mantienen inmutables sobre los africanos y que empiece a reflejar la diversidad de la vida de los afrodescendentes en el mundo artístico y cultural.

Estoy cansado de hacer de negro inmigrante”. Con esta contundencia se expresó Babou Cham, un reconocido actor catalán de origen gambiano, que reivindicó la necesidad de mostrar la cotidianidad de los negros fuera de los típicos roles de inmigrantes, sin papeles o delincuentes. Cham explicó que al principio de su carrera, los directores se quejaban de no encontrar actores negros que hablaran catalán para hacer nuevos papeles, pero que ahora, a pesar de haber una hornada de actores jóvenes afrodescendentes muy formados en teatro y en catalán, los roles que se proponen continúan siendo los mismos. El actor afirmó que el público de nuestro país, tal y cómo pasa en otros países, también debe acostumbrarse a ver más allá de la piel, independientemente del personaje que se represente. “En una ocasión me pidieron que interpretara a Hemón, el prometido de Antígona. Recuerdo comentarios del público sobre que era extraño que un negro representara el hijo de unos blancos. Decían que no era creíble y tuve que justificarme. Pero si cualquier blanco puede hacer de Otelo… ¡yo creo que puedo hacer de Hemón! Todavía hay resistencia a cambiar estas cosas. Es una situación enquistada”.

En esta misma línea, la directora de cine Sally Fenaux Barleycorn se lamentó de que en su sector todavía no haya una voluntad de representar la vida real de los negros, prolongando así una injusticia que se repite desde los inicios de la cinematografía, dado que siempre ha estado en manos de los blancos. “El cine no se ha podido usar para explicar historias de los negros con un lenguaje propio, no era accesible económicamente. Además, todos nos hemos criado con un determinado lenguaje en las películas y ahora tenemos que desmontar todo este marketing, el que se ha creado en torno al negro ignorante”. Para esta directora, los estereotipos que hay en el cine se van rompiendo muy lentamente y recordó que los precedentes de la representación africana en este arte no son nada positivos. A modo de ejemplo, expuso la famosa época del “Black Face”, cuando los papeles de negros los hacían blancos con la cara pintada y, en el extremo del racismo, mencionó la película estrenada en el 1915, The Birth of the Nation de David Wark Griffith, que justificaba el ideario del Ku Klux Klan en relación a una rebelión de esclavos liderada por Nat Turner en el condado de Southampton, Virginia, el 1831. En este último caso la industria sí ha hecho un giro necesario, dado que en 2016 se estrenó un nuevo film con el mismo nombre, dirigido y protagonizado por Nate Parker donde se revisaba la historia desde el punto de vista del hombre esclavo. Fenaux Barleycorn pidió más historias con protagonistas afroeuropeos dejando de poner tanto el foco en las temáticas tradicionales, como las de los nazis. La cineasta también lamentó que films de gran presupuesto y éxito de público, citando la española “Palmeras en la Nieve”, tenga poco rigor histórico respecto a la representación de los negros de la época y se vuelva a sexualitzar el cuerpo negro como parte del atractivo de

la película. En la vertiente esperanzadora, mencionó el interesante trabajo de directores/as cómo Cecile Emeke, Ama Asante o Abdellatif Kechiche.

El panorama no resulta mucho mejor en el caso de las novelas. En este aspecto intervino Jeffrey Abé, miembro activo de la Asociación Hibisco-Black Barcelona (organizadora del Black Music Festival) y experto en las publicaciones que se hacen en nuestro país sobre la cultura de ascendencia africana. Abé fue especialmente incisivo con algunos académicos africanistas, que hacen revisiones de la historia y la descendencia cultural de África fijándose en modelos poco positivos, que no favorecen la imagen de los negros ni la rotura de estereotipos. “Faltan modelos positivos en los cuales reflejarse -afirmó-. Hay pocos libros que hablen y hagan hincapié, por ejemplo, en los líderes africanos que han ayudado al desarrollo de África”. Para Jeffrey Abé, hay que tener muy presente quién escribe sobre la comunidad negra y sus referentes, quién hay tras la representación que se ofrece. Según explicó, hay muchos factores que determinan la manera como el escritor/ra hace esta representación. Destacó aspectos relativos a si la persona que escribe tiene un origen académico o habla desde la experiencia, si es blanco o negro, si es hombre o mujer, cómo ha sido su tradición cultural, cuál es su contexto histórico y el tipo de formación que ha recibido, cual ha sido su trayectoria personal y su nivel socioeconómico y, por supuesto, si la obra escrita va dirigida al público blanco o al público negro.

Siguiendo este argumento, Karo Monet Miranda, historiadora especializada en afrodescendencia y diáspora e investigadora en la UPF de Barcelona, mencionó el libro “La hija de Cayetana”, de Carmen Posadas, donde se explica que la XIII Duquesa de Alba (Sevilla 1762 – Madrid 1802) sustituyó la ausencia de hijos biológicos con la adopción de María de Luz, una niña esclava de origen africano que, según se cree, el aristócrata hizo beneficiaria de su testamento. La niña fue retratada en algunos dibujos y cuadros de Francisco de Goya y, a la muerte de la Duquesa, no se supo qué pasó con ella, dado que nadie lo ha explicado. Karo Monet lamentó que no haya ningún interés al respecto. Así mismo, citó el caso de Juan de Pareja, esclavo mulato de Diego Velázquez, que también fue pintor y del cual pocas veces se hace mención en la historia de la pintura española. Para la historiadora, la forma como se expresa y se representa la historia y la mitología en la pintura, no es casual. Entre los diferentes ejemplos que mostró, destacó el tratamiento pictórico que tradicionalmente se ha hecho de Andrómeda, hija de Cefeo y de Casiopea, reyes de Etiopía. Según el mito, Andrómeda era una albina nacida en Etiopía, de rasgos negroides, que sus padres entregaron a los griegos para evitar que su albinismo la pusiera en peligro. Pero la mayor parte de las pinturas de Andrómeda han borrado sus facciones negras y a menudo se la ha representado como una princesa blanca. Monet insistió en que hay que dar a conocer todas estas circunstancias, a pesar de que su perspectiva es mirar adelante y valorar la tarea que estando haciendo artistas contemporáneos para ofrecer una nueva representación de la vida, la realidad y la identidad de los afrodescendentes, citando a Alice Smeets y Kara Walker cómo algunos de sus principales exponentes.

En el final de la mesa redonda, se abordó la necesidad que la comunidad negra proponga iniciativas para descubrir y hacer crecer el conocimiento de sus referentes, a la vez que se valoró continuar exigiendo a la comunidad blanca que se reconozca la complejidad social, cultural y de pensamiento de los negros, tal y cómo es realmente.