Drive Like Jehu: tormentas de arena

drive like jehu foto 1La banda más relevante de todas las que saldrán desde las estepas californianas en San Diego, durante su lustro de vida, Drive Like Jehu grabarán dos álbumes de referencia. Nacidos a raíz de las cenizas de Pitchfork, la historia del grupo se remontará hasta 1986. Durante ese año, Rick Froberg y John Reis sellarán una de las alianzas más provechosas de la historia del punk americano. Binomio de gran fuerza, el rodaje que llevarán a cabo durante cuatro años al frente de Pitchfork quedará representado a la perfección en el LP “Eucalyptus” (Nemesis/Swami, 1990), publicado desde Swami Records, el sello fundado por el propio John Reis. Trabajo con buenas intenciones, en éste se adivina el irrefrenable impulso melódico que luego desarrollarán en Drive Like Jehu. Tras esta experiencia primeriza, Reis formará la impresionante banda de punk rock tabernero, Rocket From the Crypt, al mismo tiempo que monta  junto a Froberg la banda que nos ocupa: Drive Like Jehu. Con el verano de 1990 como un nuevo comienzo, Froberg y Reis encontrarán la pareja rítmica ideal para sus propósitos en el bajista Mike Kennedy y uno de los baterías más capacitados de aquella época: Mike Trombino. Un prodigio tras las baquetas, gran parte del secreto del sonido que patentarán Drive Like Jehu se encuentra en su figura. Nervioso, metronómico, imprevisible, de una intensidad volcánica. Trombino aportará complejidad al enorme magma de energía que desprende el resto de la banda. Bajo su batuta, Froberg y Reis manejarán una serie de influencias que van de Sonic Youth a Fugazi, pasando por Rites of Spring, Die Kreuzen,  Wipers y el sludge metal. Macedonia de lo más nutritiva, Drive Like Jehu filtrarán estas referencias con gran inteligencia, mediante una espiral desarbolada de paradas, cambios de ritmo y cardiacas subidas de intensidad. Todo este código de estilo quedará plasmado en su primer LP, “Drive Like Jehu” (Cargo/ Headhunter, 1991). Disco compuesto por nueve cortes en plena combustión, no hay escapatoria ante el compás torcido que traza el guión de cada uno de estos exabruptos, carburados por un atormentado estado de locura. Guitarras que basculan entre riffs infinitos y murallas de electricidad convulsa, el torrente generado por Reis y Froberg se convierte en toda una prueba de fuego para Kennedy y Trombino, que intentarán encauzar con nervio y espacios, la que se les viene encima en todo momento. Temas imprevisibles en su desarrollo: “O, pencil Sharp”, “If it kills you” y “Turn it off” drive like jehu foto 2perturban y noquean. Sin respiro, agazapados tras puntuales bajadas de tensión, la mordedura de dentelladas de este calibre hacen de este álbum una sabrosa incitación al desenfreno mental. Dotado de un fuerte componente de gran afectación en su forma de cantar, un Froberg desencantado ante el mundo que le rodea, quema sus cuerdas vocales mediante una nueva variante más desesperada de los maestros striptease emocional sin redes: el Bob Mould más encendido y Guy Picciotto. Respecto al perfil emocional en la música creada por Drive Like Jehu, muchos los tomarán como unos nuevos dioses del emo. Delimitación que no habla a las claras respecto a las verdaderas intenciones del grupo, lo de Drive Like Jehu es más bien un ataque criminal de art-punk existencial. Respecto a esta polémica: “Eso es algo que todos dicen, “emocional”, y no se trata de este caso, precisamente. Se puede decir que las raíces punk y hardcore de San Diego eran emocionales, pero sólo en términos de ira e indignación cultural o social. A comienzos de los ’90, las bandas comenzaron a dar rienda suelta a sentimientos que no tenían que ver con aspectos sociales, necesariamente.”[1]

Primera piedra de toque en su corta, pero sustanciosa discografía, el siguiente paso, “Yank Crime” (Interscope, 1994) será todavía más provechoso. Una de las obras capitales de todo lo que se etiquetó como post-hardcore, el segundo álbum de la banda californiana es una enfermiza continuación del anterior LP. Álbum resuelto con un nuevo giro mortal sobre la propia concepción laberíntica del sonido de la banda, para esta ocasión las formas se trocearán más todavía. Si a todo esto le añadimos una dosis de anabolizantes en el sonido musculoso del grupo, no cabe esperar otra cosa que no sea una brutal bofetada.

Concatenación adulterada: “Do you compute”, “Luau”, “Human interest” y “Sinews”. Resulta imposible intentar definir el dolor que llegan a provocar la contundencia de los golpes lanzados por Drive Like Jehu. Tras el esfuerzo agónico que supondrá concebir “Yank Crime”, Drive Like Jehu llegará a su fin en 1995: “La razón más importante del fin del grupo, fue que tras el último disco con Jehu, quería dedicarle todo mi tiempo a Rocket From the Crypt. El ambiente en el último de disco de los Jehu fue taaan difícil. Estábamos escribiendo el disco a ritmo de caracol. Daba la impresión que todo estaba empapado en el tedio. Las canciones se estaban alargando y la memorización se había convertido en un problema, cuando anteriormente no habíamos tenido ninguno.”[2]

Una de las bandas más reverenciadas desde los subsuelos del underground americano, su impacto sigue latente gracias a la vuelta de Froberg y Reis como Hot Snakes.

Discografía:

“Drive Like Jehu” (Cargo/ Headhunter, 1991) -LP-

“»Hand Over Fist» / «Bullet Train to Vegas” (Merge, 1992) -single-

“Yank Crime” (Interscope, 1994) -LP-



[1]San Diego Reader: “Drive Like Jehu” en  http://www.sandiegoreader.com/bands/drive-jehu/, traducción del autor.