Destellos efímeros (V)

Yasser al-Qahtani

Ahora sí, tenemos ante nosotros a todo un triunfador, un jugador que levanta pasiones y es reconocido allá por donde pasa. ¿Cómo, que no sabes de dónde ha salido Yasser Saeed Al-Qahtani? Pues que sepas que estás ante el ganador del trofeo al mejor jugador asiático del 2007. ¿Cuáles fueron los motivos que impulsaron al jurado a otorgarle tal condecoración? Principalmente que ni Shunsuke Nakamura ni Park Ji-Sung pudieron presentarse para recoger el trofeo. Más en serio, Al-Qahtani fue el máximo goleador de la Copa Asia de 2006, pero ni siquiera ese mérito esconde el hecho de que el saudí se encuentra muy lejos de otros futbolistas de su continente.

No estamos ante un “piernas”, e incluso algún club europeo llegó a interesarse por su situación, pero su vida dentro de la burbuja de las ligas del Golfo Pérsico impidió cualquier traspaso. Hay que entenderlo, Al-Qahtani tenía un sueldo totalmente desproporcionado, impensable para un jugador de su calidad en Europa, y su club, el Al-Hilal le había comprado por unos 6 millones de euros. Pese a todo, el jugador más exportable de la historia de Arabia Saudí sigue siendo Saeed Al-Owairan, autor de un gol en el mundial del 94 frente a Bélgica que lo firmaría el mismísimo Maradona, y posteriormente fue encarcelado y suspendido como futbolista durante un año al ser descubierto bebiendo alcohol, algo que firmaría el mismísimo George Best. En su día las autoridades saudís le impidieron salir del país y frustraron cualquier intento por crecer como futbolista.

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