The Fake – El pueblo de las mentiras

PortadaThe Fake (Saibi, 2013) es el segundo largometraje de su director, Yeon Sang-ho, quien con su primer trabajo, The King of Pigs (Dae gi eui Wang, 2011), ya había dado muestras de que su peculiar estilo no iba a dejar indiferente a nadie. The Fake aún siendo una película de animación asiática, su trazo se aleja mucho del anime tradicional japonés e incluso de los largometrajes de los estudios Ghibli, de estilo más natural. Esto no ocurre únicamente por estar ante una producción surcoreana, ya que hoy en día el número de dibujantes coreanos que se ganan las habichuelas trabajando en series de anime japonesas es muy numeroso. En The Fake los personajes tienen una fisonomía característica de los surcoreanos, realista en una palabra, y además se trata de que sus movimientos sean más naturales, lo que inicialmente sorprende bastante y descoloca, seguramente acostumbrados a otro estilo.

El guión nos adentra en una pequeña población rural de Corea del Sur, en donde se está proyectando la construcción de una presa que obligará a la recolocación de sus habitantes. Viendo la situación de duda que está instalada en el pueblo, llega Choi Gyeong-seok, un hombre de mediana edad de exquisitos modales, siempre bien vestido y con don de gentes, quien fundará una iglesia que promete la salvación. Como refuerzo de su mensaje se gana el favor del reverendo Sung, un joven abnegado en su creencia en Dios, dispuesto siempre a ayudar y de carácter afable. Sin embargo, el protagonista de la historia realmente es Kim Min-chul, quien regresa después de salir de la cárcel. Kim es un borracho pendenciero, que únicamente es capaz de solucionar sus problemas con violencia.

Choi y Kim se encuentran en un bar, estando el segundo visiblemente borracho Choi le dedica una mirada de desdén, por lo que Kim le sigue hasta los baños para pedirle explicaciones. Choi le golpea abriéndole una brecha en la cabeza. Pese a lo evidente de la situación, prevalecen los prejuicios hacia Kim y los presentes prefieren creer la versión de Choi. Al poco llega la policía y Choi se va apresuradamente del bar. En comisaría Kim, al ver un cártel de criminales buscados, descubre que el aparentemente venerable Choi es en realidad un famoso estafador, sin embargo su actitud agresiva sólo consigue que los policías no le tomen en serio. Mientras, vemos cómo la nueva iglesia de Choi comienza a ganar adeptos, atraídos por su magnética personalidad y sustentada en la participación del reverendo Sung, quien ante el aumento de feligreses decide obviar sus sospechas sobre Choi. Poco a poco todo el pueblo frecuenta las reuniones de la iglesia, incluidas la esposa y la hija de Choi.

The Fake

The Fake se muestra como una descarnada crítica ante los prejuicios, pero sobre todo ante las sectas y el poder que la religión ejerce sobre las masas. Los lugareños acaban asumiendo todas las doctrinas que Choi dicta, sin tan siquiera cuestionarse si es lo correcto, la promesa de la salvación es más fuerte y estarán dispuestos a darlo todo por la iglesia. El escéptico Kim es el único nexo de cordura entre la película y el espectador, pero aún así Yeon Sang-ho nos desafía y nos cuestiona para ver si podemos sentir empatía ante un hombre desagradable y con comportamientos totalmente reprobables. Un anti-héroe en toda su extensión, sin despertar ni un ápice de simpatía.

Estamos ante una película de animación para adultos, The Fake  deja poco espacio para la esperanza y es brutalmente honesta. Su propuesta fue capaz de ganar el premio a mejor película de animación en los festivales de Sitges y Gijón, sobre todo por los pocos tópicos que usa y por tener un desarrollo que deja un lugar para la sorpresa, ya que su nudo y desenlace es bastante imprevisible.