Al hablar de Lousville, lo estamos haciendo del tercero de los enclaves más importantes de todo el post-hardcore americano -los primeros siempre serán Washington D.C. y Chicago-, posiblemente estamos hablando del que más ha influido en los latidos matemáticos que, desde mediados de los ’90 en adelante, se han ramificado en tendencias tan crecientes como el post-rock y el math-rock. ¿Y quién tendrá la mayor culpa de todo esto? Fácil respuesta: Slint. De esta forma, si el principal portavoz en Washington era Ian McKaye y en Chicago Steve Albini, en el caso de Louisville deberíamos hablar de un disco-roseta: el Spiderland (Touch & Go, 1991) de Slint. Uno de los trabajos más visionarios de las últimas décadas, éste toda la línea a seguir de bandas tan fascinantes como las que brotaron de la familia formada en Rodan, y que ramificará su misma esencia en formaciones tan fascinantes como June of 44 y Shipping News. Pero hay más: formaciones más experimentales como The Sonora Pine y Rachel’s, otras más exasperadas -Crain- y también dentro de terrenos más folk -Palace Brothers, Retsin-. Este panal de bandas se caracterizó por crear canciones con desarrollos más instrumentales, incrustar el silencio como un recurso instrumental, usar el free-jazz como gen liberador de los ritmos a escuadra y cartabón, y por una profusa intención de conmocionar desde formas matemáticas para aguantar la tensión. Las esquinas que conforman “el sonido Louisville” se acabaron propagando como la pólvora, aunque nadie ha sabido hacerlo como los grupos curtidos en estos desiertos alejados de las grandes luces de neón norteamericanas.
Como no podía ser de otra forma, antes de llegar a esta fórmula secreta hay un trasiego labrado anteriormente que nace de una creciente escena punk, nacida a finales de los años ’70: “Las primeras series de bandas punk de Louisville estaban formadas en su mayoría por gente del East End y Middlin’ Bourgeois, compuesta de lo que en mejores términos se pueden considerar como ‘freaks’, y a los que se solían denominar como ‘art fags’. La Escuela de Arte de Louisville fue el centro neurálgico de todo esto. No Fun fueron los primeros, luego los efímeros I-Holes, y más tarde: Babylon Dance Band, The Endtables, y The Blinders. Probablemente, la figura más significativa entre todos estos músicos fue Tara Key (No Fun, luego en Babylon Dance Band y, eventualmente, en Antietam). El lugar de reunión durante los comienzos del punk en Louisville era el 1069 Bardstown Road, una propiedad de alquiler rodeada de restaurantes fast-food y negocios moribundos. The Babylons, Blinders, Dickbrains y otras bandas ensayaban allí. Entre sus residentes también nos podemos encontrar a Stuart Campbell, Tari Barr, Doug Maxson, Charles Schultz, Catherine Irwin, Michael O’Bannon, y otros músicos y artistas”[1].
Vital Punto de partida, tal camada de grupos allanaron el paso a Squirrel Bait, el verdadero fenómeno musical que guionizó el sonido de Louisville a partir de mediados de los ’80: “Esta fue la primera banda del East End (y Brown School) que llegó a tener un seguimiento a nivel nacional. Antes de Squirrel Bait, las bandas punk de Louisville tenían una audiencia extremadamente limitada -generalmente otros músicos de punk rock-. El batería Britt Walford, alguien normalmente inescrutable e intencionado, dejó Squirrel Bait tras las primeras sesiones de grabación para formar Maurice con Garrison. De Maurice salió, por un lado, Slint (la quintaesencia de ‘art band’ dentro de los terrenos indies del post-rock); y por el otro, Kinghorse (la quintaesencia de banda de hardcore duro).A partir de aquí, Walford partió para Slint, y Garrison siguió con Kinghorse”.
Slint casi nunca tocó en Louisville, pero alcanzó un seguimiento nacional muy significativo. Por su parte, Kinghorse tocaron frecuentemente, pero nunca llegarán a salir de la ciudad. Slint tuvieron una gran influencia en los U.S. y más allá. Por su parte, Kinghorse solo influenciaron en Louisville, donde dominarán durante años la escena hardcore”[2].
Árbol genealógico en constante crecimiento, lo que ahora viene a partir de todo este vergel son las ramas de punk inteligente que han brotado desde este sólido tronco: uno que no es tan reconocido como el de Washington, pero cuyo espectro se ha introducido con mayor profundidad en la música del siglo XXI.
[1]Hiddenoverlord: “A Brief History of Louisville Music As It Pertains to Freakwater.”, en Lonesome Sound, Julio de 2002 en http://www.freakwater.net/readingroom.htm, traducción del autor.
[2] Ibídem