El black metal, un estilo nacido y criado en la gélida e idílica Noruega. Precisamente el lugar del que quizá menos podría esperarse que fuese cuna de una música tan alejada de cualquier comercialidad y casi de cualquier razonamiento humano. Allí surgieron bandas como Darkthrone, Burzum o Mayhem, pilares fundamentales del movimiento y en muchos casos protagonistas de algunos de los sucesos más dramáticos que asolarían Noruega en la década de los 90. Más allá de lo estrictamente musical, el black metal en buena parte acabó por determinar una corriente de opinión y un extremismo vital que acabó generando suicidios, asesinatos, secuestros, torturas, quema de iglesias y otros actos vandálicos.
Debatiéndose entre todos estos hechos luctuosos y la realidad de un estilo propio que atrajo por sus bases, sus convicciones y una nueva forma de crear música. Escapando de lo que se podría considerar una buena producción, sin retoques ni artificios e incluso buscando los peores estudios y los peores medios para crear un sonido tosco, espeluznante, ayudado por voces chillonas. Una patada al mainstream. Con todo esto, era claro que algo así atraería la atención de muchos curiosos y es por ello que se han creado varios documentales sobre el tema, y los que están por llegar. Uno de los mejores, sino el mejor, es Until the Light Takes Us (Until the Light Takes Us, 2008) de Aaron Aites y Audrey Well.
Tomándose muy poco tiempo para analizar lo que es la música en sí, Until the Light Takes Us se para más en las personas y en los hechos, sabiendo bien qué es lo que espera ver el espectador. Como primer hilo conductor tendremos a Fenriz, batería de Darkthrone, cuya pertenencia a dicha banda y sus relaciones con gran parte de la escena, le confieren un valor excepcional para contarnos qué fue lo que sucedió en el movimiento del black metal. Sin embargo, Fenriz es al mismo tiempo alguien alejado de cualquier inclinación política y se centra más en el movimiento musical, siendo alguien, además, ecléctico en sus gustos y capaz de apreciar la música sin reparar en las etiquetas. Gracias a él podemos acercarnos a los primeros años del black metal y a la relación que mantuvieron entre sí los miembros del grupo más mítico y reconocido de todos: Mayhem.
Precisamente a Mayhem llegó a pertenecer Count Grishnakh, más conocido como Varg Vikernes, el otro pilar principal del documental. Vikernes, nacido en Bergen, fue fundador y único miembro de Burzum, y su nombre creció muy rápido en la escena y su testimonio es fundamental ya que estamos ante el hombre condenado por quemar iglesias cristianas de madera en Noruega, patrimonio cultural del país, y por el asesinato de Øystein Aarseth, más conocido como Euronymous, guitarrista y líder de Mayhem. Ambos, Euronymous y Vikernes, terminaron siendo los dos polos opuestos del black metal, Euronymous con ideas de extrema izquierda, Vikernes con filias de extrema derecha. En cambio unidos en el paganismo, y no en el satanismo como erróneamente se le ha encasillado al black metal, y en su odio al cristianismo y lo que representaba como religión invasora de las tradiciones noruegas.
Vikernes siempre ha sostenido que el asesinato de Euronymous fue en defensa propia, ya que éste le había dicho a los más próximos que planeaba secuestrar a Vikernes, torturarlo y matarlo. Algunos sostenían que Euronymous sentía celos de Vikernes, ya que hasta entonces había conseguido una posición preponderante en el movimiento gracias a su papel de líder de Mayhem y a su tienda de discos, Helvete, infierno en noruego, a donde acudían los jóvenes que querían acercarse al movimiento, y sin embargo Vikernes le estaba ganando terreno como líder. Otros sostienen que el verdadero Euronymous distaba mucho de la imagen que proyectaba. La verdad, la auténtica verdad sólo Vikernes la conoce en profundidad. Por eso su testimonio es tan importante en el momento en el que el documental comienza a centrarse en la historia de Mayhem, la tienda de Euronymous y el Inner Circle, a quienes los medios noruegos acabaron definiendo como terroristas satánicos.
Until the Light Takes Us es una ayuda para tratar de entender lo sucedido, el momento actual y quizá el futuro del black metal, incluso temiendo que se convierta en una especie de moda a la que cada vez más artistas de otras disciplinas se acercan, atraídos por sus pinturas cadavéricas, sus conciertos en vivo con toda la parafernalia pagana y, en algunos casos, infringiéndose a sí mismos lesiones. Una oscuridad que morbosamente atrae y a la que Until the Light Takes Us arroja un poco de luz.