Encaramos ya la recta final de esta serie de artículos sobre el mundial, más que nada porque para la próxima semana el balón ya estará rodando y será momento de tratar de disfrutar del espectáculo. Entramos en la recta final de Europa, continente generalmente dado a selecciones grandes pero que con la ampliación del número de equipos a 32, cada vez aporta más selecciones modestas que llegan con más ilusión que obligaciones. Cuando se amplíe a 48 países esta serie de artículos promete ser casi infinita.
Suiza, anfitriona allá por el 54 y desde entonces responsable de enviar algunas selecciones resultonas con buenas actuaciones. Su equipo es un fiel reflejo de lo que es el país, con jugadores de origen español, kosovar, albanés, camerunés, etc. Eso sí, si nos atenemos al ranking FIFA nos llevamos la primera sorpresa porque se encuentra cómodamente situada en el sexto lugar pero claro, tomarse en serio ese ranking pues… como que no.
Si es por apostar, nosotros vamos a hacerlo con Breel Embolo porque nos gusta el riesgo. Sí, hace dos años en la Eurocopa hizo su aparición y se decía que importantes equipos europeos estaban detrás de este talento, un delantero rápido, fuerte, resolutivo y muy joven. Finalmente acabó fichando por el Schalke 04, que no es por desmerecer pero después de hablarse de los mejores equipos de la Premier como que quedaba un poco raro que recale en ese equipo, pese a ser de zona alta de la Bundesliga
Desde entonces al bueno de Embolo no es que le haya ido demasiado bien, suplente habitual y con la pólvora mojada… pero aquí estamos nosotros para apostar por Embolo haciendo una aparición estelar, o marcando goles, o un gol, o algo.
Serbia ha conseguido frenar en parte su decadencia. Hace dos décadas era una selección talentosa, pero poco a poco como por arte de magia el talento fue desapareciendo hasta el punto de llegar a no clasificarse para la última Eurocopa, recordando que había hueco para casi el 50% de las selecciones. Seguramente dolía más ver cómo la pequeña Croacia seguía presentando selecciones de buen nivel, con un juego vistoso y muy por encima del que podía ofrecer la propia Serbia, pero en esta ocasión han conseguido volver a asomar la cabeza.
No nos engañemos, las posibilidades de Serbia no parecen muy altas en un equipo que se precia más de orden defensivo que de inspiración en ataque y estando en el grupo de Brasil, que es mundo aparte, y peleando con Suiza y Costa Rica por ser quien pase de fase.
Es por ese orden que destacaremos a Nemanja Matic, un jugador que no suele acaparar portadas pero que es enormemente valorado por sus compañeros y por todos los entrenadores que ha tenido. Sin duda, la solvencia de Serbia y muchas de sus posibilidades pasarán por sus botas, y mientras sea capaz de mantener en pie el centro del campo serbio su selección tendrá posibilidades de dar alguna sorpresa.
Por último tendríamos a Polonia, que más allá del talento de Robert Lewandowski nosotros podremos nuestros ojos en Arkadiusz Milik, del que esperemos que dé un paso adelante y se confirme como el gran sucesor del propio Lewandowski. Todo pese a que este ha sido un año aciago para él en el Nápoles y parece quedar lejos el jugador que deslumbraba en el Ajax.
Hasta aquí nuestro amplio repaso a las selecciones más modestas, para las otras sírvase leer cualquier periódico.