por Terminado ya el mundial, seguimos con nuestras valoraciones selección por selección. En esta ocasión vamos con los eliminados en cuartos de final.
Uruguay mostró muchas de las virtudes por las que son conocidos: defensa férrea y entrega casi sin límites. Cierto es que en muchas ocasiones iban al límite del reglamento y eso facilita la tarea, pero también es cierto que la pareja de centrales Godín-Giménez ha sido de las más sólidas de todo el campeonato. Su gran problema ha sido la enorme falta de creatividad del centro del campo, que ha actuado más como defensa adelantada que como propulsora del juego ofensivo, cedido casi en exclusividad a la pareja Cavani-Luis Suárez.
Mención especial merece Cavani, que ha sido el alma del equipo y su ausencia en cuartos fue una auténtica losa. Luis Suárez no estaba al nivel de años anteriores, pese a marcar, y el enorme trabajo de Cavani fue el auténtico ancla que llevó a Uruguay a cuartos de final.
Brasil venía con ánimo de revancha por cómo se fue del anterior mundial. Llegó con una mentalidad muy diferente, y para comprobarlo nada mejor que ceñirnos a su partido de cuartos frente a Bélgica y observar el momento en el que los belgas se colocan 2-0 por delante en el marcador. La imagen de los brasileños distaba un abismo de la de hace cuatro años cuando Alemania llevaba esa misma ventaja de dos goles. De la desesperación que se veía entonces se pasaron a unas caras mucho más serias y de concentración, que hicieron que Brasil pudiera al menos irse con la cabeza muy alta.
Muy seria en defensa, algo que ha sido clave en todos los equipos que han llegado lejos en el campeonato, y con bastante chispa arriba, aunque de forma discontinua. Muy bien Coutinho aunque apagado al final, Neymar creciendo poco a poco aunque más concentrado a veces en buscar la falta que en encarar la portería contraria.
Suecia ha sido, seguramente, el equipo con mayúsculas del campeonato. Hombre por hombre no parecía tener el empaque suficiente para ir avanzando rondas, más aun sin contar con Ibrahimovic entre sus filas. Pero a base de una defensa sólida, extremadamente sólida, ha sido capaz de plantarse en cuartos de final contra todo pronóstico. Así que ya superó a Holanda en la fase de clasificación, a Italia en la repesca y a Alemania, aunque perdió contra ella en el enfrentamiento directo, en la fase de grupos. Paradójicamente fue a perder contra quien no suele hacerlo: Inglaterra. Normalmente sus duelos suelen ser muy parejos, con dos estilos muy similares… Hasta ahora. Quizá eso mismo haya sido la clave, el cambio de estilo de los ingleses y el atacar y afrontar el partido de otra forma.
Pese a todo, nada puede ensombrecer su gran campeonato. Especialmente nos gustaría resaltar a Granqvist, el central del equipo que ha sido de los mejores del mundial liderando la defensa sueca y convirtiéndose en un titán.
Rusia ha sido una gran sorpresa, confieso que no creí que pasaría de octavos. No porque le tocase España, en realidad aunque le hubiese tocado Portugal pensaría lo mismo ya que no le veía como un equipo capaz de llegar a cuartos. Pues al final hay que rendirse la evidencia, y además nos ha dejado a dos héroes de los que nos gustan: Cheryshev y Dzyuba. Dos con los que no contaba nadie, no en vano eran suplentes, y al final han sido protagonistas. Justo es también decir que Cheryshev ha ofrecido más goles que juego, y además más goles en mundial que en toda su temporada en la liga española, pero Dzyuba sí que ha ofrecido mucho juego, luchando él solo contra las defensas rivales.
También es justo reconocer el trabajo de Tcherchesov, dirigiendo como un mariscal a su ejército… y sí, que verlo con su bigote en la banda nos ha retrotraído a la antigua Unión Soviética por momentos, a épocas pasadas en las que había más futbolistas que se comportaban como adultos en lugar de niños con aires de estrella. Sí, Rusia ha ofrecido más coraje que juego, es imposible que muestre otra cara, pero siempre es satisfactorio ver a equipos así aunque se encierren atrás planteando una defensa total. Para el espectador no es lo mejor, pero también hay que saber reconocer el enorme trabajo que hay detrás de esta selección.
