Tras la lectura compulsiva de “Te potaría encima”, la primera pregunta que me ronda la quijotera es si no acabo de leer el libro más revelador y divertido sobre la explosión punk british de los 70. Por supuesto que sí. No puede ser de otra forma ante las atropelladas vicisitudes y sueños frustrados recopilados por Andrew Matheson, solista de Hollywood Brats, una desastrada formación proto-punk que vino a ser el reflejo londinense de los New York Dolls, menos en repercusión… De calamidad en calamidad, Matheson se erige como sabio cronista generacional y avispado contador de historias, siempre provisto de una facilidad innata para clavar la vista del lector a su verbo.
Autobiografía, novela, ejemplo vivo del zeitgeist punk british, estamos ante un libro que, en realidad, son tres al mismo tiempo. Una experiencia inmersiva tras la cual no me quedó más remedio que reaccionar ante lo que todo gran libro musical genera: desempolvar los discos de los que habla el mismo; en este caso, una colección imperdible de LPs y singles inflamados de garbo rocaronlero y chute de intensidad a matacaballo. En verdad, no exagero si esta lectura me ha dejado la caja torácica exhausta de la risa y una mueca en bucle cual Joker en plena paliza a Batman. Tanto que cualquier spoiler detallado sobre su interior sería un sacrilegio. Mejor encontrarme con su editor, Didac Aparicio, que, en comandita con Eduard Sancho, fundó en 2011 la editorial que más títulos imprescindibles ha sembrado dentro del ensayo musical en estos últimos años. “Lost in Music”, “Energy Flash”, “Mistery Train”, “Shakey”, “Fuego eterno”, “Pequeño circo”, ¿alguien da más? Sobre la posibilidad de acceder a estos clásicos del género y cómo nace, crece y se expande una editorial con una clara vocación por ofrecer libros donde el significado “definitivo” rompe el molde del significante para erigirse en verdadera revelación.
Al respecto de “Te potaría encima”, el propio Didac me responde sobre las motivaciones que le llevaron a publicarlo. “Te potaría encima” es una lectura que me arrebató, en cierto sentido, como “Lost In Music”, de un tipo que fracasó en la música y que es muy desconocido. Lo cierto es que está tan bien escrito y con tanta gracia que cualquier persona que lo lea, le va a encantar. No sé cuántas serán, pero las que lo lean, lo van a recomendar. Y eso es básico. Lo escribió Andrew Matheson, de Hollywood Brats, que fue una de las primeras bandas punk de Londres, justo antes de que entraran en escena The Clash y Sex Pistols. Eran dos o tres años mayores, y tuvieron la oportunidad de aprovechar el surgimiento punk, pero fracasaron estrepitosamente. Es un libro tan gracioso y cuenta con esa cosa tan británica, ese inglés isabelino, shakesperiano. Además, es tan delirante; relata la explosión juvenil londinense de mediados de los setenta y explica muy bien lo que significó el punk en aquella época”.
A tenor de las palabras del editor de Contra, no puedo rematar este artículo sin dejar de recomendar este libro a todo el que piense que conocía hasta el último rincón de la historia del punk o, sencillamente, a todo el que necesite expulsar una piedra del riñón a carcajada limpia. Sin contraindicaciones, eficacia asegurada.