No es ningún secreto que poder asistir a un concierto de Kristin Hersh siempre es una oportunidad de oro para asistir al cara a cara con una de las figuras más importantes del circo indie de los noventa, aunque una apreciación de este calado siempre tiende a pasar por alto sus numerosos logros en pleno siglo XXI, que no son pocos precisamente. No en vano, estamos hablando de la autora de discos mayúsculos tan infravalorados como Sunny Border Blue (2001) o cualquiera de sus dos trabajos al frente de Throwing Muses. Sin duda, un agravio provocado por la copiosa tendencia a soterrar la genialidad bajo kilos de actualidad más o menos intranscendente. No olvidemos que figuras como Kate Olsen, Mitski o Courney Barnett responden al arquetipo de cantautora indie que Kristin ya alumbró en los noventa cuando comenzó su brillante carrera en solitario con el fabuloso Hips & Makers (1994).
Hitos como este último disco son los que confirman el valor de una trayectoria que, en su cuarta década de vida, reluce soberana y autónoma. Como una anomalía siempre a contracorriente de los modelos de la industria musical que Kristin lleva años evadiendo, y quizá (y sin el “quizá” también) la ha arrastrado al océano del olvido. Como salvavidas de esta injusticia, cabe recordar la reciente publicación de “Peace Ins’t Quiet” (Milenio, 2018), de Estanis Solsona, un fabuloso libro que recorre la existencia musical y personal de la Hersh.
De hecho, no dejamos de ser una preciosa coincidencia el alumbramiento de este libro con la llegada de Hersh a España, donde también resulta altamente motivador que sea a través de su reciente álbum, Possible Dust Clouds (2018). Nuevo capítulo de oro dentro de una trayectoria que, lejos de perder peso con los años, se erige en contrastado crisol de sus diferentes viajes de equilibrista entre infierno y purgatorio: los dos extremos de una filosofía creativa nacida de su necesidad por exorcizar los demonios que retumban en su quijotera.
Siempre un seguro de vida en directo, Hersh se erige como la excusa mayor de un cartel encabezado por mujeres, donde la alfombrilla roja será desplegada por Cariño, Night Flowers, Free Cake For Every Creature y Estruç.
Fecha: sábado 9 de febrero.
Lugar: Espai Jove Les Basses (Barcelona)