Josep Mª Beà: «La Muralla».

Entrar en terreno “Josep Mª Beà” siempre es una invitación a la psicodelia sci-fi y todo lo negro que pueda llegar a ser el humor. En el caso de esta más que necesaria reedición, el autor de Historias de la taberna galáctica se adentra en un mundo protagonizado por Gatony, que, embarcado en un navío hacia la perdición, rememora momentos de su vida, profundamente enraizados en la España franquista que le tocó vivir a lo largo de su primera etapa como genio de la viñeta. Ni que decir tiene que su toque surreal está tan presente como en él es habitual. Un sello intransferible capaz de congelar risas en el corazón de una pesadilla. Surrealismo de poso crítico que ya ofrecía todo lo que “Black Mirror” podría ser, pero nunca llegará a conseguir. No como Beà en una novela gráfica de esta enjundia, publicada originalmente de forma serializada entre 1983 y 1987, y donde se traspasa la frontera del absurdo como en ninguna de sus otras obras.

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El hecho que durante todo este tiempo no se hubiera reeditado como se merece eleva a acontecimiento esta posibilidad de poder adentrarse entre las páginas de “La muralla”. En total, seis capítulos que orbitan sobre un mismo eje, divididos en dos partes: la dedicada a los recuerdos de juventud de Gatony y la parte correspondiente a la historia de su viaje en barco. El punto de enajenación onírica en incluso mayor que en obras como “En un lugar de la mente”. Beà juega dentro de mayor marco experimental, a la hora de plasmar de viñeta en viñeta los frutos de su alocada imaginación. Todo un despliegue que acaba por enfatizar los valores de una obra mayúscula, demasiado tiempo perdida en el baúl de los trastos viejos.

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Que hasta el propio Will Eisner se rindiera al arte de Beà no es un aplauso cualquiera, sino un acto de devoción hacia un talento que, como tan bien nos da a entender Alex de la Iglesia en el prólogo, sólo es posible encontrar cada muchos años. Por pura inercia, “La muralla” es otra obra de peso dentro de una trayectoria que debería ser más valorada de lo que realmente es.