Destellos efímeros (VIII)

Younis Mahmoud

El momento mágico de Younis Mahmoud llegó en la Copa de Asia de 2007, aunque tuvo su precedente en las olimpiadas de Atenas donde Irak consiguió una meritoria cuarta plaza. La base de aquel equipo olímpico se plantó en la Copa de Asia, con sede compartida entre Indonesia, Malasia, Vietnam y Tailandia, con unas expectativas más bien bajas. Tras un inicio dubitativo en el que empatan 1-1 frente a Tailandia, la magia de Irak comienza a mostrarse venciendo, contra todo pronóstico, por 3-1 a la poderosa Australia, que recientemente había cambiado la confederación oceánica por la asiática. La primera fase termina empatando a cero frente a Omán, selección capaz de dormir hasta a las ovejas gracias a su entrenador: el argentino Calderón.

Es entonces cuando Mahmoud comienza a destaparse como un pequeño genio capaz de idear jugadas inverosímiles. Lidera a su selección en el partido de cuartos de final, venciendo por 2-0 a una de las anfitrionas, Vietnam, y pone en jaque a la defensa de Corea del Sur en semifinales (0-0 e Irak vence en los penaltis), lo que conduce a Irak hasta la soñada final frente a Arabia Saudí, algo por los que muy pocos hubiesen apostado al inicio del torneo, tanto por la selección iraquí como por la saudí. En la final, Mahmoud da una clase magistral y literalmente vuelve locos a los defensas saudís, que no pueden seguirle al aparecer por cualquier zona del ataque iraquí. Younis marca el gol de la victoria (1-0 en el minuto 71) y proporciona a su país una muy necesaria alegría después de verse destruida por la guerra. Por ese mismo motivo, Irak despierta las simpatías internacionales e incluso su selección es nominada al premio Príncipe de Asturias de los deportes. Ese mismo año, 2007, quedó segundo en el trofeo al mejor jugador asiático del año, por detrás de (¡tachán!) Yasser Al-Qahtani.

Lamentablemente, aquella fue la última vez que Younis destacó y recientemente ha anunciado que se retira del fútbol. Tal vez desperdició su gran oportunidad en 2006 cuando el Sunderland le ofreció un contrato, sin embargo Mahmoud prefirió los petrodólares a las libras esterlinas y recaló en la liga qatarí.