Así es Cathy Claret

No queda nada para el lanzamiento del nuevo disco de Cathy Claret. Será el próximo 19 de octubre en Japón, de la mano de la discográfica Respect Record, con la que repite después de su Primavera (2018). 

Muchos esperábamos como agua de mayo un nuevo trabajo de la compositora. Ya habían pasado tres años desde sus últimos singles, Siempre libre y Rayo, que habían alumbrado las grises callejas del panorama actual, repleto de advenedizos y, sobre todo, de sosainas. 

Así soy yo es un trabajo profundamente íntimo, en el que la artista se desnuda en sus letras:  

Quisiera volar y poder escapar

no volver a pensar en la soledad…

Es un momento

Es un concepto

Es mi momento…

“Utópico”, nacida en un sueño 

Oh, mal amargo

Que se me queda cavado en el olvido

Una mirada que no tiene consuelo

Me acuerdo cuando me pedías consejos…

“Las dudas” 

Cathy Claret: «Toda las canciones son súper autobiográficas. El músico tiene que reflejar lo que eres; no eres un actor. Muchas hablan de supervivencia, porque he tenido una vida bastante dura».

O la declaración de principios, repleta de luz, que constituye “Así soy yo”: 

Siempre voy a contratiempo

No quiero volar más alto

Me apaño con lo que tengo

Sola vivo en mi mundo

Aprendí todo lo bueno

Rechacé todo lo malo

Inventándome un camino

Que sólo sería mío

Lo viviré

Y si no puedo, lo soñaré…

Cathy Claret: «En Japón esa letra les encantó. Quieren adaptar esa filosofía a su vida, porque ellos trabajan demasiado». 

El disco que se compone de doce canciones, tres de ellas, versiones: “Sunny”, de Bobby Hebb -¡qué delicia esas palmas que sustituyen la percusión pausada de la batería original!-, “Porque te vas”, interpretada por Jeanette  y “Alegría de vivir” de Ray Heredia: «Nunca hice versiones y pensé en tres canciones que me habría gustado escribir».

En lo que al plano de la producción se refiere, dos tendencias se pasean por el disco: su vertiente francesa y de pop aflamencado, tan depurada aquí que se bebe, alcanzando la categoría de género en sí mismo, con piezas exquisitas como “Baby blue” o “Comme çi comme ça”. Y otra, en la que el flamenco se mezcla con los ritmos urbanos y nos topamos con una Cathy Claret renovada, explosiva: “Sólo sé que no sé nada”, la versión de “Porque te vas” y, el que será segundo single en Japón, “Agua Coca Cola, Fregasuelo Verde”, sin duda el mejor título de una canción en lo que llevamos de siglo. Pese a ello, por poco no ve la luz en el país del sol naciente: «“Agua Coca Cola, Fregasuelo Verde” iba a ser el primer single, pero como en Japón no entienden las letras y la única palabra que entendían es Coca-Cola y como sale mucho en la canción, pues la habían censurado. Porque los japoneses y los americanos no casan muy bien. Entonces tuve la idea de regrabar la palabra y cambiarla por… Cola-Cola». 

Este giro copernicano en la trayectoria de la cantante surge como algo natural, debido a su entorno inmediato: la gente y el arte gitanos, y la mezcla con los ritmos urbanos. 

«Tengo una voz susurrada pop, muy francesa, a lo Jane Birkin, pero la música, mi mundo, mi vida es flamenco y urbano, porque me muevo en estos barrios, donde hago toda mi vida familiar, mi vida social».

De hecho, el álbum parte de un concepto, una reivindicación: Es un disco 100% de producción gitana en el que no se ha hecho discriminación positiva para con los payos.  Una lucha particular que la artista libra contra el clasismo y el antigitanismo de medios de comunicación y discográficas estatales. 

«No me gusta repetirme. Necesitaba sangre nueva, algo completamente nuevo, y todo el disco lo hice con jóvenes gitanos de veintipocos, y de barrios marginales. Porque pienso que ahí nacen las tendencias y después son recuperadas por la industria». 

El disco se ha gestado en el Paseo de Camarón del barrio de La Mina, en una casa, la del músico y productor gitano Che, donde tiene su estudio. 

«Todo el disco se ha hecho desde el barrio, desde el gueto, todo entre primos y amigos. Dábamos voces por el balcón y subían.»

«Cuando fui a casa de Che, empecé a escuchar las bases, ¡me encantó! y… por ahí voy.»

La primera canción “Agua Coca Cola, Fregasuelo Verde”, la empezó en 2019: «No sabía si el disco iba a salir. Lo hice por mi cuenta. En casa de Che, es una casa particular. […] Hay muchos niños, a veces subían todas las primas a hacer el culto en la casa. Él trabaja muy bien, es el mejor. Hace magia. Es la producción que más me gusta, pero como hay mucha familia, en la casa se podía trabajar poquito: dos horas y parábamos. Y luego, con la pandemia y todo esto. Y como yo compongo todo y no tenía prisa… pues he tardado cuatro años». 

Como guinda del pastel, Claret ha contado con la participación de artistas a quien le une una mutua admiración: Soleá Morente, Lin Cortés y Piraña, dicen de él que es el mejor cajonista del mundo. 

“Así soy yo” despegará con la fuerza de un geiser en Japón: sonará todos los días en las radios FM, y en las dos compañías aéreas más importantes de Japón. Ahí es nada. Tras la promoción, se espera una gira nipona. 

Esperemos que la escena nacional se reactive y que, sobre todo, abra los ojos. Por aquí necesitamos más arte, más flamenco y ritmos urbanos auténticos. ¡Necesitamos más Cathy Claret!