Ridley Scott: «Marte»

Marte PortadaMarte debe ser ese planeta lejano en el que Ridley Scott quedó abandonado desde que dirigió Blade Runner (Blade Runner, 1982), y desde entonces alguien ha estado usado su nombre para filmar películas que jamás han llegado tan siquiera a acercarse a las cotas de brillantez de sus primeras producciones, incluso teniendo en cuenta alguna que llegó a cosechar varios premios Oscar. La buena noticia es que parece que una de esas sondas que ha mandado la NASA a Marte nos lo ha traído de vuelta para rodar, precisamente, Marte (The Martian, 2015).

Basada en la novela homónima de Andy Weir, esta nueva aventura espacial de Ridley Scott resulta antagónica a su Alien (Alien, 1977). Si en su encuentro con la inmortal criatura de H.R. Giger, Ridley Scott nos proponía pasar miedo como pocas veces antes habíamos experimentado, en una galaxia oscura, sucia, goteante y deprimente, en Marte estamos ante una visión pulcra y casi angelical, proyectada directamente por la NASA que queda casi impoluta en el ambiente, incluso queriendo dar una sensación de total transparencia ante la opinión pública. Un universo carente de miedo, pese a que su protagonista pasa cientos de días abandonado a su suerte en el planeta Marte.

No sólo no hay miedo, tampoco hay desesperación, ni un atisbo de depresión. Pero tampoco ha de tomarse como un punto estrictamente negativo, ya que la intención de la novela, y de la película, no es deprimir, sino divertir y alegrar al espectador en un mensaje positivo. El hombre, capaz de colonizar nuevos planetas, de crear vida vegetal en las condiciones más adversas y de salir vivo de las situaciones más desesperadas y, aun encima, con la casi perenne sonrisa de Matt Damon.

Así se lo tomaron en los Globos de Oro, como la mejor comedia y/o musical del año, como una alegría visual. También como un elaborado esfuerzo por resultar creíble tanto por sus escenarios, Jordania, como por sus teorías científicas, que en diversos momentos amenazan con provocarnos más de un bostezo, pero por suerte son comedidos y pronto pasan a la acción.

Fotograma

Colabora en el resultado final su extenso elenco, con nombres como Sean Bean, Jeff Daniels, Jessica Chastain o Chiwetel Ejiofor que rayan todos a buen nivel. La trama está bien llevada pese a lo previsible que resulta, pero su tono blanco puro lo pide y eso es muy posible que sea recompensado con varios premios.

Sin duda, el Ridley Scott que firmó obras maestras en sus inicios ya nunca volverá. Hay quien sigue esperándole, y hasta hay quien dice que le gustan más sus obras del siglo XXI, pero para quienes se nos pusieron los ojos como platos en sus primeros trabajos de ciencia –ficción, seguramente Marte sea lo mejor que podemos esperar de él a estas alturas.