Terremoto Sí: Galicia ruxe

Terremoto Sí portadaGalicia bulle, y de qué manera. Sin poder constatar una escena real, quizá aquí se encuentre el hecho más sustancioso: una indefinición que se refleja en un espíritu muy crítico basado en la matriz totalmente personalizada de grupos como Franc3, Jay, Unicornibot, Novedades Carminha, Das Kapital o Srasrsra. Ovejas ingobernables de un rebaño a contracorriente de los estilos prefijados por las publicaciones y las webs generalistas e independientes; por si aún no había quedado claro sibilino, hay vida más allá de Triángulo de Amor Bizarro. Precisamente, uno de estos grupos llamados a seguir abonando la ruta de la Galicia Bizarra es Terremeto Sí. Quinteto de terroristas del ruido conformado por René – voces -, Samu – guitarra -, Sara – guitarra  -, Puchao – Bajo – y Alberto – batería -, su primera demo crepita en una mole sonora de las que invitan al sano sadomasoquismo de dejarse aplastar en puro éxtasis. Ocho minutos escupidos en cuatro canciones de personalidad autónoma, las guitarras ejecutadas por Samu y Sara suenan como una sierra dentada sin pasar la ITV. Carniceros de trazo grueso, Puchao y Alberto guían el terremoto con pulso metronómico, dejándose acompañar en “Poder, ejércitos privados y coca cola” por los sintes de Zippo – miembro de Srasrsra, Triángulo de Amor Bizarro y productor de este artefacto -.

Marejadas bizarras de punk-noise radioactivo, Terremoto Sí hacen pleno honor a su nombre escapando de cualquier tipo de referencia reconocible a base de minas anti-persona disparadas al mismo centro del sistema nervioso. Lo suyo es pura palpitación tribal de tendones y nervios buscando el azote físico y el breakdance neuronal; un acto de supervivencia pura basado en la interrelación volcánica con el ingenuo oyente. Si todo esto no fuera suficiente para dejarse bañar por estos espumarajos de lava negra, la lírica bramada por René ya lleva a esta obra a un plano de exclusividad total. El filtro ideal al entramado sonoro volcado, la voz de René golpea como una lobotomía en plena resaca de fin de año. Urgente como una ambulancia sin frenos, René dibuja con pulso esquizofrénico un universo de “Termes, turiros, comejenes, hormigas blancas/ Triásico reciente” – “Termitas” – o Prisioneros de noche y niebla/  Aguarrás, cola, limón/ Cabeza de juguete en la celda” – “Pájaro verde, pajarete” -. Como si te tratara de un Mark E. Smith – The Fall – en pleno Antroido ourensán; definitivamente, esta última mano ganadora nos lleva a depositar plenas esperanzas en esta abrumadora banda coruñesa. Visto el hiperbólico caudal de energía generada, sólo nos queda esperar por un próximo paso discográfico que mantenga la inercia visceral; aquí huele a algo muy importante. Bueno, ya lo es.

Nota: foto perteneciente al Colectivo Unicornio.