Mencionar a A.R. Kane significa hacerlo de la banda más infravalorada de estos últimos 30 años, siempre que establezcamos una relación entre la relevancia de los logros musicales y su posterior reconocimiento. Pero sobre todo, porque el paso del tiempo siempre acaba por disponer a los grandes precursores en el lugar que se merecen, separando la paja de lo genial. O al menos, casi siempre.
Después de que hace tres años se editara la fascinante colección de sus singles y EPs y de haber anunciado su primer concierto tras dos décadas separados, ahora es el momento de aportar un poco más en esta misión de colocar a A.R. Kane en el lugar que se merecen, uno que, ni lo dudéis por un instante, apunta directamente hacia el gran pódium entre las formaciones más inspiradoras de los ’80.
Para empezar, de no ser por ellos se haría interminable la lista de grupos que jamás habrían llegado a hacer brotar el espíritu indagador en su ADN. Entre los casos más representativos, se encuentra la plana mayor de grupos británicos más interesantes, nacidos entre 1988-1994. Veamos: My Bloody Valentine, The Pale Saints, Slowdive, Main, Scorn, Papa Sprain, Disco Inferno, Seefel… ¿Más que suficiente, no?
No obstante, su rastro no ha dejado de expandirse como una telaraña hilándose indefinidamente. M83, casi todas las bandas de Captured Tracks, cualquier grupo neo-shoegaze que se deje etiquetar con este sello… El rastro de la huella dejada por A.R. Kane es como el de un astronauta en la Luna. Imborrable.
Espeleólogos de rango superior, Rudy Tambala y Alex Ayuli forjaron una de las simbiosis musicales más inquietas que se recuerda en la historia del pop, se trate de la época que se trate. Como resultado, entre 1986 y 1994 dejaron una discografía corta, pero fundamental en la evolución, que llega hasta las formas más experimentales del pop.
Procedentes del East London, tanto Ayuli como Tambala eran de origen africano: el primero por parte nigeriana y el segundo con raíces de Malawi. Su procedencia les marcó desde su infancia.
Rudy Tambala: “Crecimos en Stratford, East London, y siempre éramos los extraños (la mayoría de los niños eran pobres cockneys, irlandeses o del Oeste de la India), pero nosotros rezumábamos confianza africana y un grado de arrogancia. Nosotros decidíamos. Nos conocimos en el Park Júnior School, a la edad de 8, y fuimos muy amigos durante los siguientes 20 años”[1].
El entorno en el que crecieron fue un acicate para reforzar la amistad de Alex y Rudy.
Rudy Tambala: “Teníamos un montón de intereses comunes. Entonces, en cuanto nos acercamos a nuestros años de adolescencia, como la mayoría de los niños, conseguimos más y más música. Empezamos intercambiando discos y casetes. Alex contaba con un fondo más de soundsystem dub. Sus hermanos estaban conectados a aquellos soundsystems de reggae del East London. Yo estaba más por el soul y un fondo jazz-funk. Mi hermano mayor estaba involucrado en la escena de club. Así que nos fuimos sumergiendo más o menos en la música, y luego supongo que añadimos al cóctel toda la música pop de la época: entrar en toda lo que era el punk para luego derivar en los lados más alternativos de jazz, dub-reggae, o las cosas que John Peel estaba pinchando. Esa mezcolanza de diferentes influencias musicales tuvo un efecto sobre nosotros, supongo. Vas a los clubes y bares y estás expuestos a diferentes bandas… Todas esas cosas, estar en este entorno mixto de seguimiento se filtró en lo que hicimos”[2].
Antes de comenzar siquiera de saber tocar algún instrumento, Alex y Rudy ya contaban con el germen de la inquietud, una especie de pre-visión de lo que harían si algún día se dedicaban a la música. Fueron teóricos de sus propias ecuaciones antes de ensamblar las herramientas que les iban a llevar hacia sus propias composiciones..
A una alianza musical siempre se le definen sus actos por el contexto en el que les ha tocado surgir. Rudy y Alex nacieron en pleno tránsito entre el puente que va de Psychocandy (Blanco y Negro, 1985) al C86 y la revolución del house al acid-rock. Sin embargo, como todos los pioneros que se precien, sus contactos con la realidad del momento siempre fueron tangenciales. Incluso antes de montar el grupo, eran unos outsiders con una placa bien reluciente.
Rudy Tambala: “Supongo que éramos un poco más vanguardistas en nuestros gustos que los lugareños habituales de Stratford. Estábamos acostumbrados a sentirnos como los bohemios, los forasteros. Entonces, de repente, todo cambió hacia un aspecto más europeo, una mirada y un sentimiento más relajado, y sabíamos que lo que lo estaba causando tenía mucho que ver con las drogas y la música de la época”[3].
De alguna manera, todo aquel ambiente de euforia anfetamínica se impregnó en su matriz, aunque, cómo no, no sin antes pasar por el filtro de sus propios planteamientos musicales.
Rudy Tambala: “Escuchábamos mucha música de baile y salíamos mucho a las discotecas, por lo que no es que la música de baile fuera ajena a nosotros. No creo que nos adentráramos en la música house como tal, que era más como un ritmo mecánico basada en loops. Nosotros siempre tratamos de hacer algo con un poco más de groove y con sonido en directo. Nuestras actuaciones eran, bueno: si una canción duraba cuatro minutos, entonces sería cuatro minutos de actuación. […] Mientras que el punto entero de la cosa acid house se basaba en que era repetitivo e hipnótico, y que el trance sería a causa de eso. No había un montón de cambios, y era muy minimal, mientras que nosotros solíamos enfocar más hacia un tipo de estilo antiguo, que se podría definir más como un tipo de música o de producción rock: ¡versos! ¡estribillos! ¡un montón de diferentes instrumentos y artistas en vivo! [Risas] Así que sí, que no queríamos ser músicos electrónicos de house, aunque quizás hicimos más de una mezcla housey de alguna una pista que sentíamos que podía funcionar”[4].
Desde antes incluso de grabar su primera canción, Rudy y Alex recuperaron el espíritu cuestionador del post-punk forjado por los primeros Public Image Limited, Gang Of Four o The Pop Group. Al igual que ocurría con todas las bandas citadas, leer una entrevista de A.R. Kane podía ser tan nutritivo como escuchar alguno de sus discos.
Rudy Tambala: “Yo nunca he conocido a un ser humano. He conocido a montones y montones de monos con ropa. Mi creencia es que cada cierto tiempo nacen un par de tipos que tienen algunas ideas realmente grandes, y se produce el progreso del resto de la llamada humanidad. Debido a que conducimos coches y vemos la televisión, hemos llegado a pensar que somos responsables de esas cosas… Porque hemos nacido con ellas, creemos que son nuestras. Pero sólo hay unos pocos genios, y el resto está en un nivel muy bajo. Este tipo de personas abundan de vez en cuando, pero no tan a menudo, considerando el número de personas que hay en el planeta. Y porque podemos hablar de estas cosas, y repetirlas como loros, pensamos que estamos listos. No lo estamos. Somos tontos. Animales tontos. Porque si nos fijamos en la masa de las cosas que hacemos, todo lo que hacemos es destruir. Mira la realidad práctica de la misma. Puedes caminar por la calle, y eso no es… cool. Todo lo que proviene de la mano del hombre, cuando entra en contacto con algo, tiende a ser bastante más sucio que especia …”[5].
1986 fue un año en el que se multiplicó de forma sustancial el número de bandas en Inglaterra. El C86 había dado su pistoletazo de salida. Y entre los que se iban a salir del tiesto, se encontraban estos dos chicos, que aún estaban aprendiendo a tocar. En menos de un año, ya tendrían su propia banda, pero antes tenían que sufrir la revelación que impulsa todo fuero interno hacia una meta de fondo.
Rudy Tambala: “Una noche, los Cocteau Twins estaban en The Tube, el programa de Channel 4. Ambos lo vimos, por separado, y nos llamamos inmediatamente. Era como, ‘¡¿has visto eso?!’. Lo que encontramos interesante al respecto, y lo relacionamos con nosotros, aparte del hecho de que se veía y sonaba completamente diferente a todo lo que habíamos visto antes, era que no tenían un batería. Pensamos que era realmente increíble. Tenían una máquina de cinta en el fondo. Habíamos crecido con mucha tecnología a nuestro alrededor… Yo estaba bastante metido en el mundo de las computadoras y cosas así, y solía juguetear con máquinas de cinta. Alex solía quedarse con el equipo soundsystem, donde construyeron todo su propio equipo. Íbamos a su casa y su hermano estaba allí soldando placas de circuito. Había válvulas en todas partes, cajas de altavoces, máquinas de eco…”[6].
Aquella actuación de Cocteau Twins fue la detonación necesaria para encauzar los instintos de Rudy y Alex. La idea ya estaba tomando forma, pero ésta tenían que esculpirla con sus propias manos.
Rudy Tambala: “Así que nos relacionamos completamente con eso. Entonces, el sonido [Cocteau Twins] desprendía un eco especial y era espacioso. Se trataba de algo con lo que realmente nosotros también podríamos relacionarnos. Éra como, wow, esto sería muy fácil de hacer, ¿no? [risas]. Todo lo que necesitamos es una guitarra, un micrófono y una máquina de cinta. Así que en un par de semanas ya habíamos comprado una guitarra, una caja de ritmos y un pedal de delay digital, y empezamos a hacer sonidos. Hacíamos sonidos como los que habíamos escuchado de los Cocteau Twins; pero de, inmediato, añadimos la relación con lo que ya sabíamos de música basada en el Groove: el reggae, el soul y cosas por el estilo. Y realmente era como wow, esto es puro DIY. Podrías bajar a Denmark St., pagar £ 200, y tener una banda. No necesitas montones y montones de equipos”[7].
Rudy Tambala: “Alex consiguió una guitarra. Nos gustaba sentarnos y perder el tiempo en ello, puntear, y luego en cierto punto creo que tuvimos la suficiente habilidad, y tal vez la confianza, para decir, ‘¿por qué no empezamos una banda?’. Y todo salió muy, muy rápido. Ya sabes, unas horas después de que decidimos que íbamos a tener una banda, ya habíamos dicho a la gente que teníamos una banda, y nos preparamos para una demo. [risas]”[8].
Unos días después de haber vivido el pálpito al unísono a través de la actuación de Cocteau Twins en The Tube, Ayuli comenzó a bromear con una chica, diciéndole que él y Rudy tenían una banda de música. Al momento, Rudy le dijo que sonaban un poco a Cocteau Twins, Velvet Underground, pero también a Miles Davis y Joni Mitchell. ¿Futurólogos con las propias cartas de su destino? Pero también que jugando con las iniciales de sus propios nombre, Ciudadano Kane (Citizen Kane, 1941) y La Marca de Caín, habían llegado a la conclusión de que debían llamarse A.R. Kane. El mito cogía cada vez más velocidad. Ya se encontraban en el kilómetro 0. Las primeras pruebas físicas de sus impulsos estaban a punto de ser moldeadas.
[1] Kulkarni, Neil: “The future came and went: A.R. Kane interviewed”, The Quietus. Traducción del autor.
Fuente: http://thequietus.com/articles/10306-a-r-kane-interview
[2] Purdom, Tim:”A love from outer space: 80s dream pop icons AR Kane interviewed”, Factmag. Traducción del autor.
Fuente: http://www.factmag.com/2012/11/13/a-love-from-outer-space-80s-dream-pop-icons-a-r-kane-interviewed/2/
[3] Ibídem. Traducción del autor.
[4] Ibídem. Traducción del autor.
[5] Reynods, Simon: “AR Kane: interview”, Melody Maker. Traducción del autor.
Fuente: http://reynoldsretro.blogspot.com.es/2008/06/ar-kane-interview-melody-maker-july-25.html
[6] Purdom, Tim:”A love from outer space: 80s dream pop icons AR Kane interviewed”, Factmag. Traducción del autor.
Fuente: http://www.factmag.com/2012/11/13/a-love-from-outer-space-80s-dream-pop-icons-a-r-kane-interviewed/2/
[7] Ibídem. Traducción del autor.
[8] http://www.factmag.com/2012/11/13/a-love-from-outer-space-80s-dream-pop-icons-a-r-kane-interviewed/