Cuando David Gelb pensó en realizar un documental sobre el sushi, su tradición, su elaboración o su importancia en la gastronomía japonesa, la idea principal era entrevistar a varios maestros culinarios para conocer sus experiencias. Pero todo cambió cuando conoció a Jiro Ono, propietario y chef del Sukiyabashi Jiro a sus 85 años en el momento del documental, y fue adentrándose poco a poco en su vida. Entonces el documental pasó a llamarse Jiro, Dreams of Sushi (2012).
Lo que cautivó a Gelb no sólo fue la propia historia de Jiro, sino también la de sus dos hijos, Yoshikazu y Takashi. El menor, Takashi, siendo ya propietario de su propio restaurante, aunque con la responsabilidad de mantener un alto nivel de calidad por ser hijo de Jiro. El mayor, Yoshikazu, a sus 50 años sigue a la sombra de su padre al tener que seguir la tradición de heredar el negocio familiar, lo que evita que destaque como chef y permanezca en un segundo plano aceptándolo con pasmosa naturalidad.
El documental logra que mostremos interés por la vida de Jiro, cuyo padre falleció a una temprana edad y parece que ello condiciona su relación con sus hijos, además su absoluta obsesión y dedicación por el sushi no ayuda a que pueda tener más contacto con ellos, quienes hasta que no entran como aprendices no comienzan a disfrutar de más tiempo con su padre. Pero la sociedad japonesa es así, y premia moralmente a gente como Jiro, que da absolutamente todo por su restaurante y buscando cómo mejorar la forma de prepararlo y servirlo.
¿Obsesión o dedicación? Quizá ambas al mismo tiempo, pero Jiro representa perfectamente el ideal japonés siendo un maestro en su disciplina, esforzándose por mejorar día a día en su pequeño restaurante que goza de únicamente diez taburetes, ya que Jiro centra toda su atención en sus clientes, seleccionando incluso el tamaño del sushi según su sexo. Toda una vida coronada con tres estrellas en la guía Michelin, el chef de mayor edad que la ha conseguido, y sirviendo a gente como el primer ministro Shinzo Abe o el presidente de los Estados Unidos, Barack Obama.
Jiro, Dreams of Sushi es de ritmo sosegado y de emoción contenida, el fiel reflejo de sus protagonistas, la historia de uno de los mejores restaurantes del mundo contada como si fuese una historia común, sin grandilocuencias ni emulsiones con nitrógeno líquido.