Siouxsie and the Banshees: «Juju». Magia negra (III)

Arabian Knights

 

 

Luces de Myriad
Me dijeron que quedaría impresionada
Caballeros árabes
En su forma más primitiva

 

‘Arabian Knights’ fue el tema que sirvió como segundo single de Juju. Grabado el 17 de marzo, sólo un día después de ‘Spellbound’, su nacimiento partió de unos ensayos en los que Siouxsie y McGeoch estaban trabajando en una melodía conjuntamente. Lo primero que salió de esta colaboración fue un compás de guitarra en ¾, al estilo de  ‘The Staircase (Mystery)’.  Sin embargo, en cuanto Severin entró en escena, el ritmo de vals dispuesto terminó cambiando a uno de 4/4. Visto el resultado final, no cabe duda de que su aportación fue básica.

‘Arabian Knights’ es, junto a ‘Shadowplay’ de Joy Division, el puente más sólido entre la generación post-punk y la influencia de una banda como The Doors[1]. Si bien es cierto que otra banda como Echo & The Bunnymen tiene más parecidos con el tono oratorio, en general, de The Doors, canciones como ‘Arabian Knights’ llevan la matriz del grupo comandado por el rey lagarto hacia una nueva dimensión. Así, si en  ‘Shadowplay’ podíamos asistir a una comparación por antítesis total hacia el ‘L.A. Woman’ de The Doors -poco tenía que ver la sombría Manchester descrita en la canción de Joy Division con la soleada California reflejada en la canción de los Doors-, en ‘Arabian Knights’ Siouxsie nos ofrece la versión más cercana a un what if? de lo más sugerente: ¿qué habría pasado si The Doors se hubieran formado diez años más tarde entre los escombros de una ciudad industrial inglesa? Seguramente, pocos ejemplos más representativos de esta realidad virtual que ‘Arabian Knights’. El ritmo sincopado, la sensación de que la canción se mueve en vertical y no en horizontal, y la misma interpretación de Siouxsie, desplegando un tono oratorio en su forma de cantar, decididamente heredado de Jim Morrison, despiertan la imaginación de forma elocuente.

Siouxsie: “‘Arabian Knights’ fue inspirada por el hecho que en aquellos momentos estaba escuchando mucho a los Doors. Quería ese tipo de melodía fluyendo dentro de la canción”[2].

Las piezas encajaban tanto que si le preguntaban cuál había sido el cantante que más le había influido, la respuesta estaba clarísima: Hay un montón, pero yo diría que Jim Morrison. Su voz ha sido imitada por tanta gente, pero todavía suena tan relajada y natural. Me gustan más las canciones vacías donde sólo su voz y un instrumento conducen la canción. Su voz era definitivamente el instrumento principal de The Doors”[3].

Desde el primer momento, ‘Arabian Knights’ se convirtió en un catalizador de polémica.

Siouxsie: “Algunos de nuestros discos podrían terminar marcados con una ‘X’. Como en todo el alboroto que ocurrió con ‘Arabian Knights’, debido únicamente a la línea sobre los ‘orificios’. Fue sólo una nueva forma de describir algo… algo natural, físico. No era obsceno o grosero. Sólo imágenes… pero no gustó”[4].

Veiled behind screens
Kept as your baby machine
Whilst you conquer more orifices
Of boys, goats and things
[5]

‘Arabian Knights’ abría puertas molestas con delicado exotismo. La influencia asiática en las melodías se hace evidente, y Siouxsie no la oculta: “No estoy limitada como para no apreciar otros estilos o culturas. Por alguna razón, mis oídos están más seducidos por las escalas orientales”[6].

La pericia de Siouxsie llega a un grado muy alto de síntesis. Más es menos. Así, encapsula sus dardos en imágenes suficientemente abrumadoras como para no tener que extenderse más de lo necesario. Integración en estado puro, Siouxsie dejaba claro sus intenciones desde el primer verso, donde las críticas, tanto al turismo sexual como al desastre medioambiental,  quedaban encadenadas de forma natural.

A tourist oasis
Reflects in seedy sunshades
A monstrous oil tanker
It’s wound bleeding in seas
[7]

 

Pero donde Siouxsie pretende hacer más pupa es en su brutal retrato del machismo predominante en esas tierras árabes.

Siouxsie: “No tiene nada que ver con una cosa feminista, más bien se trata de algo humano. Por ejemplo, cómo las mujeres musulmanas le hacen frente, no lo sé. Se trata de la forma en que las mujeres son tratadas en algunas religiones”[8].

Dub asilvestrado, cambios de ritmo trazados mediante un disparador de melodías digno de los mejores Roxy Music. ‘Arabian Knights’ nace en el corazón de una jungla anunciando tormenta, pero luego se transforma en un sueño disparado por mareantes tonos arábigos. Tanta belleza se vuelve dramática en la última parte de la canción, donde Siouxsie nos muestra la crudísima escena que da sentido a toda la brutalidad contenida entre sus versos.

Ripped out sheep’s eyes
No forks or knives
[9]

 SONY DSC

 

Halloween

 

Truco o trato

Truco o trato

Lo amargo y lo dulce

Grabada 18 de marzo de 1981, la historia de ‘Halloween’, no obstante, se remonta a  años antes, cuando John McKay aún era el guitarrista de The Banshees. Ideada entre el mismo McKay y Severin, finalmente, no quedaron satisfechos con su colaboración. Como en otras ocasiones, a pesar de no haber sacado nada en limpio en su momento, Severin se guardó su línea de bajo, que resucitó para cuando la nueva formación ya estaba consolidada. Para ‘Halloween’, Severin también se ocupó de las letras, acabando por crear una de sus canciones más personales. Pero antes, en Halloween’ vuelven los amnióticos tonos asiáticos, esta vez desde un plano totalmente opuesto a la crueldad teñida de engañosa hermosura que engalana ‘Arabian Knights’.  Por el contrario, ahora no se trata de viajar hacia esos mundos exóticos, sino de usarlos para dramatizar el fin de la inocencia a la que canta Siouxie; cómo no, desde una escena típica de Halloween. Aunque este sentimiento queda perfectamente expresado en las cuerdas vocales, entre tensas y frágiles, de Siouxsie, éstas también sirven como filtro de una experiencia vivida durante la infancia de Severin.

Severin: “Mi fuente para esta canción viene de algo que me pasó cuando era muy joven: la comprensión de la realidad, por primera vez, si eso no suena demasiado… De repente, me di cuenta de que cuando yo tenía unos seis años era una persona alejada del resto de la gente. De repente, supe que estaba dando vueltas en vez de ser parte de las cosas. Y una vez que eso sucede, te das cuenta de que has perdido algo así como un tipo de inocencia”[10].

A sweet reminder
In the ice-blue nursery
Of a childish murder
Of hidden lustre
And she cries
[11]

‘Halloween’ vuelve a cabalgar entre la propulsión de un sistema nervioso hiperdilatado y una atmósfera no tan lejana a unos Cocteau Twins más terrenales.

Si en anteriores piezas era McGeoch[12] el que llevaba la manija hacia lo misterioso y lo mágico, a través de diferentes culturas exóticas, esta vez su guitarra es multiplicada por las escaladas, bañadas en exuberante candor, de Severin. Mientras tanto, el nigromante de las seis cuerdas va articulando cuchilladas de electricidad vírica, siempre anunciando un peligro constante.

‘Halloween’ es otro tema que responde a la condición bipolar de cada una de las canciones que forman Juju, y que se muestra con mayor énfasis en este mismo corte y ‘Spellbound’. Canciones nerviosas, viviendo entre sprints atómicos y sus consiguientes respiraderos. La naturaleza asilvestrada de cortes como ‘Halloween’ y ‘Spellbound’ recuerda la misma esencia de una banda como Throwing Muses. El primer LP de esta banda es el reflejo de cristales rotos más interesante de la influencia de Siouxsie & The Banshees dentro del rock underground americano, gestado durante la segunda mitad de los ochenta. De hecho, si Siouxsie se hubiese criado entre discos de folk y country no sería tan insólito imaginarla haciendo algo parecido a este gran clásico.

 juju 10

Monitor

 


Una prevención de la delincuencia
Un paso del tiempo

Nacida de una jam sesión improvisada durante una prueba de sonido en 1980, ‘Monitor’ desprende una sensación más al tacto, en primera persona, al haber sido grabada en una toma, mientras la banda se encontraba con una borrachera de impresión.

La letra de la canción vino por parte de Siouxsie, quien la escribió inspirada por la llegada del circuito cerrado de televisión. De esta realidad, había surgido una historia que a Siouxsie le había marcado: “Empezó cuando la CCTV fue instalada en una torre, en un intento de reducir el vandalismo y el crimen. En vez de eso, dio lugar a que los inquilinos encontraran más placer en ver los crímenes de la ‘vida real’, que se emitían en la CCTV, que viendo narraciones ficticias en sus propias televisiones”[13].

‘Monitor’ es el eslabón perdido entre J.G. Ballard y David Cronenberg; y más en concreto entre la literatura futuro-catastrofista del escritor británico y la mezcla de carne y tecnología que obsesiona al director canadiense. Respecto a este último, resulta cuanto menos curioso el evidente paralelismo entre el mensaje de esta canción y el argumento de Videodrome (1982), la película de Cronenberg, estrenada sólo un año después de la edición de Juju.

Letras como éstas incluso parecen spoilers de Videodrome.

His face was full of intent
And we shook excitement
Then the victim stared up
Looked strangely at the screen
As if her pain was our fault
But that’s entertainment
What we crave for inside
[14]

De hecho, la advertencia que promulgaba en estas letras ‘Monitor’ fue llevada a la gran pantalla por David Cronenberg, el director más cercano al imaginario de Siouxsie.

Por la parte que toca de conexión con la rama ballardiana, Siouxsie y Severin alcanzan su punto álgido a través de ‘Monitor’. Durante aquella época la influencia de Ballard se había convertido en uno de los rasgos más identificativos de la liturgia post-punk. Bandas de zonas tan horrorosamente industriales, como Joy Division -procedentes de Manchester, la capital de la revolución industrial- o Cabaret Voltaire -originarios de la no menos feísta Leeds- habían absorbido la visión de futuro dentro del mismo presente, que Ballard había promulgado desde sus primeras novelas apocalípticas sobre el fin del mundo. Sin embargo, The Banshees iban más allá, al adaptar a sus propias necesidades la inquietante visión sexual que Ballard había diseccionado en novelas como Crash (1973), por medio de las turbadoras reflexiones del que, antes que escritor, había sido científico.

Siouxsie: “Crash es su mejor novela. Fue el primer libro propiamente erótico que he leído, pero también es patético. Resume esa obsesión tan americana con los coches, la velocidad, con el de tamaño de estos símbolos vacíos de poder. Ballard golpea con osadía sobre lo que la vida moderna te puede hacer, en cómo se puede llegar a obsesionar la gente por entrar en ese estado de falsa protección. Cuestiona, pero también reconoce lo seductor que es, y el atractivo de esos símbolos”[15].

Severin: “Tanto en Crash como en La Exhibición De Atrocidades (1970), su bizarra precuela, Ballard intentó desatar los futuros misterios sobre la violación de la psique privada, mediante un flujo incesante de actos públicos y personalidades que rondan y atormentan al personaje central. Probablemente, se trata de la primera exploración sobre la incapacidad sexual inducida por la saturación mediática”[16].

Para ‘Monitor’ Siouxsie & The Banshees recruden la apuesta de ‘Arabian Knights’. Y eso también afecta  al cuerpo musical. El corazón arábigo sigue presente, pero en esta ocasión ya no hay ni misterio ni un mínimo atisbo de belleza en su exposición: todo es tan crudo como las teorías expuestas por Siouxsie. La sexualidad se ha vuelto mecánica, industrial, demoledora. El excitante terciopelo negro ha sido cambiado por un guantelete de pinchos. McGeoch nunca había sonado tan físico. Su imparable descarga de riffs escuece como el típico granulado del VHS de Videodrome. Esta vez no hay ninguna posibilidad de escapada onírica. No queda más remedio que quedarse sentado delante del televisor, y contemplar el carrusel de violencia hasta el final.

Como inevitable apunte, queda bastante patente que bandas como Placebo y Smashing Punpkins debieron escuchar ‘Monitor’ unas cuantas veces…

 


[1] Ya en el primer álbum del grupo, ‘Overground’ señalaba una ruta muy clara hacia la fuente inspiradora de The Doors.

[2] Paytress, Mark: The Authorised Biography. (Traducción del autor.)

 

[3] Smash Hits: “Siouxsie: my favourite things”. (Traducción del autor.)

[4] Smash Hits:”Interview”. (Traducción del autor.)

[5] Velado detrás de las pantallas
Criando tu fábrica de bebés
Mientras conquistas más orificios
De niños, cabras y cosas

 

[6] The Banshees & The Creatures: “Juju”, (Traducción del autor.)

[7]Un oasis turístico
Reflejado en sórdidas sombrillas
Un petrolero monstruoso
Su herida está haciendo sangrar los mares

 

[8] NME: “Interview”. (Traducción del autor.)

[9] Los ojos arrancados de la oveja
Sin tenedores o cuchillos

[10] Sounds: “Interview”. (Traducción del autor.)

[11] Un recuerdo dulce
En la guardería de hielo azul
De un asesinato infantil
De brillo oculto
Y ella llora

[12] Guitarristas como Peter Buck -R.E.M.- no pueden negar el influjo de McGeoch en su forma de articular harmónicos de tono oriental con la guitarra. Hay canciones de su primera etapa que  resultan muy evidentes: ‘Time After Time’, ‘7 Chinese Brothers’.

[13] The Banshees & Creatures: “Juju”. (Traducción del autor.)

[14] Su rostro estaba lleno de intenciones
Y temblamos de emoción
Entonces la víctima miró
Parecía algo extraño en la pantalla
Como si su dolor fuera nuestra culpa
Pero eso es entretenimiento
Lo que anhelamos para nuestro interior

 

[15] Word: “Word of mouth”. (Traducción del autor.)

[16] Sellars, Simon: “Steve Severin”, Ballardian. (Traducción del autor.)