Lou Reed, Bob Ezrin y «Berlin». Una película para los oídos (I)

¿Cómo crees que se siente uno
Cuando va de lobo y provocando?
¿Cómo crees que se siente uno
Haciendo el amor por poderes?
¿Cómo crees que se siente uno?
Y, ¿cuándo crees que se termina?

Letra de “How do you think it feels”.

 

Ya en plena era post-Transformer, Lou Reed había dejado muy claro su intención de cerrar su etapa con Bowie mediante una obra de un nuevo calado, totalmente ajena al pulso eufórico que movía a la escena glitter. Año propenso para obras determinantes dentro de esta corriente, –Aladdin Sane (RCA, 1973) de Bowie y Stanx (EMI/Reprise, 1973) de T. Rex y Mott (Columbia/CBS, 1973) de Mott the Hopple-, por otro lado, éstas también simbolizan el final de la edad dorada de este movimiento que, precisamente, desde New York había sido llevado a un nuevo plano de crudeza gracias a los New York Dolls a través de su disco homónimo de aquel año, el único que, a la postre, dentro de los terrenos del rock sembrados en 1973, podría mirar de tú a tú, en cuanto a impacto, a la obra que estaba ideando Reed en su mente. Pero para poder transportar el inmenso caudal de sensaciones que estaban germinando en sus entrañas, haría falta un cirujano que pudiera darles salida, uno a la altura de su medida intimidante. Con esta idea, “Reed y Ezrin se reunirán por primera vez cuando Ezrin tenía poco más de veinte años. Ezrin ya había producido la version de la Velvet Underground, “Rock and Roll”, hecha por Mitch Ryder and the Detroit Wheels, la cual le encantaba a Reed, quien se encontraba en lo más alto de su éxito comercial gracias a Transformer (en el que se incluía su primer hit verdadero, “Walk on the Wild Side”). Sin embargo, ahora él quería ir en una dirección diferente. Ezrin fue invitado a ver tocar a Reed en el Massey Hall, donde los teloneros serían Genesis (cuyo vocalista, Peter Gabriel, un día sería producido por Ezrin). Cuando Reed fue poco después a casa de Ezrin, el productor ya estaba asombrado. Se cayeron bien desde el primer momento. Reed quería hacer algo diferente de la línea pop que había caracterizado a Transformer, mientras Ezrin le explicaba que él amaba las historias de las canciones de Reed, pero deseaba que estas tuvieran un final. Él le señaló específicamente a la pareja representada en “Berlin”, incluida en su debut de 1972, y le dijo que siempre se preguntaba lo que le habría pasado a estos personajes. Reed “alucinó,” recordaba él, y le fascinó la idea de aceptarlo como un desafío.

Reed volvería a New York y, sobre un mes después, regresará a la casa de Ezrin en Toronto con las canciones que conformarán Berlin. Ezrin se quedó fascinado con el trabajo hecho”[1].

Lou Reed5«Esperaban que hiciera algo comercial con él», comenta el productor Bob Ezrin desde su oficina de Toronto. «Algo estilo Alice Cooper, muy comercial. En realidad, para entonces yo ya estaba fascinado por la poesía y el arte de Lou. No sé, quizás perdí la perspectiva y no cumplí el encargo. La verdad es que miro atrás y creo que no hice lo que me pidieron»[2]. Pero cómo poder desviar la brújula de las operaciones ante algo que Ezrin recordaba como “Simplemente magnífico, visceral, de escritura elemental. Así, sin adornos. Tan simple pero elocuente, sensible y con ese tipo de romanticismo. Eso es Lou. Sin adornos pero romántico hasta la médula”[3].

“Teníamos todo el álbum completo trazado antes de llevarlo al estudio. Y eso fue como una epifanía para mí, en el sentido de que, por primera vez en mi carrera, había oído en mi cabeza lo que iba a hacer antes de ponerme con ello.”[4] Para poder darle forma a todo lo que se estaba gestando en la mente de Ezrin y Reed, la primera realidad que les asaltó fue la imposibilidad de edificar Berlin sobre una banda de perfil glam-rock; hacía falta un nuevo código sonoro que diese el equilibrio adecuado entre la intimidad más sobrecogedora, derivada en claros guiños jazzísticos, y el contrastado muro de melodías pensado, necesitado de una tupida red instrumental nutrida de un resplandeciente crisol de matices  proporcionado, entre otras cosas, por secciones de coros y vientos, y una nómina de músicos de marcado perfil clásico pero tremendamente virtuosos. De esta manera, por Berlin desfilaron gente de la talla de Steve Window -teclista de Traffic-, la dupla guitarrera formada por Steve Hunter y Dick Wagner, el batería de Fran Zappa, Ansley Dunbar, los hermanos Brecker a los vientos, el propio Ezrin a los arreglos, piano y melotrón, y la guinda del pastel, el ex bajista de Cream, Jack Bruce. Empezando por la entrada de este último, todo comenzó por los hilos que iba tendiendo Ezrin; en este caso, por una petición suya. Así, sobre la participación de Bruce en Berlin, el mismo bajista diría años después: “Sí, es cierto. Fue una simple llamada telefónica. Desde entonces me encontré varias veces con Lou a través de los años, pero en aquel entonces [1973] no lo conocía. Me llamó el productor del álbum, Bob Ezrin, y recuerdo que toqué con Aynsley Dunbar a la batería, y me gustó mucho su forma de tocar. Me pareció un gran batería”[5]. En cuanto a Steve Hunter, este se convertió en otra de las piezas fundamentales que dotaron de ese acabado tan atemporal a Berlin. Hunter recuerda así estas sesiones por medio de una entrevista concedida en 2007:

En muchos sentidos, aún parece que se cierne un aire de misterio en las sesiones de grabación originales de Berlin. ¿Cómo  recuerdas éstas?

«Creo que los recuerdo muy bien en realidad. Era sólo mi segunda grabación profesional y yo estaba muy emocionado. También fue mi primer viaje a Inglaterra. Y me puse a trabajar con algunos de mis héroes, incluyendo a Jack Bruce y Steve Winwood. Así que tengo muy buenos recuerdos”[6].

La temática de Berlin era muy adulta y muy seria, muy diferente de otro tipo de música rock & roll de la época. ¿Cómo fue tu relación con este álbum cuando estabas trabajando en él?

“Trabajar en Berlin fue como hacerlo para la banda sonora de una película que no existe. El álbum contaba una historia y lo único que realmente tenía que hacer era entender esa historia”.

 “Una de las muchas razones por las que amaba trabajar con Bob se debía a que él era capaz de darte una dirección a seguir sin tener la necesidad de decirte lo que tenías que tocar. Confiaba en ti para llegar a los objetivos, lo cual era genial. En lo que a mí respecta, tuve mucha libertad para tocar mis propias partes.”[7]

¿Cuánto llegaste a tocar con Jack Bruce, Aynsley Dunbar, etc. durante las sesiones? ¿O era más un caso de overdubbing en el cada uno añadía sus partes en las pistas por su cuenta?

“Aquello fue en los días en los que los álbumes tenían pistas básicas. Varios músicos tocaban en las pistas básicas para sacar un groove y una atmósfera. Yo hice overdubs en algunas partes y solos de guitarra, pero, en todas las pistas básicas en las que estuve involucrado, había al menos cuatro músicos.”[8]

“Por otro lado, no creo que Dick tocara mucho en Berlin. Yo sé que él cantó en algunas piezas. Pero, yo no tengo problemas para distinguir mis partes. Al final, tu manera de tocar se convierte en tu voz y, al igual que pasa con tu voz, puedes recoger diferentes cosas de casi cualquier lugar. Me imagino que Dick siente lo mismo. A veces, sin embargo, cuando se trataba de las partes rítmicas de los discos…  puedes acabar dependiendo de la mezcla, algo que a veces puede provocar que ese tipo de partes sean más difíciles de apreciar”[9].

Lou Reed9
Bob Ezrin y Lou Reed recordando lo que pudo ser, y aun así fue.

Respecto a las partes vocales, Reed se encontró con verdaderos problemas para poder grabarlas sobre la fina orfebrería instrumental creada a su alrededor. Llegando a tener que doblarlas en Nueva York, este suceso no será más que la consecuencia de una grabación que, al igual que obras como el White Album (Apple, 1968) de los Beatles, entra por derecho propio como una de las más intensas y crispadas de la historia del rock: “Nos matamos psicológicamente en ese álbum – admitiría Reed -. Nos metimos tan a fondo que luego casi no podíamos salir. Fue un álbum muy doloroso de realizar. Y sólo yo y Bobby sabíamos lo que teníamos entre manos, y lo que el material consiguió hacer con nosotros”. Lo que hizo el material con Reed y Ezrin fue dejarlos deshechos y exhaustos. Ezrin se mantenía a base de heroína, que era barata y fácil de conseguir en Londres. “No sabía lo que era la heroína hasta que fuimos a Inglaterra a grabar el álbum” – explicó más tarde -. Todos acabamos poniéndonos seriamente enfermos. Hubiera preferido un colapso nervioso”[10]. Tal como veía toda la situación a la que había llegado durante la grabación del LP, Ezrin se muestra incluso más claro que Reed: “Berlin surge de lo más profundo de la mente de Lou. Todos hemos pasado por relaciones en las que nuestra pareja nos ha decepcionado y herido y hemos querido hacerles daño nosotros también”[11]. “Indudablemente, fue una pesadilla llevarlo a cabo. Gran parte de eso vino derivado de la propia naturaleza sobrenatural del mundo de Lou Reed. Lou Reed es un genuino artista neoyorkino, con toda la parafernalia que esto conlleva. Tenía un círculo extraño de amigos, y un estilo de vida que era raro para un sencillo chico canadiense como yo, que sólo intentaba encontrar su camino dentro del mundo de la música. Había un montón de cosas exóticas pasando a mi alrededor, de una manera que acabaron por socavar mi sentido de la familiaridad y la comodidad”.

“Ten en cuenta que con Alice Cooper yo estaba tratando con un grupo de chicos normales que simplemente se maquillaban cuando se subían al escenario. Esencialmente, su estilo de vida era muy típicamente estadounidense. Realmente, eran sólo chicos de hamburguesa y televisión, así que yo los podía entender. Entendía la forma en que les gustaba vivir, y la manera en que se iban de fiesta, y la forma en la que les gustaba trabajar. Lou, por otro lado, era un artista con una «A» de capitolio. Su entorno incluía a algunos de los artistas más vanguardistas y eclécticos de la época, y su enfoque de todas las cosas, desde su arte a la vida, era extraño para mí; me daba un poco de miedo. Eso hacía que las cosas fueran difíciles y, además, si a todo este añadías el hecho de que muchos de nosotros estábamos experimentando con drogas… lo que se terminaba creando era  un ambiente que te  desorientaba, desafiaba y, en última instancia, llegaba a ser aterrador”[12].

Planteado como si se tratara de una película, desgraciadamente la idea original del álbum se fue perdiendo debido a una serie de problemas con los que no contaban en principio: “Reed y Ezrin habían planificado Berlin como un doble álbum con portada desplegable y un folleto en su interior que incluyera “fotos fijas” de la historia y las letras. Una semana antes de que Ezrin entregara la mezcla final a RCA, se le informó de que los ejecutivos de la compañía no aceptarían un álbum doble porque no creían que el producto justificara ese tipo de despliegue. Tras el súbito viraje de RCA, Bob Ezrin tuvo que enfrentarse con la ardua tarea de eliminar catorce minutos del álbum. No pudo evitar la sensación de que la obra, tan bellamente construida, había sido mutilada. “Cuando Bobby Ezrin me dio la cinta maestra -recordaba Reed-, me dijo: “No te molestes no en escucharla; métela en un cajón”. Luego se volvió a Canadá y sufrió un colapso”[13].

 


[1] Patch, Nick:” Toronto producer Bob Ezrin remembers Lou Reed”, Metro, 28/10/2013, en

http://metronews.ca/scene/837826/toronto-producer-ezrin-remembers-lou-reed/, traducción del autor.

[2] El País (archivo): “Berlin redescubierto”, The New York Times, 15/12/2006 3n http://elpais.com/diario/2006/12/15/cultura/1166137207_850215.html

[3] Patch, Nick:” Toronto producer Bob Ezrin remembers Lou Reed”, Metro, 28/10/2013, en

http://metronews.ca/scene/837826/toronto-producer-ezrin-remembers-lou-reed/, traducción del autor.

[4] Russell, Hall: “Bob Ezrin”, Performing Songwriter, enero/febrero de 2002 en http://performingsongwriter.com/bob-ezrin/, traducción del autor.

[5] Alfredorosso: “Jack Bruce, un sueñoo hecho realidad”, Mundorosso, 11/09/2011 en http://mundorosso.blogspot.com.es/2008/09/jack-bruce-un-sueo-hecho-realidad.html

[6] Doctor Bob, Thomas, Lisa:  verano de 2007 (interview copyright: http://loureedforum.co),  “Exclusive Interview with A Real Rock & Roll Animal Steve Hunter”, Real Good time together,  verano de 2007 en http://www.loureedforum.com/steve.php, traducción del autor.

[7] Ibídem

[8] Ibídem

[9] Ibídem

[10] Bockris, Victor: “Las Transformaciones de Lou Reed” (traducción de Roger Wolfe), Celeste ediciones, Madrid, 1997, pag. 202.

[11] El País (archivo): “Berlin redescubierto”, The New York Times, 15/12/2006 3n http://elpais.com/diario/2006/12/15/cultura/1166137207_850215.html

 

[12] Russell, Hall: “Bob Ezrin”, Performing Songwriter, enero/febrero de 2002 en http://performingsongwriter.com/bob-ezrin/, traducción del autor.

[13] Bockris, Victor: “Las Transformaciones de Lou Reed” (traducción de Roger Wolfe), Celeste ediciones, Madrid, 1997, pag. 202.