«God Save the Queen», los Sex Pistols y la bomba atómica (II)

“God Save The Queen’ fue un mitin final hacia la ruptura del consenso atado a la posguerra. Quizás,  más que cualquier otra canción en lahistoria de la música popular de Gran Bretaña, ‘God Save The Queen’ proveyó de un ataque irrecusable contra la esencia misma de la propia identidad británica. No sólo ‘Anarchy’ lo había producido. ‘God Save The Queen’ era un golpe al “régimen fascista” de Gran Bretaña, la estúpida importancia de la bomba H y, por supuesto, la propia reina. Pero lo más importante, lo que le proporcionó a la canción el necesario propósito ofensivo, fue el hecho de haber sido lanzada en un momento en el que el público, en general, se sentía más patriótico.

Lo que aquí resulta interesante es la forma en que ‘God Save The Queen’ también carecía de unas intenciones políticas organizadas. ​​Así como el choque de valores que caracterizaba el uso de la esvástica en el movimiento punk, ‘God Save the Queen’ funcionó en la retórica política, en lugar de cómo un ataque político organizado. Si el sentido para los negocios de McLaren había sido ratificado con las ganancias monetarias por la publicación de una canción como ésa en aquel momento, también lo había sido para Richard Branson, presidente de Virgin Records. Según Branson, los Pistols le habían impresionado cuando escuchó primero ‘Anarchy in the UK’.

Aunque hay opiniones encontradas en cuanto a la apreciación musical de Branson, lo que es seguro es la manera en la que vio a la banda: como una forma de transformar la imagen de Virgin Records, una imagen que retrataba a la compañía como un grupo de hippies, “debido apublicaciones anteriores, como Tubular Bells(Virgin, 1973) de MikeOldfield y Flying Teapot (Virgin, 1973) de Gong. De hecho, no había ayudado la imagen pasada de Branson promoviendo el“amor libre”, en su primera tienda de discos, enOxford Street, o de empresario protestando contra la guerra de Vietnam.En este sentido,Branson empezó pronto a deleitarse con la notoriedad que había alcanzado  el ‘God Save The Queen’ de  los Pistols

images-3

En una análisis sobre la implicación de Richard Branson con McLaren y los Pistols, el director de Virgin apunta en su libro Losing My Virginity: The Autobiography, London: Virgin: “Los Sex Pistols fueron un puntode inflexión para nosotros, la banda que habíamos estado buscando.Los Sex Pistolsg eneraron más noticias en los periódicos que cualquier otra cosaque saliera en 1977, aparte de las propias Bodas de Plata de la Corona. Su notoriedad era prácticamente un activo tangible.La mayor parte de la prensa fue negativa, pero también lo había sido para los Rolling Stones cuando se habían establecido hacía quince años”. Por tanto, se podría argumentar que‘God Save the Queen’ fue algo organizado y oportunista: como pasar la tarjeta de crédito por el corazón mismode una identidad británica, que aún creía en la monarquía, el gobierno británico y el consenso de la posguerra. Todo esto proporcionó renovada notoriedad a McLaren, Branson y los SexPistols.

Sin embargo, no fue sólo la forma en que‘God Save The Queen’ encarnaba lo que Savage denominó en términos líricos de “bombas temporales”. “Lo más importante era la forma en que fueron entregadas. “¿Qué fue lo bueno de ‘God Save The Queen’?  Fue que era algo seguro, claro, sin complejos”, señala el autor, una frase tan evidente como el Rotten desdeñado, y sarcástico, que se entregaba encada línea. No sólo es que elcomienzo del primer verso tenga una referencia a “Dios salve a la Reina/ El régimen fascista”; sino que luego pasa a proclamar que “Te hicieron un idiota/ Una potencial bomba H”. A medida que continúa a través de la canción, llega aun punto en que afirma que “La Reina no es ningún serhumano””[1].

El himno más representativo del no-futuro, esta expresión “se recogía más tarde enla propaganda anti-fascista, mientras que una publicación del Frente Nacional describía al cantante de los Sex Pistols, JohnnyRotten,como un “mentecato etno-masoquista”. Rotten, cuyo verdadero nombre es John Lydon, nació en Londres; es de padres irlandeses. A pesar de la censurade la radio, y la negativa a vender el disco por parte de varias tiendas como Bootsy WH Smith, el disco vendió más de 200.000 copias y apareció en la lista de éxitos. Las condiciones anormales,“underground”, que lo rodeaban debieron de haber añadido atención en la manera con la que el disco fue escuchado por los que lograron adquirir una copia.Todo este episodio fue probablemente la intervención política más eficaz mediante una canción desde la era de la “protesta”. Vale la pena señalar también que la elección del mismo título que el himno nacional fue un golpe especialmente eficaz contra la propaganda de las clases dominantes”[2].

Musicalmente hablando,‘God Save The Queen’se basa en una serie de diferentes influencias, tal vez la más evidente sea el rock ‘n’ roll de los años ‘50. Comienza con unos poderosos acordes cromáticos; unosque recuerdan el ‘C’mon Everybody’ de Eddie Cochran, una canción versionada incidentalmente por los Pistols. Esta referencia flagrante aumenta la actitud despectiva, irónica y el escarnio con la que está ejecutadala canción. Esto no quiere decir que la canción de los Pistols sea cómica, de ninguna manera. Sólo que los Pistols parecían estar jugando con la idea de que decir que el rock’n’ roll sea viejo,de alguna manera, es algo peligroso e inmoral.

“Cada generación tiene el poder de reformular un arquetipo en un nuevo idioma”, escribió Savage, “como el reggae, el punk salió del pozo milenario, pero le dio al proyecto un sabor peculiarmente británico”. ‘God Save the Queen’ toma el sonido americano de Cochran y lo convierte en británico, a través de la entrega vocal de Rotten. Al igual que con las voces abiertamente estadounidenses de Iggy, Rotten acentúa cada palabra, dándole un acento cockney casi falso para cada línea. Formalmente, la canción es muy simple. Procediendo con la introducción de cuatro compases, los compases que van del cinco al once constituyen la base para el resto de la canción, que consta de un motivo de cuatro notas-ADD-re bemol -. La frase tiene una duración de dos compases y se repite cuatro veces, culminando en un slide de power chord que nos introduce en el primer verso.

Para aumentar el carácter amenazador de la canción, esta frase de dos compases se reduce a la mitad, con el guitarrista proporcionando un claro contraste entre cada compás.Por ejemplo, en el primer compás, donde el guitarrista toca un acorde-y mientras las voces son cantadas-Jones utiliza la palma de la mano para silenciarlo, con el fin de producir el característico pulso de octavas, muy común en el punk rock, y anteriormente oído en ‘Anarchy In The U.K.’ y el ‘New Rose’ de The Damned, dos de las canciones punk por excelencia. Sin embargo, en el segundo compás, que consiste enlos acordes DD-D plano, la sección del verso, donde las voces no están presentes, coincide con  el guitarrista alargando los acordes.

images-6En este sentido, debajo de cada frase cantada,la guitarra sigue siendo amenazante, un dispositivo que apuntala frases como “el régimen fascista”,  “potencial bomba H” y “no hay ningún ser humano”. De esta forma, es como si Steve Jones estuviera respondiendo a cada línea cantada con un desprecio contagiado por ésta. El conjunto que la acompaña ofrece más matices. Cook utiliza su hi-hat y toca losplatillosde la misma manera que en ‘Anarchy in the U.K.’, a fin de crear un contraste y empuje entre estrofa y estribillo.Dentro de cada verso, Cook toca el hi-hat con la negra con el fin de frenar el ritmo un poco, mientras que en el coro se cambia al plato ride y al octavo compás, con el fin dedar un impulso.

Cada sección también estáinterpuestapor una serie degolpesde platillo. Matlock,el bajista,se basa firmemente en las octavas[…] El cromatismo inherente a cada sección-aunque no tanto enel coro-añade una sensación de inquietud e imprevisibilidad a la canción.

La línea vocal “No hay futuro” se repiteunnúmero deveces hasta que,finalmente, Rottenllega a la conclusióndela frasemediante la adición de‘para ti’ al final, y acabandoenla tónicaA.Después de todo, al menosqueda algo de certezapara el oyente, aunque seanegativa”[3].

Pica clavada en el centro del corazón monárquico. Por otro lado, ‘God Save The Queen’ simbolizó el comienzo de la propia debacle del punk británico. Tal como lo recuerda uno de los asistentes a la actuación realizada en el barco Queen Elizabeth: “Ha ocurrido todo tan rápido que empiezan a notarse indicios de agotamiento total. La extraordinaria parábola descrita por los Sex Pistols en el emponzoñado clima de Inglaterra ha alcanzado el cenit de su curva. Y todo el mundo lo empieza a notar en la boca de su estómago. Eso, añadido a la sensación física de enajenación que sentimos la mayoría de los que estamos a bordo, resulta en una claustrofobia tan aguda que apenas te deja hablar”[4].

Una bomba llamada “no future” programada para explotar en un momento concreto de la historia, Greil Marcus lo ve así: “El punk no era un género musical, era un momento en el tiempo que tomaba forma como un lenguaje que preveía su propia destrucción (…) No era historia. Era una oportunidad para crear acontecimientos efímeros que sirviesen como juicio a todo lo que viniera después, acontecimientos que juzgarían todas las futuras deficiencias. También eso era el significado del no-futuro”[5].

El no-futuro como forma de ir escribiendo la historia: “Los Pistols no podrían haber fracasado. Tomando prestada una frase, ellos tenían “la mano de la historia sobre ellos”, pero también disfrutaron de una conciencia de que estaban jugando un papel activo enla formación de la historia, que su historicidad moldeaba la historia. Aunque sin respuesta, resulta interesante  preguntarse si el punk habría tenido un efecto tan profundo en la nación, en su conjunto, si ‘God Save The Queen’ no hubiera sido bendecido con la oportunidad de enganchar la carreta del Jubileo a su estrella. Pero quizás lo más importante, los Sex Pistols permitieron a sus fans que también se sintieran como si formaran parte de la historia; Andy Medhurst relata que “atrajo el sustento y el prestigio de estar en sintonía con la estética imperante cultural”, y no había duda de la emoción que proporcionaba ser parte de un movimiento que era noticia en primera plana.

Este sentido cotidiano de la existencia históricano sólo da testimonio de que las necesidades radicales se pueden satisfacer en la actualidady en la vida cotidiana sino que también niega “la complaciente grandeza del simbolismo oficial”. Además, encierra una esperanza utópica de “que la conciencia histórica cotidiana podría ser separada de su actual articulación dentro del simbolismo dominante de la nación, para ser arrastrada a diferentes expresiones de la identidad cultural e histórica”. Debido a la forma en las que se arreglaron para alcanzar esto,  tal vez sea cuestionable darle la confianza a los Pistols en tal simbolismo. Como observa Hebdige: “Los diversos conjuntos estilísticos adoptados por los punks eran, sin duda, expresados mediante una verdadera agresión, frustración y ansiedad. Sin embargo, no importa cómo se hayan construido estas declaraciones; fueron arrojadas en un idioma que era generalmente válido, un lenguaje que era actual””[6].

 


[1]M. Dines: “An investigation into the emergence of the anarcho-punk in the 1980s”, 2004, pag. 102-104. Traducción del autor.

[2]Laing, Dave: “Interpreting punk rock”, Marxism Today, abril de 1978. Traducción del autor.

[3]M. Dines: “An investigation into the emergence of the anarcho-punk in the 1980s”, 2004, pag. 104-106. Traducción del autor.

[4]Savage, Jon: England’s Dreaming: los Sex Pistols y el punk rock, pag. 457.

[5]Carlos L.L. y Carmen A. C.: “Punk. Un movimiento contracultural”, 1998.

[6]Adams, Ruth: “The engilshness of English punk: Sex Pistols, subcultures and nostalgia”. Traducción del autor.