Hasta en nueve ocasiones tuvo que leer Ray Bradbury la novela Moby Dick de Hermann Melville, para poder confeccionar, junto a John Huston, un guion adecuado para llevar a la pantalla. Principalmente la tarea consistió en desprender a la novela de todo su carácter documental, narrando y detallando los usos y costumbres de la caza de ballenas de la época, tratando de defenderla debido a que ya por entonces comenzaba a mirarse con no buenos ojos por diversos sectores. Así que quitamos documentación y potenciamos la aventura, y sobre todo potenciamos la historia de venganza y odio del capitán Ahab, o Acab como se pronuncia en el doblaje español, hacia la ballena blanca. Así tenemos Moby Dick (Moby Dick, 1956) de John Huston.
Inicialmente se escogió la isla de Madeira como escenario de la película, amén de una zona de Irlanda para determinados paisajes terrestres, pero las inclemencias meteorológicas azotaron el rodaje y se decidió trasladar a una zona con un clima más agradable: Las islas Canarias. Así que en el archipiélago canario aterrizaron, entre otros, John Huston, Orson Welles, Richard Basehart, Leo Genn y, sobre todo, Gregory Peck.
Porque aunque hay poca discusión sobre que estamos ante la mejor versión de Moby Dick, también estaremos de acuerdo en que la película se sustenta en gran parte por la actuación de Gregory Peck como Ahab. John Huston lo sabe y se reserva su aparición hasta bien entrada la película, hablando anteriormente sobre él para crear a su alrededor una atmósfera insana, como si fuese a aparecer el mismísimo diablo en nuestras pantallas. Pero no, Ahab es un hombre atormentado, mutilado y consumido por su deseo de venganza, hasta el extremo de convertir toda su vida en una continua persecución sin compasión, tratando de conseguir una satisfacción que le permita desprenderse de todo su pasado.
Los secundarios, pese a ser en su mayoría perfectamente consistentes, acaban aplastados por la pata de palo de Ahab y a partir de la mitad del metraje parecen existir sólo dos entes en el mundo: Ahab y Moby Dick. La ballena recreada, por cierto, con los mejores medios de la época.