The KLF: vanguardia ética y electrónica

Existen bandas perdidas en el tiempo por lo escaso de su durabilidad y por lo olvidable de su trayectoria. Asimismo hay otros grupos con un impacto tan inmediato como fugaz fue su permanencia en lo más alto. Lo verdaderamente complicado es, en apenas 5 años de existencia (1987-1992), sacar  a la luz una colección de singles absolutamente revolucionarios, además de dos obras maestras en formato LP de la música electrónica, reinventando las reglas del juego y el negocio. The KLF pueden presumir de haber conseguido semejante proeza. Muy probablemente el origen del nombre del grupo proviene del acrónimo Kopyright Liberation Front («Frente por la liberación de los derechos de autor»), basandónos en el hecho de que ellos nunca lo negaron.  Pero no nos engañemos, KLF es uno de los varios nombres que usaron para sus diversos proyectos en conjunto Bill Drummond y Jimmy Cauty, auténticos «gurús» de la vanguardia electrónica británica.

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Chill Out: Sencillamente todo cambió

El principio de toda esta historia tiene lugar a mediados de los años 80, momento en el que nuestros dos protagonistas deciden iniciar su camino en común creando en 1986 el grupo de rap «The Jams (The Justified Ancients of Mu Mu)». Esta primera etapa resultó efímera y apenas duró un año. Llegados a 1987 y con el nombre de «The Timelords«, hicieron su gran presentación al público con el single «The Queen and I», en el que se atrevían a meter en su particular batidora de sonidos el mítico «Dancing Queen» de los suecos ABBA, hasta emparentarlo con el «Anarchy in the UK» de los Sex Pistols. A decir verdad, los miembros del legendario grupo no se lo debieron tomar muy bien, y el asunto acabó con la amenaza de resolverse en los tribunales, aunque todo se terminó con la solicitud de perdón de Drummond y Cauty, con quema incluida de las copias del single en el Mar del Norte. Después decidieron continuar su particular cruzada contra el mundo con «Whitney joins The Jams», en la que  se atrevieron a mezclar, todo en uno, mundos distantes como puedan ser el de Whitney Houston y el tema principal de «Misión Imposible».

Por si esto fuera poco, en 1988 deciden crear un manual de buenas costumbres: «The Manual (How to Have a Number One the Easy Way)», y después llevarlo a la práctica con el single «Doctorin’ the Tardis», con la noble y deliberada intención de crear un hit de impacto. Dicho y hecho, alcanzaron la cima de las listas británicas con un mix de míticas piezas entrelazadas entre si, con una heterogénea lista de referencias que abarca desde Gary Glitter a Sweet, pasando por el tema central de la mítica serie de TV «Doctor Who». Sus «extravagancias» continuaron estos años haciendo en sus remezclas guiños a personajes tan entrañables como Jason Donovan o una Kylie Minogue que tomó muy buena nota para su futuro artístico.

Y llegamos a 1990, con un Cauty que se encuentra ya inmerso en otro proyecto capital de la electrónica como es The Orb, junto a Alex Paterson. Aprovechando la ola, The KLF editan «Chill Out«, obra conceptual que narra un viaje por el sur de los Estados Unidos en el que se mezclan sonidos ambientales, con trenes motos y animales diversos, samples variados, y referencias a la música sureña, pasando por Elvis y Fleetwood Mac. El resultado es una obra maestra de casi 45 minutos de duración que resultó aclamada por unanimidad por la crítica, hasta el punto de convertirla en clásico imperecedero de la electrónica.

Quizás «Chill Out» pasó algo más desapercibido para el gran público, situación que no se repitió de ninguna manera con «The White Room«. Y es que con este disco de 1991 The KLF, sencillamente le dieron forma a toda la música dance de la primera mitad de los 90. «The White Room» se desmarca por completo de su obra anterior, tomando únicamente como referencia composiciones propias hechas por ellos mismos con anterioridad, sin influencias rockeras y dándoles una buena vuelta de tuerca. Fue un auténtico éxito comercial, con tres llenapistas como «What Time is Love?», «3 A.M. Eternal» y «Last Train to Trancentral», las cuales resaltan sobre un repertorio que brilla en su totalidad y que nos incita a perpetuarnos en la pista de baile.

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Brit Awards: Drummond liándola

Si impresionante resultó su génesis como grupo, su disolución no soporta comparación alguna con ninguna otra formación. Su autodestrucción tiene un punto de partida: La ceremonia de los caducos Brit Awards en Febrero de 1992, en los que iban a ser reconocidos como mejor banda del año junto a Simply Red (el día y la noche) con una sublime interpretación corrosiva y caótica del «3AM Eternal» junto al grupo grindcore Extreme Noise Terror, con un apoteósico ametrallamiento masivo (de fogueo, afortunadamente) al público al finalizar la actuación. Su discografía pasó a continuación a desaparecer por completo de las tiendas y, ya como apoteósico epílogo, el 23 de Agosto de 1994 deciden quemar ante las cámaras ¡un millón de libras en metálico! Tras semejante ocurrencia, prometieron no dar explicación alguna acerca de los motivos que los empujaron a hacerlo, y declararon que no volverían a actuar jamás hasta que el conflicto entre Palestina e Israel llegase a su fin. Por supuesto, seguimos esperando.

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The Klf: ¿Una futura reunión en el geriátrico?

Múltiples cábalas se han sucedido acerca de una posible reaparición en la actualidad, incluyendo rumores de alguna actuación en directo este mismo año, pero nada ha ido más allá de dicha rumolorogía. No obstante, existe una amplia historia todavía por contar, que ha visto la luz en parte a través de libros y documentales, y que aún promete futuras entregas. En 2013 se publicó «KLF: Chaos Magic Music Money» y para este próximo 23 de Agosto está previsto que vea la luz «2023: A Trilogy». Por supuesto, destacar el impagable momento documental que supone «Watch The K-Foundation Burn a Million Quid».

No debe existir el miedo por supuesto, a escuchar su obra hoy en día por temor a que suene añeja, más bien uno debe mostrarse dispuesto a redescubrir el enorme legado que Drummond y Cauty le han otorgado a la música electrónica de los últimos 30 años.

Pero esta es sólo una pequeña parte de la historia en forma de reseña y homenaje. Es altamente recomendable este artículo que profundiza en la obra y milagros de estos dos díscolos personajes:

https://haciendoelpino.wordpress.com/2013/11/28/caos-magia-musica-y-dinero-la-historia-de-klf-o-como-quemar-un-millon-de-libras-sin-que-parezca-que-estas-loco/

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