por Coop sigue conectado con su hijo. La escena de ambos en la habitación del chico dando palmadas es memorable.
Albert Rosenfield parece algo cansado, pero sigue con el cinismo de siempre. ¡Brillantes sus improperios contra Gene Kelly!
Violencia en distintas formas. Un cambio de papeles pone a cada cual en su sitio: la esposa de Dougie y su aparente reivindicación de la clase media pone a los usureros en su sitio. Menuda mala follá tiene esta mujer. No me extraña, ¡teniendo que lidiar todos los días y las noches con semejante baranda!
Un asesinato gore perpetrado por un enano ¡y de qué forma! ¿Quién se atrevería a decir que este tipo está discapacitado?
El macarra del Bang Bang, encajando amenazas y humillaciones. La escena es una genialidad. En segundo plano, un hombre negro, grande como un Schortsanitis, sostiene una metralleta y una sonrisa. La pared a su espalda parece un colador; son agujeros de balazos. Pero la humillación recibida sin posibilidad de vendetta acaba por explotar, pagan justos por pecadores. La acción da un giro y raya el melodrama, poniendo de relieve de nuevo la humanidad personificada en Carl Rodd.
**
El pueblecito de Twin Peaks ha cambiado, está más próximo a la realidad, por momentos a Deer Meadow -el policía socarrón y corrupto-. Ya no es aquel lugar idílico de la primera temporada, no podría serlo después del filme de Lynch (1992). De hecho, parece estar dando sus últimos coletazos con la escena de las dos mujeres orondas en la cafetería…
