La trama sigue su curso. En este episodio se descubre la procedencia de aquellos casos englobados dentro del término «Blue Rose». En un reservado del bar del hotel, Albert Rosenfield revela a la agente Tammy Preston el misterio: tras 20 años de investigaciones acerca de los ovnis, en 1979, la fuerza aérea estadounidense cancela el proyecto Libro Azul. El motivo: no existía evidencia creíble de que éstos representaran un amenaza real para la seguridad nacional.
ALBERT ROSENFIELD
En otras palabras, fue un encubrimiento masivo. Unos años después, el ejército y el FBI formaron una fuerza especial ultra secreta para explorar las preocupantes abstracciones surgidas de los casos que el Libro Azul no logró resolver. Lo llamamos la Rosa Azul por una frase pronunciada por una mujer en uno de estos casos antes de morir, lo que sugería que las respuestas no podían conseguirse excepto por un camino alternativo que recorremos desde entonces. Gordon sugirió que un hombre llamado Phillip Jeffries dirigiera la brigada. Pronto reclutó a otros tres: Chet Desmond, Dale Cooper y a mí.
De todos ellos, el único que no se halla desaparecido es Albert Rosenfield. De ahí que, durante mucho tiempo, Gordon Cole no incorporase a nadie más a la brigada. Hasta ahora. Tammy Preston no cabe en sí de alegría y de estupefacción. Todos brindan: «¡Por Tammy y la Rosa Azul!».
Para celebrar la nueva incorporación, Gordon se agencia a una señorita. Es francesa. Muy alta y muy, pero que muy melosa. Se toma su tiempo … cuando Albert Rosenfield entra en la habitación por un asunto urgente. Ahora me calzo mi zapato de tacón. (Con la pierna en alto.) ¡Mira qué bonito es! Ahora me bajo, lentamente, la falda ajustada de mi vestido. Ahora me retoco con el pintalabios. Y sonrío, pícara, a Gordon, que permanece todo el tiempo mirando a su francesita con ojos de miel.. Lo mejor del caso es que Rosenfield aguanta el chaparrón sin apenas inmutarse. Pero aún hay más: después de semejante espectáculo, Gordon se queda mirando fijamente a Rosenfield: «Albert, a veces me preocupas de verdad».
Aparición estelar de dos personajes de las antiguas temporadas: Sarah Palmer y Audrey Horne. La mujer del pederasta sigue siendo tan extraña. Tiene esa mirada desequilibrada, mitad de loca, mitad de visionaria. Y recuerdo que nadie, en todo Twin Peaks, me había dado tanto miedo como ella.